DEL PRECIO "SOLIDARIO" A OTRO DE MERCADO
(Clarín, Buenos Aires)
Las importaciones de gas de Bolivia se habían iniciado en la década del 70 y se mantuvieron constantes hasta fines de 1998.
Cuando afloró la crisis energética a principios de 2004, la administración kirchnerista volvió a comprar gas por medio de un acuerdo "solidario" que le permitió pagar un precio inferior a los del mercado internacional. La importación se reinició con una compra diaria de 5 millones de metros cúbicos y a un precio promedio de US$ 1,60. A principios de 2005, se elevó la cantidad a 7,7 millones de metros cúbicos diarios y el precio pasó a US$ 2 por millón de BTU. Luego del desembarco de Evo Morales en el Palacio Quemado, el valor del gas volvió a aumentar a US$ 3,20.
Durante el 2005 se importaron de Bolivia 1.720 millones de metros cúbicos por los cuales se pagaron US$ 192 millones. Ahora, con el aumento en juego, Argentina deberá desembolsar una suma adicional de US$ 109 millones anuales.
Por distintas razones, el acuerdo que cerrarán Néstor Kirchner y Evo Morales es seguido con atención desde Brasil y Chile.
Brasil—que importa casi 30 millones de metros cúbicos diarios de Bolivia— no ve con agrado que Argentina acuerde primero un nuevo precio del gas. El Gobierno de Lula quiere dilatar su negociación con la administración boliviana y hacer valer su mayor poder de compra para que el precio suba lo menos posible.
En tanto, Chile se mantiene expectante por un doble motivo. Por un lado, espera el resultado del acuerdo para ver qué sucederá con los envíos de gas que recibe de Argentina para atender la demanda residencial e industrial. Y por otro lado, analiza como contrarrestrar los aumentos en el precio del gas importado que le aplicaría el Gobierno argentino para compensar los mayores valores que se pacten con Bolivia.