DANIEL BOSQUE*
La noticia ya está en todos los portales del mundo, porque la corrupción viaja rápido. Bastante, como se vio desde el domingo pasado, cuando estalló el Panama Papers.
El joven valijero pidió varios vasos de agua para poder seguir con su largo recitado de conexiones, en la incomodidad del despacho judicial. Decime qué no es cierto, se pellizcan en las mesas de café mientras vuelan los memes burlones o tronantes. Los presuntamente intocables Cristina Fernández de Kirchner y Julio de Vido son los flamantes imputados de la ruta del dinero k.
Más que del Veraz, las complicaciones de quienes hasta ayer manejaban cuentas públicas, leyes y muchedumbres en el país, parecen surgidas de una novela de Raymond Chandler: Cómo caen los presuntos hampones por su afán de juntarse y contar con denuedo el cash money.
No ha sido una semana fácil para Mauricio Macri tampoco: no pudo festejar la persecución de jueces y fiscales a antecesora y familia, porque el expediente Mossack Fonseca lo ha dejado, como a miles de poderosos, ricos y famosos del mundo, bastante iluminado.
Lo puede decir su colega David Cameron: los Panama Papers arrancó siendo una furibunda tapa de The Guardian sobre Vladimir Putin por sus US$ 2.000 millones negros y termina la semana con manifestantes frente a Downing St. 10, pidiendo la renuncia del premier UK.
En la lluviosa Buenos Aires, el chorrometro está a full y a cada bofetada de un bando le sigue la recíproca. Como los files de las últimas horas del sindicalista y dirigente bostero Roberto Digón sobre manejos de Mauricio cuando Boca Juniors ganaba todo o sobre los negocios de Franco Macri con la aseguradora AON, allanada, también por Sebastián Casanello, por supuestos fraudes con los ferrocarriles.
La reacción tardía frente a su figuración en el sonado listing mundial no fue la mejor receta. El peor daño que le han infringido los papeles panameños al presidente argentino es haberlo pegado en expedientes y en el imaginario popular a su padre, de quién se mostraba distanciado, pero con quien tuvo génesis empresaria y primera fortuna.
La espeleología camporista seguramente seguirá divulgando viejas y nuevas historias, desde los tiempos de Socma y Sevel. Macri off shore no es una buena etiqueta y la TV licúa todo, desde su amistad con el magnate Joe Lewis hasta su hermanazgo espiritual con Nicolás Caputo. Los ricos también lloran, pero son un blanco perfecto en tiempos de duros ajustes. No es buen tiempo para estar sospechado, cuando los tarifazos, que Alfonso Prat Gay promete que cesaron, le han secado el bolsillo a los más vulnerables.
El miércoles 13 no será un día más y todos los porteños que puedan tratarán de evitar el centro de la ciudad. Demasiado escarnio, calor y dengue han soportado La Cámpora y los acólitos de Cristina que llenaron la plaza y lloraron en su despedida, para no presagiar una tormenta. En la lógica militante, mientras más ruido haya afuera de Comodoro Py, menos coraje tendrán los magistrados para disponer el temido arresto de su jefa. Al revés del futbol argentino, la indagatoria de CFK en Retiro se jugará sólo con público visitante.
Libre o presa, la imputada es dueña de una jefatura que hoy no encuentra partido. A sus ex escuderos, José Luis Gioja, Daniel Osvaldo Scioli y siguen las firmas, la renovación peronista les ha sido casi regalada por el acoso a la ex presidenta.
¿Esto es un show o el comienzo de un proceso de insospechadas consecuencias? El chiste es seguramente conocido por los lectores: el sujeto llega al cielo y Dios tiene en su despacho decenas de relojes con distintas horas; las manecillas avanzan según el grado de corrupción del país; pregunta por la de Argentina; lo tengo de ventilador de techo responde el Creador.
Las aspas a todo lo que dan están despeinando a unos cuantos. Esto no es ni mani pulite ni lava jato, dicen los columnistas de la prensa porque comenzaron a desfilar a la gayola los coimeros, pero hay un mutis de todo el sistema sobre los empresarios y empresas coimeadoras.¿Seguirá así el escenario o habrá más noticias para este boletín?
Por lo pronto, es imposible mirar el porvenir de Cristina, entre Devoto y su 17 de Octubre, sin pensar, pese a cerradas desmentidas, en el Tiempo de Revancha de unos cuantos. El que ríe último, suele reír mejor.