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OPINIÓN
Escribe Daniel Bosque: La coronagrieta que faltaba
MINING PRESS/ENERNEWS
31/03/2020

DANIEL BOSQUE*

El discurso y el método, diría Descartes. La Argentina se sumergió otra vez en las últimas horas en su incurable ruiderío político y social, ahora en medio de la cruzada nacional contra la pandemia que ya sumó un millar de enfermos detectados y 24 muertos. El consenso que había logrado Alberto Fernández, quien se puso al hombro del operativo federal de contención de contagios, ha mostrado fisuras en las clases medias y altas, las que además de la zozobra por sus vidas están preocupadas, terrenalmente, por el devenir de sus patrimonios.

Dos datos que se hicieron virales (por las redes sociales, no por el germen de Wuhan) horadaron la confianza al gobierno en un sector de opinión de la sociedad para que la famosa grieta reviviera con furor:

1) El bochorno, inevitable, por la exhibición de centenares de miles de humildes apiñados frente a cajeros bancarios del Gran Buenos Aires y de todo el país, que hizo sospechar angustiosamente de la eficacia de la cuarentena. El ABC1, en la desigual Latinoamérica y otras latitudes del mundo, se lava las manos y alcoholiza la piel respetando encierros, mientras que los “más vulnerables” como se los llama ahora, marchan a pie, de cara al virus. Confundidos, como todos porque la OMS, una suerte de FIFA de la salud por sus potestades y desvaríos, que va, por ejemplo, de la mascarilla sí a la mascarilla no. Mejor no googlear cómo aplaudía entre la primavera y comienzos de año la emergencia sanitaria de Xi Jinping, menos en estos días en que la China saneada es un gran misterio por el origen y el número de muertos e infectados.

2) Segundo dato: la embestida del estresado presidente argentino contra los empleadores privados, un colectivo que viene golpeado por los dos últimos años desastrosos del gobierno de Macri, al cual el aislamiento preventivo forzoso lo complica en diversas formas y magnitudes. Está claro, no tiene la misma espalda un pool de empresas que las sacrosantas pymes, desde ayer enfrascadas en vituperios al gobierno. Alberto y su equipo salieron a cortar el juego y eligieron el mejor blanco. Techint, factótum de la industria, la construcción y la energía del país, ajustó la plantilla de obras públicas impagas y el brulote presidencial del lunes se sumó a la perdigonada del domingo.

“Es hora de ganar menos” “miserables”. Los epítetos se volvieron un boomerang por las redes, que donde hay caldo de humor generan movidas y pueden crucificar, sobre todo si hay tiempo libre y angustias para repartir. En pocas horas, el mix oportuno de Luis Lacalle Pou anunciando la baja de salarios de los tres poderes públicos de Uruguay para formar un fondo contra el virus, se mezcló con la remake de la movida #QueSeBajenLosSueldos que ya se insinuara a fines de Macri pero que ayer se plasmó en un caceroleo en segunda citación.

Somos argentinos y nos pierde la tentación por la vanidad, sería una explicación para el traspié, otra la tensión y el procuro de autoridad a través de gestos crudos. El último mensaje dominical de Fernández, anunciando el aislamiento plus hasta el 13-A, estuvo bordado por un giro en su estilo dialéctico. Llamó la atención el Yo-Yo, un atisbo de temprano exitismo, cuando la temible trepada epidémica recién se insinúa, junto a la admonición al mundo empresario con epítetos ríspidos.

El pasaje más dubitativo de su mensaje, en el que buscó acudir a sus papeles, fue el referido a los paliativos para las pymes. No se trata de un déficit comunicacional, frente al parate imperativo que ha mandado a la casa a millones de consumidores y trabajadores para cuidarles la vida, aparecen los límites de la realidad. El domingo a la noche, Alberto sabía, a través  de los gobernadores, de las dificultades en la cadena de pagos, los límites prácticos a la blandura bancaria y la perversa escalada en precios de alimentos, un deporte argentino.

Fe de erratas a AF: Ni Argentina es un modelo elogiado de cuarentena porque sobre todo en el área metropolitana y en particular en el conurbano bonaerense los controles son laxos y no pueden contra la informalidad y el hacinamiento, ni fue el primer país de la región en aplicar el aislamiento preventivo: aquí comenzó el 20-M, en Ecuador el 12, en Paraguay el 15,  en Perú el 16, en Chile 18. En todos los países, como en el resto del planeta, pasarla en casa tiene una consecuencia. En la Argentina, el consumo ha caído, en esta quincena entre un 50 a un 85% y las cámaras mercantiles revelan que siete de cada diez empresas cerraron sus persianas porque el comercio electrónico no es para todos y todas. 

Como otras medidas de pasado reciente o no tanto, la primera cuarentena argentina fue lanzada como se arman los asados aquí. Uno trae la carne, otro las ensaladas y después pedimos un helado, leña y carbón siempre hay, vamos viendo. Pagos de impuestos, regímenes laborales, atención bancaria, tránsito de personas, han sido objetos de ensayos y errores so pretexto de la emergencia. La feria de la AFIP, que apagó las luces pero no movió vencimientos es un producto típicamente argentino. “Quedate tranquilo, dice el contador, ya vas a ver cómo van a mover los plazos, no son ningunos b…”. La benemérita extendió su gran moratoria recién hoy 31-M, como para darle más emoción a contribuyentes ahorcados.

Hay otras formas de hacer las cosas. En Perú, a sólo cuatro horas de vuelo (metáfora que no corre hoy),  la implacable SUNAT el mismo día que se anunció la cuarentena movió los vencimientos de los impuestos. Claro que el resto es otro,  empresarios y  funcionarios de Jorge Vizcarra coinciden en que “por suerte la parálisis nos tomó con la caja llena”, lo que permite lanzar un paquete de US$ 26.000 millones (un 12% del PBI) para paliar las economías de pymes, microempresas y trabajadores. Claro que la economía peruana proyectaba crecer un 5% y probablemente caiga a cero, mientras que Argentina aspiraba al 0% si podía pedalear su deuda y ahora caerá -5%.

Techint ya tuvo sus desencuentros con Macri, el año pasado, cuando a instancias del FMI le quitó los estímulos fiscales en Fortín de Piedra, la estrella 2018-2019 de Vaca Muerta.  El holding tiene espaldas para subirse al ring y soportar que hoy el diario más pro gubernamental haga tapa con cómo creció en medio siglo a caballo de subsidios y preferencias de todo tipo. El gobierno salió a matar este leading case temiendo el efecto contagio, pero en la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) ya cuentan más de 400.000 obreros parados. Nación y provincias dejaron de certificar obras y la menguada inversión privada se complicó por las presiones sindicales para desactivar a los trabajadores.

Gerardo Martínez y la CGT lo sabían y  venían acompañando porque la crisis es profunda. Además, si son miserables los que despiden qué queda para YPF, que obliga a las contratistas a ajustar sus plantillas”, se quejaba un alto referente empresario. La petrolera de bandera vive horas aciagas con su desplome en las bolsas. Cuando asumió este gobierno valía US$ 10 en N.Y. y hoy vale menos de US$ 4. La guerra del crudo entre saudíes y rusos ha devaluado el barril y sorprendido a la Argentina con su joya de Vaca Muerta paralizada y fuera de escala. El superávit de gas fue efímero y este invierno volverá la importación, a US$ 4/MBTU. Mucho más barato que los escandalosos US$ 19 que pagaba Julio De Vido, cuando en el mundo valía US$ 11. "La demanda de naftas se redujo 80%, con caídas de 70-75% a excepción de CABA, con algo de mayor movimiento. El gas oil tuvo impacto de 60% y se moderó a 40/50%", reseña el conocido analista Daniel Gerold. Sobra combustible por todos lados y no hay donde almacenarlo, así el futuro de las refinerías se complica.

No es el único sector productivo en problemas. La minería terminó en una parálisis en metales y no metales. Para cámaras y gobiernos provinciales, que ahora intentan asimilar y reconducir el proceso, fue un arrebato sindical producto de pujas internas en la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) que está costando al país no menos de US$ 11 millones por día y que pone en peligro a miles de empleos de empresas de servicios.

Excepto para el padrón del 26% de la población activa que depende de fondos públicos, la prolongación de la cuarentena será muy complicada. Y el caceroleo de uno y otro lado puede llegar a ser ensordecedor. El reclamo de un gesto de la plutocracia política es una crecida que arrastra de todo, como el subirse a la ola de Juntos por el Cambio para bajarse un 30% de ingresos, cuando no dijeron nada en 2016-2019 y ni mu hace días cuando Sergio Massa les habilitó US$ 1.500 por cabeza para combatir la pandemia.

Hoy el network argentino está que arde, con loas y agresiones de todo tipo. Para un espectro ideológico es el neoliberalismo que destruyó el país y ahora vuelve, para el otro es es populismo que terminará con todo. En el medio está la vida real de laburantes que trabajan y dan trabajo. Como es el caso de Carlos, un empresario metalúrgico santafecino de vieja militancia peronista, quien me hizo llegar su angustiada catarsis, una de las tantas que me llegaron desde las pymes en estos días:

"Para dejar en claro a todas y todos que, PRIORIZO "la vida", a "la economía" y "la vida" a "la muerte" aunque también "la vida" dependerá de que las Pymes y sus trabajadorxs, no mueran antes. Por eso, quiero trasmitir, un fuerte "GRITO DESDE EL INTERIOR PYME" porque deseo despertar al gobierno que elegí por convicción ideológica, a que no utilicemos banderas Pymes, la enarbolemos y queden a media asta. 

1) Me jubilo éste año...,

2) El producto de nuestra PYME, no lo desfavorece ni el mercado nacional, ni internacional..., 

3) Es Coronacoyuntural...

Por tanto, no pienso en nosotros, "SINO", en las nuevas generaciones que hoy desesperan. Porqué? Porque pasan los días, se comunican medidas y para quienes históricamente fueron las generadoras del 70% de la mano de obra y de un alto porcentaje del PBI industrial, "NO aparecen en ningún listado específico".

Agotamiento, es la palabra que se siente por haber arriesgado, haber apostado al trabajo, contratando personal, generado nuevos negocios, y más empleos (actos que personalmente amo y razón por la cual, aún lo hago desde hace 45 años) Deseo aportar algo de lo que conozco, amén de que fui parte de gobiernos locales en años duros de la Argentina.  ¿El gobierno sabrá la desazón y el temor que genera a las Pymes, NO PODER pagar los sueldos, NO PODER cubrir los cheques, NO PODER pagar los alquileres...?

Soy PYME por dónde me miren, y las personas con corazón de PYME, podrán entender a lo que me refiero. No podremos pagar impuestos..., impuestos que el Estado necesita para paliar el mal que nos aqueja. Esas Pymes golpeadas, heridas de muerte y aniquiladas por Macri, estarán obligadas a cerrar y las calles se seguirán inundando de desempleados. Es tremendo y real, no profético.

Al Estado le digo gracias por cuidarnos a todas y todos, pero, como lo vivo y sé que este gobierno es integrador e inclusivo..., ahora pensemos juntos ¿cómo salimos de ésta? ¿Es un hueco que no se ha visto jamás? Sé las medidas para Pymes, no lo dudo, pero éste es un gran y grave orificio abierto. Simple ejemplo de hoy: 1°, las grandes empresas no fueron a certificarle las obras, por el Coronavirus; 2°, los municipios, provincias..., los departamentos de obras no trabajan, y no podemos facturar los trabajos ejecutados, y 3°, cadenas de cheques que depositamos, son devueltos sin fondos. Entiendo que todas y todos las empresas, hemos sido desbordadxs, por eso aporto, datos críticos hacia dónde creo debemos apuntar y encontrar soluciones con medidas del Estado. La síntesis, es un gran problema para las Pymes. Porque las medidas del gobierno, se estrellan con las exigencias bancarias, tan absolutas e injustas como parte las injusticias absolutas de un sector de la Justicia Argentina. No duermo pensando qué hacer cuando empiecen a entrar los cheques, los que, sin cobranzas y sin ventas, no podremos cubrir, pero tampoco duermen los empleados porque ven, el producto de su trabajo sin poder entregar. Y los ahorros que tenían destino de ampliar producción?, los utilizamos para sueldos. Y lamentablemente, para la AFIP, somos EMPRESARIOS. 

Las Pymes no son, lo que muchos creen. La mayoría somos soñadores, que todo lo que ganamos lo invertimos, y nuestros sueños son contratar más personal, comprar innovadoras máquinas herramientas, registrar marcas, nuevos diseños, patentes nacionales e internacionales..., todo, para intentar alcanzar los sueños, porque los sueños cumplidos, terminan dando trabajo y bienestar a muchxs argentinxs. Esto sí, no es rebatible, porque es historia.

Estamos yendo hacia un cambio total de la economía mundial, la situación camina a ser crónica, y mi pregunta es: ¿El Estado argentino desea salvar a las Pymes, o el acuerdo con el mundo global, es otro? Necesitamos saberlo para tomar decisiones, sin que antes, otras decisiones, terminen con nosotr@s. 

Préstamos pyme 24%: Se dispararon las consultas y banco…

Volvió la grieta con todo y el único que puede tender puentes es Alberto, aunque la política quedó en la picota. «Mi esposa debe estar por encima de toda sospecha. No sólo debe ser honesta, sino parecerlo», dijo Julio César al divorciarse de Pompeya. En la vida pública 2020 algo así parece naif mientras se encienden las redes, que un día aplaudes y otro te indignan, según tus preferencias tribales. Una fuente del gobierno me decía anoche que no preocupan estos reclamos desde los balcones y ponía como ejemplo a Jair Bolsonaro, al que todos los días desde hace un mes le hacen bulla de repudio por su negación del coronavirus y ni se mosquea.

Aún ante el acecho de lo peor no cesan nuestras pasiones. El pánico por enfermarse, sufrir y dejar este mundo puede ser sufrimiento para unos y también una fuente inagotable de poder para otros.

La muerte al fin nos igualará, como decía Jorge Manrique, en el Siglo XV, cuando la Peste Negra se había llevado a su padre y a un tercio de los europeos: “Estos reyes poderosos, que vemos por escrituras ya pasadas, con casos tristes, llorosos, fueron sus buenas venturas trastornadas. Así que no hay cosa fuerte, que a Papas y Emperadores y Prelados, así los trata la Muerte como a los pobres pastores de ganados”.

*Director Mining Press y EnerNews


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