DANIEL BOSQUE*
Inesperado es poco. Hace una semana todo el arco no peronista se persignaba ante la presunción generalizada de que Cristina arrasaría Pero la larga vigilia de las PASO terminó en una fiesta amarilla y el mensaje desaforado de la temible líder en el horario cultural de las cuatro de la mañana, como decía Les Luthiers.
Mientras Jaime Durán Barba espera que abran los bancos para cobrar su bonus, las insólitas PASO que no eligieron a nadie pero abrieron un escenario difícil de desatender, han dejado un par de mensajes.
- Los votos "no blindados" hoy no son de nadie y existen tantas dudas en la calle con respecto a la eficacia del gobierno como en cuanto a las intenciones de quienes predican que "vamos a volver".
- Mauricio Macri hace tiempo que dejó de ser un nene de pecho y todo lo que le reprochan sus contendores es lo sufrió en carne propia cuando se le burlaban por su extracción pituca. El manejo a cuentagotas de los resultados es algo sobre lo que el peronismo ha escrito manuales, pero anoche tuvo que digerir.
- Lo que los políticos llaman "la gente" o "la sociedad" dieron un modesto mensaje: CFK no convence del todo en el promedio del país (a pesar de que en sitios del conurbano gana por afano) pero reclama al gobierno del cambio que aumente la dosis del bienestar. Si quiere evitarse zozobras como las del 13-A. Algo muy difícil de garantizar sin caer en más déficit fiscal, para desesperación del liberalismo ortodoxo.
- Si lo que pasó fue duro, en términos de tensión social, sindical y política, lo que viene será terrible. A Cristina, no tan imbatible ahora, le esperan más jueces y fiscales y a Macri más huelgas, cortes, bloqueos y escraches. El discurso notablemente anti sistema de CFK cuando ya casi todos los televisores estaban apagados no es una nota menor. La Argentina, el peronismo y el kirchnerismo tendrán que metabolizar como puedan a un liderazgo de buena parte de la sociedad que defiende al terror mapuche y a la dictadura de Venezuela, dentro del menú de sus proclamas.
Todavía falta octubre y lo peor que le puede pasar al gobierno es creer que ganó algo, por el contrario estaba para el cachetazo y ayer vio una luz salvadora. Han sido 19 meses muy duros como dijo el exultante presidente ante los flashes, pero los 29 que le quedan no serán un picnic.
Pero hoy disfruta del alivio de saber que sus biólogos habrían encontrado la vacuna para combatir al kirchnerismo duro de matar.
*Director Mining Press y EnerNews