Urgente 24
Atribuyen la negativa argentina a autorizar el uso de una red de tuberías que conecta a los dos países y que dejó de funcionar hace 2 años, a un interés político.
En la nota publicada hoy en el diario chileno El Mercurio, que se titular "El "no" argentino que complica al proyecto de GNL en Chile", la periodista Marcela Vélez resalta que la negativa de la Argentina se debe a "cuestiones políticas", según consigna el sitio Mendoza On Line.
La nota da cuenta de que la intención de Chile es poner en marcha un proyecto para llevar el gas natural licuado hasta la Región de Biobío a partir de 2010. En una primera etapa tendrá que hacerlo usando camiones tipo termo, una flota de 25 o 30 unidades. Mientras, construye un gasoducto que una a la zona central con el sur del país. Una inversión de US$400 millones, que recién sería sometida a aprobación ambiental.
Explica que esa inversión no sería necesaria si la Argentina le permitiera utilizar la red de gasoductos en la que se invirtieron US$1.600 millones.
Agrega que esta red de tuberías que conecta a los dos países dejó de funcionar hace dos años, cuando Argentina decidió cortar los envíos del combustible a Chile por la mayor demanda interna.
Ante esta situación de inestabilidad en el envío de gas, fue que Chile decidió apostar al GNL, inmediatamente se buscó una vía para que el combustible llegara desde el puerto de Quintero, en la V Región, al polo industrial del sur del país.
Pero Chile creyó que el gasoducto existente, e inutilizado, entre él y su vecino país podría ser utilizado para tal fin, aunque Argentina se negó a tal acuerdo.
"Se propuso utilizar la red en el sentido contrario, pero ellos saltaron, y casi nos pegan", recuerda uno de los participantes de las primeras reuniones, realizadas en el año 2007.
Incluso en ese mismo año y con el proyecto en mente, Chile anticipó que podría enviarle GNL a la Argentina, para ayudarle a satisfacer su demanda interna, aunque el país rechazó la propuesta.
Los chilenos proponían enviar GNL hasta Buenos Aires, y a cambio, Argentina debería inyectar desde Neuquén, en el sur, al ramal del gasoducto que desemboca en Concepción la misma cantidad de gas natural argentino, en una suerte de canje.
"Ya no sería necesario que Chile construyera un gasoducto interno, el que tendría un valor de US$ 400 millones; además, se reducirían los riesgos ambientales que implica su construcción, así como el uso de camiones para el transporte del combustible", sostiene El Mercurio.
"Sería un trato ganar-ganar para ambos países, pudiendo ahorrarse millones en los costos de transporte. Pero en Argentina pusieron un montón de trabas. Alegaron problemas técnicos, alegaron problemas de regulación. Pero lo cierto es que nunca hubo interés", explica un testigo de las últimas reuniones que cita el matutino santiagueño.
Además, el diario sostiene que influye en la decisión de Argentina la falta de previsibilidad que exige el mercado del GNL.
Ruy Varela, presidente de la consultora argentina Sigla, afirma que la propuesta también fue analizada en el mercado argentino. "La idea es buena, porque Buenos Aires tiene una gran necesidad de energía, y Argentina ya está pagando por GNL para la ciudad", explica.
Para este experto, las razones por las que la idea no prosperó son solamente políticas. "Hay una falta de voluntad. Ahí está el gasoducto con Paraguay. Ahí está el proyecto binacional con Uruguay. Montevideo ha presionado mucho para construir una planta conjunta de GNL, pero del lado argentino no ha habido interés político", sentencia.
Pero para el consultor chileno Jorge Quiroz y su equipo, el aparente desinterés argentino tiene un trasfondo más estratégico, sostiene El Mercurio. "Hay señales en el mercado de que Argentina podría retomar eventualmente los envíos de gas. Si lo hace, interferiría con la consolidación del mercado de GNL en Chile", argumenta Jorge Quiroz.
Si se revisan las estadísticas publicadas por la Comisión Nacional de Energía, entre mayo y agosto de este año Argentina ha disminuido los recortes de gas en la zona central en 10%.
"El riesgo es que exportaciones esporádicas a precios erráticos hagan más riesgosa la importación de GNL", agrega el experto chileno.
Esto, debido a que el mercado del gas licuado funciona en un 80% con contratos a largo plazo, lo que requiere tener una demanda estable.
Al haber generadoras fuera del consorcio de GNL Quintero (Colbún y Gener), obligadas a pagar por el uso del gasoducto hasta 2017, la oferta argentina podría interferir con la demanda de compra chilena.