EL SENADO CONFIMÓ LA PRÓRROGA DE LAS DELEGADAS. INCIDENTES
Clarin
El Poder Ejecutivo mantiene la potestad de fijarlas durante un año más. El oficialismo ganó la votación por 38 a 30, con ayuda de tres aliados. Ruralistas protestaron frente al Congreso, enfrentaron a la Policía y fueron reprimidos: dos heridos.
En un clima de tensión dentro del Congreso y con serios incidentes en la calle, protagonizados por grupos de productores agropecuarios que intentaban ingresar a la sesión, el Senado convirtió anoche en ley, por 38 votos a favor del oficialismo contra 30 de la oposición, la prórroga por un año de las facultades delegadas por el Congreso al Ejecutivo, entre ellas fijar las retenciones a las exportaciones agropecuarias. Votaron a favor 35 senadores kirchneristas y tres aliados: Horacio Lores, del Movimiento Popular Neuquino, y los fueguinos María Rosa Díaz y José Martínez, quienes en marzo se fueron del ARI. Estuvieron ausentes, por enfermedad, las senadoras kirchneristas Haydé Giri (Córdoba) , Elida Vigo (Misiones) y por viaje el senador Roberto Urquía. De la oposición, el que faltó fue el radical Norberto Massoni.
Si se compara esta votación con la ocurrida en julio del año pasado por la Resolución 125, el oficialismo sacó dos votos más y la oposición perdió seis ¿Cómo se explica?: Aparte de las ausencias, hubo mudanzas por cambios de bando: votaron con el oficialismo los nombrados Lores, Martínez y Díaz, a la que se agregó la senadora chaqueña Elena Corregido, que se habían opuesto a las retenciones móviles. En sentido contrario abandonaron al oficialismo y se sumaron a la oposición Ramón Saadi y la rionegrina María Bongiorno, que habían respaldado la Resolución 125. Saadi aún no se fue del bloque K, como sí lo hizo Bongiorno, hace dos semanas. Con esta ley, el Gobierno derrotó a la oposición de los bloques de la UCR , el peronismo disidente, la Coalición Cívica y el socialismo. Pero también el kirchnerismo se tomó revancha de la renovada embestida del campo. Representantes de la Comisión de Enlace de las cuatro entidades agropecuarias presionaron primero a los Diputados. Y ayer, un grupo de 300 productores enfurecidos ante la inminencia de la votación adversa forzaron las vallas y fueron reprimidos por la Policía, que les arrojó gas pimienta. El saldo de la refriega fue de dos heridos (ver página 4).
El debate tuvo momentos de fuertes cruces. Los radicales Gerardo Morales y en especial el jefe del bloque Ernesto Sanz aprovecharon para criticar y a fondo a la administración de la presidenta Cristina Fernández. El senador mendocino trató de "inútil" al secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Ironizó sobre "los proyectos faraónicos no concretados: el tren bala, el soterramiento del ferrocarril Sarmiento". Y concluyó asegurando que lo "único que le importa al Gobierno es la acumulación de poder". El jefe del bloque K Miguel Pichetto desestimó los señalamientos opositores y consideró "lógico que el Gobierno fije las retenciones" y les pidió "racionalidad".
La ley sancionada deja en manos del Ejecutivo las facultades que por años el Congreso fue delegando. Y establece la creación de una comisión bicameral que establezca, en un plazo de un año cuáles son las normas que siguen vigentes. Por este motivo, el miembro informante por el kirchnerismo santacruceño Nicolás Fernández, reconoció que el Congreso "está en mora" en el estudio de esas normas, que debían ser revisadas antes de 1999.
Desde entonces, hubo sucesivas prórrogas, la de ayer fue la quinta. Los bloques opositores centraron sus exposiciones en contra en el "uso y abuso de estas facultades". La justicialista disidente Liliana Negre de Alonso calificó las facultades como "uno de los cuatro jinetes del Apocalipsis" y defendió la vía judicial que también siguen las entidades agropecuarias en torno al pedido de inconstitucionalidad. La senadora puntana dijo que "hoy se terminan las facultades delegadas, y se mueren las retenciones". Y que el artículo del Código Aduanero que faculta al Gobierno a fijar aranceles de exportación ya ha caducado, "según lo establece el artículo 76 de la Constitución". En esta línea de considerar a la retención como un impuesto hay recursos que han llegado a la consideración de la Corte Suprema.
El Senado convirtió en ley por un año más la delegación de facultades
Diario Crítica
Por primera vez después de la derrota electoral, en una misma sesión, el kirchnerismo parlamentario puso en juego el corazón de su modelo en dos votaciones: la facultad de fijar retenciones a través de la delegación parlamentaria contemplada en el Código Aduanero y el manejo de los superpoderes. Las retenciones, el fantasma que sobrevoló en el primero de los temas, fue la causa que motivó que 68 senadores estuvieran sentados en sus bancas.
El oficialismo se impuso por 38 votos contra 30: ganó con el voto de 35 senadores propios, a los que sumó el de los senadores de Tierra del Fuego, José Martínez y María Rosa Díaz, y el del neuquino Horacio Lores, del MPN. Sin este acompañamiento, el bloque mayoritario se hubiera asomado a un abismo incierto. Los 30 votos de la oposición se construyeron con los bloques del radicalismo, del socialismo, de la Coalición Cívica y peronistas disidentes, como Carlos Reutemann, Adolfo Rodríguez Saá, Hilda “Chiche” Duhalde, Juan Carlos Romero y Carlos Menem.
De los cuatro ausentes, tres faltaron por razones médicas: la kirchnerista de Córdoba, Haydeé Giri, la misionera Élida Vigo y el radical chubutense Norberto Massoni. El cordobés, Roberto Urquía, se encuentra de viaje en el exterior. Las siete horas de debate hablan de la importancia del tema. La síntesis de esas largas horas estuvo en los dos discursos de cierre que entregaron los jefes de los bloques mayoritarios, el radical Ernesto Sanz y el rionegrino Miguel Ángel Pichetto.
El mendocino hizo una radiografía del Gobierno. Después de repasar los números de la economía real, el aumento del malhumor social, la reducción de los recursos económicos en manos del Estado, el crecimiento de un grupo “de capitalistas amigos que antes no tenían incidencia en su actividad” y de alertar que la mayoría de las provincias están con las cuentas en rojo, el radical les pidió a los kirchneristas que lean el resultado electoral. Para eso recurrió a las palabras de Cristina Fernández de Kirchner. Sanz recordó que el 12 de julio de 2006 al defender los cambios en la ley de superpoderes la actual Presidenta les dijo a los radicales: “La mejor garantía de la división de poderes es que la gente pueda votar cada dos años. No tengan miedo que si con esta modificación del artículo 37 este Gobierno hiciera cosas tan horribles, la gente no lo va a votar, como les pasó a ustedes”. Para que no quedaran dudas, Sanz les recordó a los kirchneristas que el 28 de junio “11 millones de argentinos de un padrón de 15 millones votó en contra del modelo”.
En sus bancas, los oficialistas no ocultaban su molestia. Pichetto pudo devolver el guante. Lo hizo recordando el gobierno de Fernando de la Rúa y repitiendo la acusación del clima destituyente. “Algunos quisieran que el Gobierno se fuera cuanto antes”, dijo el jefe del bloque. Estaba hablando de los sectores agropecuarios que se manifestaron frente a las puertas del Congreso. Los acusó de “querer tomar el Palacio de Invierno”, en referencia a la Revolución Rusa de 1917 que puso fin al zarismo.
Habitualmente alineado con el discurso del orden, Pichetto dijo que “acá cualquiera corta una ruta y hay medios que los amplifican. Son personajes patéticos, en fin”. Hacía alusión al “Melli” Alfredo De Angeli. Fue el único flanco en el que se pudo recostar. No respondió a los argumentos de Sanz, pero tenía los números de su lado. De última, el discurso opositor era el mal trago necesario para imponer la voluntad del Gobierno.