El lunes un paro petrolero paralizó la producción de los yacimientos de Neuquén. La provincia puja por conseguir un mejor precio del gas en boca de pozo. El conflicto se da en el marco de las presiones de Kirchner al gobernador Jorge Sapag para que su senador vote la ley de medios. Si no hay acuerdo podría volver el paro y peligra el abstecimiento de los grandes centros urbanos. En un marco de extrema tensión, Julio de Vido suspendió una reunión con el mandatario.

La relación entre el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, y el kirchenrismo entró en zona de riesgo. Este histórico aliado del gobierno y líder del Movimiento Popular Neuquino, viene soportando la intensa presión de Néstor Kirchner para que su senador nacional, Pedro Salvatori, vote la ley de medios. Sapag se opone a esta iniciativa y en diputados sus legisladores facilitaron el quórum pero votaron en contra.

A este conflicto ahora se le sumó uno acaso más grave: la discusión por el precio que reciben las provincias productoras de hidrocarburos por el gas en boca de pozo. Sapag viene reclamando un incremento, que el gobierno demora. En este marco, los trabajadores petroleros de Neuquén realizaron el lunes un paro que se hizo sentir en el suministro de gas y amanezan con una nueva medida de fuerza.

La protesta fue leída en la Casa Rosada como un mecanismo de presión, avalado por Sapag, ya que hoy estaba prevista una reunión del gobernador con el ministro Julio de Vido para analizar el tema de los precios del gas. En un marco de gran tensión, el titular de Planificación suspendió el encuentro.

La amenaza de un nuevo paro no es un tema menor, ya que según afirmó a La Política Online, el ex secretario de Energía Emilio Apud, si la medida de fuerza se extiende, en tres semanas los centros urbanos empezarían a sentir la falta de gas. Un tema extremadamente sensible en términos sociales, que se agrava con la nueva ola de frío.

De hecho, ayers se supo que el paro del lunes disminuyó la presión en el servicio domiciliario de gas en las ciudades de Cutral Co y Zapala.

En este marco, ayer funcionarios de Neuquén y Río Negro, y representantes de las empresas productoras y los sindicatos del sector tuvieron una extensa reunión en Buenos Aires, en la que también habría participado gente de Planificación. Allí se habló de la cargada agenda del sector: la actualización de los precios del gas y el petróleo, los despidos y la falta de inversiones en exploración.

La voz cantante la llevó el secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Neuquén y Río Negro, Guillermo Pereyra, quien advirtió: “Sino hay una solución, vamos al paro de 48 horas convocado por el sector para la semana entrante”.

Si bien en la reunión se acordó explorar durante dos semanas, mecanismos para aumentar el precio del gas en boca de pozo, sin que ese incremento se traslade a los sectores más humildes, entre los sindicalistas prevalece la desconfianza.

Neuquén se queja que el gobierno importe gas a 6 dólares de Bolivia y a 9 dólares de Trinidad y Tobago, y pague muchísimo menos a Nequén. Ssostiene que si recibierna valores similares se podría financiar la exploración.

La opinión de un experto

La Política Online entrevistó al ex secretario de Energía Emilio Apud, sobre el tema:

Si el paro se extiende, ¿podría poner en peligro el desabastecimiento de gas en el resto de la Argentina?

La cuenca neuquina, Río Negro y parte de La Pampa significan más del 70% de la producción de gas en el país. Ahora están amenazando con un nuevo paro de 48 horas para la semana que viene sino tienen respuestas por parte de las empresas. La demanda de los gremios es para que se reactive la exploración, pero si no están dadas las condiciones políticas, ni de contrato, ni de mercado, nadie va a poner plata a pérdida.

Las compañías no exploran porque no están dadas las condiciones. Lo único que se está haciendo es producir, activan las bombas para que salgan el gas y el petróleo, pero no desarrollan, no buscan nuevos yacimientos.

¿En cuánto tiempo se va sentir este problema en las grandes ciudades?

Ahora que empieza el calorcito y, como se puede seguir importando gasoil y fueloil para las centrales eléctricas, aguanta unas tres semanas sin que el sector residencial lo sienta, pero no mucho más. Después va a haber problemas de desabastecimiento. Pero no creo que se llegue a ese nivel. El Estado va a poner plata o va a hacer como hizo con Kraft Foods, obligará a las empresas que les pague los sueldos a los obreros para que levanten el paro. Pero es una medida apresurada y demagógica que sólo sirve para zafar del problema. Es como tratar un cáncer o una pulmonía con una aspirina. No va a durar.

¿Desde cuándo está parada la exploración en Argentina?

La exploración en Argentina está prácticamente parada desde 2004. Las reservas de gas han bajado un 50% desde 2002 hasta hoy. Antes había para 14 años de reserva y ahora sólo alcanza para siete. Si bien se sigue con un nivel de producción alto que ni siquiera alcanza porque se importa de Bolivia. Se sigue sacando gas pero no se repone porque no hay tarea de exploración.

¿Por qué no explora?

Porque con los precios que le reconoce el Estado a los petroleros no les cierran las cuentas. Las inversiones de riesgo las hacen en otro país. Lo que más le preocupa a los inversores son las cuestiones de certidumbre, marcos regulatorios que se cumplan y que se respeten los contratos de mediano y largo plazo. Los empresarios en Argentina están esperando a ver con qué se viene el próximo gobierno porque las inversiones son para décadas, no son del corto plazo. No hay reglas de juego y las que hay no son confiables porque se cambian de un plumazo con un decreto.

Y si no se reponen los yacimientos que se consumen, ¿cuántos años le queda a Argentina para seguir consumiendo gas propio?

Si no se repone, con este consumo, en siete años se acabó el gas. Los pozos van declinando su producción. Si no se vuelve a profundizar, se le inyecta agua o gas, el rendimiento va cayendo. Y en donde antes se sacaba 10 por pozo, pasan a extraerse 5 o 3 con el mismo costo.

Hoy las provincias le reclaman al gobierno nacional que permitan un aumento de los precios. ¿A cuánto debería estar el valor del petróleo?

Hay que buscar un aumento que sostengan los costos, operación, mantenimiento y exploración o desarrollo de gasoducto. El Estado no está en condiciones de seguir subsidiando y es necesario que aumenten porque sino, nos vamos a quedar sin petróleo. Vamos a pasar de un precio ficticio que es el que establece el Gobierno de U$S 42 el barril y U$S el millón de BTU del gas, a los internacionales que están a U$S 70 en petróleo y U$S 7 o U$S 9, el gas.

Pero, no hay este aumento se trasladaría a los consumidores y afectaría al mercado interno…

Y sí. La tarifa del gas residencial está congelada hace 7 años. Eso es una barbaridad. Ahora estamos todos contentos porque se dio marcha atrás con la quita de los subsidios y seguimos con la ficción de pagar cuatro o cinco veces menos que lo que se debe. Lo que pasa es que el Gobierno hizo mal la actualización.

¿Cómo es eso?

Pensó que iba a durar esta fantasía iba a durar con el aumento de los precios de las commoditties y el viento de cola que había por la economía internacional. Una vez que se acaba la caja, subieron 200% y 300% de golpe sin avisarle a la gente y la sociedad no lo toleró, pero el problema sigue sin resolverse y agravándose. Y esos aumentos que escandalizaron tanto, en el caso de la electricidad no cubrían el desarrollo en generación. Así que hay que pensar que tendrían que ser mayores para cubrir toda la descapitalización que tuvo el sector.

Eso sería una medida política de alto riesgo…

Cómo se hace políticamente, no sé. A nivel técnico hay que recuperar lo que no se hizo en siete años. Y si no lo resuelve este Gobierno, le va a endosar el problema a la próxima gestión.

Neuquén quiere precios diferenciales para usuarios de gas

El gobernador Jorge Sapag insistió en Buenos Aires que serán las grandes provincias consumidoras las que deberán pagar un precio "adecuado" del servicio y ratificó que pedirá que los consumidores neuquinos no sean afectados por un aumento.


Al concluir la firma de la carta de intención para construir un gasoducto entre Campo Grande y San Patricio del Chañar, el mandatario nequino dijo que “vamos a defender un precio diferencial para nuestras provincias productoras pero necesariamente le tenemos que decir a la Capital Federal, Gran Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe que van a tener que estudiar seriamente las tarifas para los grandes consumidores, para la gente de altos ingresos, para las industrias y, en fin, para todos los sectores residenciales y comerciales que tienen que pagar un precio adecuado”.

El gobernador recalcó que "las provincias productoras, provincias cordilleranas, provincias de mucho frío que no tenemos grandes extensiones de gasoductos y que tenemos destilerías en nuestro territorio, merecemos precios diferenciales" por el suministro de gas. Añadió que, no obstante, reforzará el reclamo de un mayor precio para el resto del país "sin perder de vista la necesidad de sostener la garrafa social y los sectores de más bajos ingresos".

Sobre las alternativas para mejorar el valor de este recurso, mencionó como ejemplo el programa Gas Plus. Aclaró que los beneficios de esa iniciativa van "a llegar con el tiempo: este año va a ser un millón de metros cúbicos, el año que viene quizás el doble y así se va a ir duplicando año por año".

Sapag agregó que “tenemos que confluir en la discusión y conversación de precios, tarifas y valores boca de pozo. Estos tres temas: cuando hablo de precios, precio de combustible en surtidor; tarifas, tarifa de gas y electricidad; y valores boca de pozo, que en definitiva son los que nos interesan para hacer sustentable la actividad y mejorar los ingresos de las arcas provinciales”.

“Argentina tiene unos precios domiciliarios del gas muy bajos. Creemos que las provincias productoras, provincias cordilleranas, provincias de mucho frío que no tenemos grandes extensiones de gasoductos y que tenemos destilerías en nuestro territorio, merecemos precios diferenciales, pero creemos que el otro 99 por ciento del consumo que no es el 1 por ciento de Neuquén tiene que estudiar a qué precio se vende en su domicilio, sin perder de vista la equidad social, la necesidad de sostener la garrafa social y los sectores de más bajos ingresos, pero no es el cien por ciento de los consumidores”.

Por último, el mandatario neuquino indicó que “las tarifas desde 2001 hasta el 2008 estuvieron congeladas. Entonces, hay que encontrar una salida escalonada, gradual, paulatina, pero actualizar las tarifas del gas porque es un recurso no renovable que se está agotando, sobre todo las reservas controladas. Hay más gas en el subsuelo pero hay que ir a buscarlo y esto requiere grandes inversiones. Y, para tener inversiones, necesitamos que el producto se venda a buen precio”.