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Economía
EL SUPERCICLO DE COMMODITIES REVELA OTRA ONDA LARGA DEL CAPITALISMO
16/08/2005
Economía

EL SUPERCICLO DE COMMODITIES REVELA OTRA ONDA LARGA DEL CAPITALISMO

EL Cronista Comercial
Jorge Castro
El superciclo de commodities revela otra ?onda larga? del capitalismo

El salto de productividad en EE.UU. y el auge de la inversión china, revelan el inicio de un nuevo proceso de expansión capitalista. El crecimiento de la economía mundial y el de la demanda de commodities son un solo movimiento estructural.

Por primera vez desde la Revolución Industrial, la demanda de todos los commodities crece al mismo tiempo.

Jorge Castro


China reemplazó a los Estados Unidos como el mayor consumidor mundial. La República Popular es el primer consumidor de granos, carne, carbón y acero y pierde frente a EE.UU. sólo en el petróleo. En el año 2004, China consumió 64 millones de toneladas de carne, EE.UU. 38 millones. El consumo chino de acero es más del doble que el de EE.UU.: 258 millones de toneladas contra 104 millones en el 2003. Aunque el consumo estadounidense de petróleo triplica el chino ?20,4 de barriles diarios versus 6,5 millones en el 2004?, el consumo en China se ha duplicado y la demanda allí crece por encima del 9% anual, mientras que en EE.UU. lo hace a una tasa del 4% en el año.

La participación crucial de China en el mercado mundial de commodities también se manifiesta en el hecho de que la velocidad del incremento de su consumo supera ampliamente al resto del mundo. Entre 1990 y 2003, el auge del consumo mundial de petróleo fue del 13%, en China del 81%; el de acero inoxidable creció en el mundo 48%, en China 806%; el del cobre global aumentó 39%, en China 423%; el incremento del cemento en el mundo fue 52%, en China 227%.

Los últimos tres años muestran, pues, una nítida modificación de la naturaleza del mercado mundial de commodities. En primer lugar, al convertirse China, no EE.UU., en el principal consumidor mundial. Es la primera vez en la historia del capitalismo, desde la Revolución Industrial en adelante, que la demanda de la totalidad de los commodities crece al mismo tiempo, granos, minerales o energéticos. Hasta ahora, cuando crecía la demanda de uno caía la de los demás; aumentaba la demanda de granos y se hundía la de minerales y energéticos; y así sucesivamente.

En los primeros 6 meses de este año el crecimiento de la economía china fue de 9,5%; repite así la performance del 2004. Estas cifras de excepción no son muy distintas del promedio de 9,4% anual de crecimiento económico que tuvo desde el comienzo del proceso de reformas y vuelco al capitalismo (1978). Si este es el crecimiento promedio de la economía china, en los últimos 25 años en la industria sucede algo sustancialmente mayor: el producto bruto industrial chino creció entre mayo del 2004 y mayo del 2005 un 16,6% anual.

La transformación cualitativa del mercado mundial de commodities indica que el alto nivel de crecimiento económico del mundo, que este año repite el del 2004 ?a su vez, el nivel más alto de los últimos 30 años, a pesar de un precio del petróleo superior a 60 dólares el barril?, no tiene un carácter cíclico sino estructural. Revela una nueva forma de acumulación global.

Tanto EE.UU. como China, los dos motores de la expansión de la económica mundial, presentan tasas de crecimiento económico más elevadas que las respectivas tendencias de crecimiento de largo plazo, que a su vez se expanden sin cesar. Esto es el resultado del incremento excepcional de la productividad en EE.UU., que amplía su capacidad de crecimiento potencial, y del extraordinario nivel de la tasa de inversión interna y externa china. La tasa de inversión interna fue del 47% del PIB en el 2004 mientras que la IED, en su mayoría industrial, superó los 60.000 millones de dólares, con una tasa prevista similar este año.

Lo que ocurre en el mundo es que los dos motores de la economía mundial tienen tasas de crecimiento por encima de sus tasas de crecimiento potencial, pero, en el mismo momento y por el mismo motivo, esta se expande cada vez más.

Esto indica, en síntesis, que la actual etapa expansiva de la economía mundial y el crecimiento de la demanda de commodities son un solo y mismo movimiento estructural. El salto de productividad en los EE.UU. (el incremento de los últimos tres años ?4.4% anual?, el más alto en 52 años), y el auge extraordinario de la inversión externa e interna china, están arrastrando al mundo muy probablemente a lo que sería históricamente la cuarta onda larga de expansión capitalista desde la Revolución Industrial.

Estos ciclos seculares de carácter estructural, tienen una duración promedio de 40 o 50 años. El último, previo a este, fue el que concluyó con los shocks petroleros de 1973 y 1979, tras haber desarrollado 30 años gloriosos de crecimiento de la economía norteamericana, europea, japonesa y, por extensión, mundial. Este proceso de expansión, que comenzó con el ingreso de EE.UU. en la Segunda Guerra Mundial (en esos años, el PIB estadounidense creció 10% anual promedio), siguió con la recuperación de Europa a través del Plan Marshall y con el auge japonés, a través de su propio Plan Marshall que fue la Guerra de Corea (1950-53). Esta onda larga, la tercera de la historia del capitalismo, comenzó a agotarse a fines de la década del 60 y concluyó con los shocks petroleros de 1973 y 1979.

Luego de 20 años de reestructuración de la economía mundial y de absorción de la revolución tecnológica, impulsada fundamentalmente por los EE.UU., sumada al vuelco de China al capitalismo y a la globalización, lo que está ocurriendo, según parece, es la fase inicial de una nueva onda larga, la cuarta de la historia del capitalismo.

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