PROMOCIÓN DE LOS BIOCOMBUSTIBLES

Nuestro país ya cuenta con un instrumento legal que progresivamente tendrá un papel importante en la economía y en la producción energética. Se trata de Ley de Biocombustibles, la cual fue reglamentada días pasados y que establece una serie de condiciones y plazos que podrán contribuir al desarrollo de la producción de granos y a su transformación en combustible.

Con esta norma, el país toma por primera vez con seriedad la necesidad de producir combustibles renovables. La norma establece que en 2010 será obligatorio incluir en las naftas un 5% de bioetanol y un porcentaje similar de biodiésel deberá estar presente en el gasoil. De esta manera, y mirando al futuro, se tratará de ir trabajando en la sustitución gradual del petróleo, la principal fuente de energía del siglo veinte.

Esta disposición legal establece un sistema de promociones para que se invierta en biocombustibles destinados al mercado interno. Además, refuerza las posibilidades exportadoras del país. La Argentina es el principal exportador mundial de aceite de soja. En gran medida, esta materia prima es usada en otras sociedades para producir biodiésel. La inversión y la producción de biocombustibles en el país ofrecerá la posibilidad de exportar, entonces, un producto con valor agregado.

La promoción de energías alternativas al petróleo, de naturaleza renovables y con un menor costo, ya es de por sí un dato positivo para la economía nacional. Además, en un contexto como el actual, en el cual los granos tienen una cotización en alza, el biocombustible puede transformarse en un producto de exportación que proporcione ingresos significativos a nuestro país.

Con la reglamentación de la Ley de Biocombustibles, el país ingresa a la era de la energía renovable. La norma tendrá impacto en el mercado interno y podrá ayudar a la exportación de un producto con valor agregado.