LA HISTORIA SECRETA DE LA ARGENTINIZACIÓN DE YPF
Clarín, Buenos Aires
El presidente de
Repsol admitió que sólo hay una oferta en pie por el 25% de YPF. Se discute el monto de la transferencia.
Antonio Brufau, fue directo en su informe: "En forma confidencial, quiero notificar que oficialmente quedó en pie una sola oferta para comprar el 25% de las acciones de YPF". Así Brufau habló en la hermética reunión de directorio de la petrolera española realizada esta semana en Buenos Aires.
En otras palabras, confirmó que la única oferta firme para adquirir parte de
YPF, corresponde al
Grupo Eskenazi. Jorge Brito, actual director de YPF, hace ya unas semanas desistió de la transacción. Explicó que su grupo financiero no está dispuesto a invertir en una empresa que no va a controlar. También argumentó que no fue alentadora la experiencia de otro grupo financiero,
la Caixa, en YPF.
Eduardo Eurnekian nunca hizo una oferta propia; siempre formó parte de la propuesta del grupo
Banco Macro.
Clarín ratificó la trastienda de la negociación para "argentinizar" YPF en tres calificadas fuentes. Una de la propia YPF, otra del Grupo Eskenazi y la restante fue un importante funcionario de la Casa Rosada.
Igual Brufau —en la hermética reunión de YPF— decidió no responder algunas inquietudes del directorio. Habló de la "confidencialidad" pactada en la operación y de la responsabilidad que le habían dado los accionistas para llevar adelante en forma personal y secreta la "argentinización" de YPF.
Por eso evitó nombrar con precisión y con todas las letras al grupo Eskenazi. Pero sugirió claramente a sus colegas del directorio que ese holding es ahora el único oferente. Brufau lo notificó después de estar en la Casa Rosada. Se lo dijo al ministro de Planificación Julio de Vido y esa información anoche estaba en poder del Presidente
Néstor Kirchner.
El Gobierno —además— tenía el dato por una cuestión: Roberto Baratta es secretario de Coordinación de Planificación y también director estatal en YPF.
Brufau, en cambio, fue explícito frente al directorio cuando habló de la cotización que tiene YPF. Ocurrió cuando debió aclarar, en el encuentro del directorio, los dichos en Madrid del flamante número dos de la compañía.
Miguel Martínez —de él se trata— afirmó que las acciones en venta cotizaban unos 10.000 millones de dólares y generó un revuelo. Brufau primero defendió a su segundo y dijo que nunca hizo tan disparatada afirmación. Así señaló: "Fue una errónea interpretación y difusión de los bancos". Ya hace un tiempo, Rafael Estrella, el embajador de España en Argentina, desmintió el anticipo exclusivo de Clarín sobre la propuesta de "argentinización" de YPF y después la realidad desdijo al diplomático.
El problema es que hay mucho en juego y algunos quieren torcer las cosas para beneficio propio. Para los accionistas españoles, la petrolera en la Argentina tiene un valor actual de 14.000 millones de dólares. En otras palabras: para adquirir el 25% de las acciones, el grupo Eskenazi debería desembolsar 3.500 millones de dólares.
Repsol reclama ese monto porque hace un tiempo hizo una evaluación de sus activos a través del banco
Walrous. Es una entidad estadounidense, especialista en el negocio petrolero mundial. Ahora trabaja para la negociación de la venta de acciones con un consorcio de bancos integrado por
Goldman Sachs, UBS y Citigroup. El trío de bancos es el agente financiero oficial para llevar adelante la negociación con los Eskenazi.
El banco internacional que trabaja con el holding argentino es el Creditt Suisse. Antes, la Unión de Bancos Suizos asesoraba a Britos. Para Enrique Eskenazi, la valuación de YPF en la actualidad se ubica sólo entre los 10.000 y como máximo en un techo de los 12.000 millones de dólares.
En otras palabras: el precio de la compra de YPF que proyecta es sensiblemente inferior a lo que reclama Brufau y se ubica en el orden de los 2.500 millones de dólares. Argumenta que YPF perdió reservas y tiene el valor de sus ingresos subvaluados por la política de precios oficial.
La diferencia de valores puede ser un obstáculo que frene la transacción. Sebastián Eskenazi, quién lleva adelante la negociación, viajó a Madrid para plantear esas diferencias.
La cuestión es seguida minuciosamente por el
Grupo Bulgheroni. La intención de los dueños de Bridas es aparecer en escena si el cierre de la venta a Eskenazi tiene problemas.
Sólo en ese caso,
Carlos y Alejandro Bulgheroni quieren liderar un consorcio con los "nuevos petroleros" y hacer una oferta alternativa.
Pero hasta ahora la oferta firme de compra es del grupo Eskenazi. Está avanzada y consistiría en estos puntos centrales:
• Se hará un pago al contado inicial para comprar, en forma directa, el 25% de las acciones.
• Ese pago al contado equivaldrá al 15% del precio que se fije. Aun hay diferencias fuertes sobre la cotización, que pueden complicar la negociación final. Eskenazi habla de 250 millones al contado y Repsol de 350 millones.
• El comprador tendrá financiación del resto de la transacción, otorgada por un consorcio de grandes bancos internacionales. Los bancos internacionales financiarán el 85% del valor la transacción.
• El préstamo tendrá, como garantía prendaria, a las acciones.
• Esa deuda se cancelará en 10 cuotas.
• El grupo argentino podrá adquirir más acciones de YPF, cuando se coloque el 20% en el mercado internacional.
• Así, en un período no mayor a un año podría obtener el 45% del paquete accionario.
• Repsol le transfiere al comprador la administración de los activos en
Bolivia y en Venezuela. Repsol quiere reducir riesgos en América Latina y salir de países convulsionados.
• Esa transferencia se hará si la "argentinización" logra mejorar la rentabilidad en Argentina. Precisamente, se pagaría con utilidades.
• La operación petrolera de la compañía queda en manos de Repsol de Madrid.