Clarín
Después de forzar a Telecom Italia a vender sus acciones en Telecom Argentina, el Gobierno sigue presionando para la formación de un nuevo grupo comprador a su gusto. El binomio Eduardo Eurnekián y Ernesto Gutiérrez acaba sumar el apoyo del poderoso magnate mexicano Carlos Slim, el dueño de la gigante de telefonía América Móvil (que tiene la operadora Claro en el país). La semana pasada, Slim también estuvo reunido con otros interesados: el empresario de transporte y logística Alfredo Román, el ex banquero Martín Ruete Aguirre (que ayudó a Slim en la compra de CTI, luego renombrada Claro) y el ex Quilmes y actual empresario energético Carlos Miguens. Pero la predilección oficial por Eurnekián y Gutiérrez, muy cercano a Néstor Kirchner, habría tallado en la voluntad de Slim, que puso a trabajar a su brazo financiero Inbursa en el armado.
Telecom Italia es dueño de la mitad de Sofora. La otra mitad es del grupo Werthein (La Caja). Sofora, a su vez, tiene 68% de Nortel. Y esta última controla el 55% de Telecom.
En declaraciones a varios medios, Franco Bernabé -CEO de Telecom Italia- valuó en US$ 500 millones las tenencias de su compañía. Gutiérrez y Eurnekian no dispondrían de ese dinero. Y allí entraría a jugar Inbursa, una división financiera del grupo Slim, encabezada por su hijo Marco Antonio.
Los mexicanos le habrían propuesto a Credit Suisse -el banco de inversión designado por Telecom Italia para realizar la operación- una compra apalancada con las acciones de Telecom Argentina como garantía de pago. De esta manera, los US$ 500 millones ni se pagarían cash, sino que los aportaría el intermediario. Eso, al menos, analiza Gianni Stella, el líder del equipo que tiene a cargo el proceso de venta.
El esquema que está en estudio es el de una compra apalancada, junto con un "vendor loan" (préstamo a cargo del vendedor). Inbursa y Credit Suisse juntarían el dinero necesario y le entregarían la compañía al concesionario de Aeropuertos Argentina 2000. A cambio, retendrían una garantía sobre las acciones de Telecom.
Imbursa no necesariamente aparecería en la operación de venta ni como responsable frente a Telecom Italia. La fórmula implica que los adquirentes vayan pagando con las mismas utilidades que genera la compañía que compraron. Telecom Argentina ganó $ 700 millones (US$ 180 millones) en el primer semestre del año. Con dos ejercicios más que obtengan la misma rentabilidad, los flamantes dueños se encontrarían en condiciones de repagar el préstamo contraído.
El nombre del banquero mexicano Fernando Chico Pardo, que conoce la Argentina porque participó de la compra de Bimbo por parte de Fargo, empieza a sonar fuerte. Viejo referente del imperio Slim, en el mercado se dice que está trabajando para Inbursa y Gutiérrez.
En su edición de ayer, el diario La Nación adelantó el interés de Gutiérrez por conseguir un acuerdo con Slim. La posibilidad traería inquietud desde el lado de Telefónica de España. Curiosamente, la participación de los ibéricos en Telecom Italia (son dueños de una sociedad controlante de Olimpia, la holding que comando los destinos de firma italiana) fue el motivo esgrimido por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) para desvincular a los intereses italianos.
En septiembre de 2003, cuando Werthein ingresó en Telecom Argentina, se firmó una opción para que Telecom Italia le pudiera comprar esa participación en diciembre de 2008. Telecom Italia la ejerció, pero Werthein se resistió y presentó medidas judiciales. La CNDC le dio la razón. Eso empujó a Telecom Italia a pensar su salida del país. Telecentro, el fondo Pegasus y el Grupo Clarín se mostraron interesados en esa operación.