iEco Clarín
No sólo en la Patagonia nacen los empresarios del entorno kirchnerista. También la historia los gesta, como demuestra Gerardo Ferreyra, un ex militante de la izquierda de los años 70, que inició su fortuna a partir de 2001, cuando Ricardo Jaime, el ex secretario de Transporte de Kirchner, era funcionario del gobierno de Córdoba.
En aquellos años se inició la empresa Electroingeniería, hoy ganadora de licitaciones en todo el país para transportar electricidad y otras tareas del área energética. Según la denuncia de la Coalición Cívica contra el matrimonio Kirchner por supuesta asociación ilícita, Ferreyra es un eslabón clave de la fortuna alrededor del poder.
"Es un hombre fundamental para entender la sociedad entre el poder económico y político, porque además de aglutinar negocios estratégicos está comprometido políticamente con Kirchner", sostiene el diputado Juan Carlos Morán.
Electroingeniería, que hasta los años noventa era una pyme con 80 empleados, hoy tiene 1.000 empleados y encara obras en todo el país, con una facturación directa, el año pasado, de más de 100 millones de dólares. Ferreyra es a su vez accionista de otra decena de empresas, casi todas del rubro energético, y tiene el 25 % de Transener, la principal distribuidora energética del país.
Otro de los empresarios que se ha enriquecido durante la gestión kirchenista es Enrique Eskenazi, dueño del 51 por ciento del Banco de Santa Cruz. Hoy tiene el 15 por ciento de YPF, tres bancos más y una constructora. Según la investigación de Lucio Di Matteo, su facturación ha pasado de 600 millones de pesos en 2003 a 40.000 millones en 2008.