ES URGENTE LA CONSTRUCCIÓN DE LA LÍNEA COMAHUE-CUYO
(Gabriel Llano, ex diputado nacional)
La ley Nº 18522, que propicié junto a otros legisladores nacionales mendocinos, tuvo por objeto instrumentar las medidas necesarias para la pronta concreción del Plan Federal de Transporte Eléctrico en 500 kilovoltios y, en particular, auspiciar la integración de esfuerzos entre los generadores del área Comahue y las provincias de Mendoza y San Juan para la realización conjunta de la Línea Comahue-Cuyo y del primer tramo Mendoza-San Juan de la Línea Cuyo Noa (línea minera).
En rigor, al momento de la presentación de la ley, ya se contaba con aproximadamente el 70% del financiamiento de Comahue-Cuyo, que llega hasta Mendoza.
Ello mediante los recursos correspondientes al Fondo Fiduciario para el Transporte Eléctrico Federal y a los fondos Salex (Excedentes por Restricciones a la Capacidad de Transporte). La norma persiguió garantizar el destino de esos fondos.
Dichos recursos provenían de la renta de las mismas líneas que se querían cerrar en anillo (Comahue-Buenos Aires y Córdoba-Mendoza).
El primer tramo de la línea minera, es decir Mendoza-San Juan, no tenía fondos recaudados para su ejecución.
Sin embargo, por razones de solidaridad regional, atento a la crisis energética que podía provocarse en San Juan debido a la mayor demanda eléctrica derivada de nuevos emprendimientos mineros, se incluyó en la ley, con el financiamiento existente para la Comahue-Mendoza, al primer tramo de la minera (Mendoza-San Juan).
¿Cómo debía construirse la línea? Obviamente debía comenzarse desde Neuquén, donde está la oferta, o sea las grandes generadores de electricidad.
El gobierno nacional, por razones de baja política (amiguismo con el gobernador de San Juan), hizo las cosas al revés: decidió comenzar la ejecución de la línea por San Juan.
Para los intereses de Mendoza, esa errada decisión nacional -que extrañamente no despertó reclamos en el gobierno provincial- puede tener consecuencias perjudiciales.
La mayor demanda originada por la actividad minera provocará un mayor factor de nodo, agravando la saturación en la línea Centro-Cuyo. Suministrarle energía a San Juan desde Mendoza, sin haber cerrado el anillo eléctrico entre el Comahue, Buenos Aires, Córdoba y Mendoza, muy probablemente provocará deficiencias en el servicio en nuestra provincia.
Por esta razón, hoy es más urgente y necesaria la construcción de la línea Comahue-Cuyo. Más allá de los “retos” del ministro De Vido.
Tampoco debemos perder de vista los beneficios que conlleva la ejecución de la línea:
1- Mayor confiabilidad: la Región de Cuyo está vinculada al SADI (Sistema Argentino de Interconexión) sólo por un vínculo de características radiales, la línea Centro Cuyo que desde Córdoba llega a la Estación Transformadora Gran Mendoza, lo que implica un bajo nivel de confiabilidad, con propensión al colapso de la región frente a ciertas contingencias, tanto de la propia línea, como en otros sectores del sistema interconectado de 500 kv que opera en el resto del país.
Estos inconvenientes prácticamente desaparecen a contarse con otra línea de 500 kv que abastece a la región desde otro punto de alimentación (Comahue).
2- Mayor calidad de servicio: La doble alimentación, además de otorgar mayor confiabilidad, mejora sensiblemente la calidad del servicio al disminuir la cantidad de cortes del suministro.
3- Menor precio de la energía: en principio hay una doble razón para que se verifique esta situación: la disminución del factor de nodo por mayor confiabilidad y además que se posibilita que la energía del Comahue (el polo energético más importante del país) pueda competir en el mercado eléctrico de Cuyo, lo que se traducirá inevitablemente en una disminución del precio. Para el Geeac, la baja alcanza un 20,5% y la disminución del costo anual de abastecimiento de las distribuidoras mendocinas llega a 13 millones. Para Hinisa/Hidisa, estas disminuciones son del 6,15% y de 4,3 millones, respectivamente.
Lo dicho en este último punto debería compensar un eventual aumento en las tarifas para el financiamiento del porcentaje que le cabe a la Provincia en la construcción de la línea.
Además, por medio de la ejecución de la línea Comahue-Cuyo, se aportan soluciones a la potencial crisis que afronta el sistema eléctrico argentino otorgándole una mayor seguridad. La misma se obtiene a partir del cierre del Sistema Argentino de Interconexión, limitando la posibilidad de producir un colapso que afecte al resto de las provincias argentinas. Es por ello beneficioso para el sector eléctrico en su conjunto.