"Cámpora al gobierno, Perón al poder" (consigna del FREJULI en las elecciones de marzo de 1973)
(Por Daniel Bosque*) En su obra “Plantas Medicinales Autóctonas de la Argentina”, el médico Jorge Alonso ilustra sobre los yuyos argentinos que curan dolencias digestivas. El jujeño Eduardo Fellner, el sanjuanino José Luis Gioja y el bonaerense Daniel Scioli bien podrían acudir al bálsamo de las hierbas tradicionales para digerir la cantidad de sapos que se vienen tragando en el relampagueante ascenso de La Cámpora.
El reciente meeting de Tandil los devolvió a sus provincias con la clara conclusión de cómo serán los 12 meses que restan hasta octubre 2015. No importa lo que piensan y murmuran en la intimidad, por lo menos hasta las PASO, el PJ que hoy prefiere llamarse públicamente FPV ha decidido alinearse con los muchachos de la Presidenta y evitar todo tipo de trifulcas con quienes hoy ostentan poder y manejan fondos públicos, aunque su techo electoral difícilmente perfore el 30%.
Scioli, el que más mide, y al que los ultrakas quisieran ver bien lejos, viene pregonando entre los hombres de negocios su “continuidad con cambios”, aunque sin precisar qué hará con las minas de detonación que le está dejando esta gestión. Sus colegas gobernadores, hoy menos liberales que el ex motonauta, también deberán definirse en el futuro sobre el país y el peronismo que imaginan post CFK. Dos preguntas que hoy inquietan a un buen arco de la sociedad tras las recientes novedades legislativas.
Los números no cierran, la inflación se come los bolsillos y el gobierno nacional acaba de cesar vía escrache a Fabreguita, aquel festejado domador del potro blue que ahora tendrá que pasar por tribunales para explicar qué hacía su hermano en cuevas ilegales. Sus vencedores, Alejandro Vanoli y su jefe, el super Axel Kicillof han salido prestos a juntarse con los popes de los negocios con mensajes claros: no habrá devaluación, tenemos la Ley de Abastecimiento, no hagan locuras.
Como en otras tormentas y frente a debutantes pretéritos, los banqueros, agro exportadores e industriales optan por escuchar y hablar poco, para después mudarse a un café cercano a cambiar impresiones. Eso es mejor que hablar por teléfono, todos sospechan que César Milani y sus muchachos, que acaban de recibir un refuerzo presupuestario de $ 32 M, los espían por el celu.
Las primeras medidas ya están en la calle. Los bancos subieron las tasas por encima del 22%, y seguirán prestando en torno al 40. Y el pressing hacia el campo es a todo o nada, para que liquiden los US$ 6.000 M que hay en los silos bolsas, a razón de US$ 700 M/semana, con el dólar futuro de $10. O se lo quitamos, vía cualquiera de las fórmulas que por ejemplo, imagina Carta Abierta. Los gusanos de soja, de tanto esperar, han perdido hasta un 10% por las lluvias inclementes de El Niño y otro un buen pedazo por el desplome de los precios en Chicago, pero el campo, como todo mortal argentino apuesta a las devaluaciones por venir. El otro dinero a capturar por el gobierno provendrá de la licitación del 4G, del manoteo a los encajes bancarios, entre otros rubros.
En la otra punta del país, vale la pena ver la euforia insular que abriga Neuquén con su famosa Vaca Muerta. En la exposición petrolera del IAPG de la semana pasada todo fue promesas de negocios, como ocurrió con la minería a mitad de la década pasada, antes que esta actividad entrara en un impasse exploratorio y se ralentara la contrucción de nuevas minas. “La soja ya fue, lo que viene son petróleo, minería y vacas, que tienen que volver a poblar la pampa” se escuchaba decir en el eufórico foro de hidrocarburos.
Mientras, el Congreso Nacional comenzó a despuntar la letra chica de la Ley de Hidrocarburos, con sorpresitas para las provincias, como el canon y el off shore y otras, que llevaron otra vez al debate al MPN neuquino. Jorge Sapag, Paco Pérez, Martín Buzzi y otros saben de las nada sutiles presiones recibidas para firmar el nuevo acuerdo petrolero.
La norma que se re repartirá la renta petrolera demandará más horas y cafés de filtro que la reforma al Código Civil, que pasó como una ráfaga con sus 2670 artículos votados y aprobados en solitario por la bancada K. Casi a libro cerrado, fiel expresión de la democracia copy and paste que hoy tiene la Argentina. Tras los epítetos fáciles de chavismo lanzados sobre Cristina y su delfín Axel, lo que más preocupa a los inversores, contestes el no arriesgar hasta diciembre 2015, es la aspiradora de divisas del Estado, que absorbe US$ 8 de cada 10 del mercado y no tiene otra que sentarse sobre las divisas.
“El dólar contado con liqui es legal pero estamos contra los abusos” ha dicho Vanoli en su marca a presión sobre Bolsa, bancos y empresas, sin desmentir que a falta de inversiones habrá mucha, pero mucha emisión.
Mientras que Debora Georgi y su jefa Cristina Kirchner se han aplicado a una teoría: hay una exageración de malas noticias y el establishment encanuta oferta para enfriar el consumo y complicar al gobierno. Este 2015 cerrará con 625.000 automóviles en la calle, versus 950.000 del año pasado. La carestía y el temor a endeudarse es un detalle lo mismo que las dificultades de las terminales como de todo el tejido fabril para ingresar insumos. Una tranquera que la Secretaría de Comercio no puede abrir porque significaría erogar US$ 5000 M. El anecdotario de cualquier importador es inacabable, sobre tretas, sobadas de lomo y propinas 10% promedio para liberar contenedores de la Aduana.
La cuenta es sencilla: habrá que pagar en 2015 vencimientos de deuda por US$ 15.000 M, más importación de GNL y electricidad por US$ 10.000 M, en tanto se avisora un superávit comercial que en el mejor de los casos será de US$ 6.000. Previsiblemente, dicen en Wall Street, la Argentina pagará a los fondos buitre y según el tándem La Cámpora-FPV volverá la inversión y el crecimiento. Abonan la teoría con un dato de la realidad: los activos argentinos, en el tercer cumpleaños del cepo cambiario y monetario, valen menos que en la región.
“No somos Venezuela y estos turros están equivocados si creen que nos quedaremos sin papel higiénico”, dice uno de los líderes de la fulgurante agrupación K. Puede ser, pero tal como están las cosas, de aquí hasta 2016 lo mejor será caminar con el tujes bien pegadito a la pared.
*Director de Mining Press / Enernews