Por Daniel Bosque, director de Mining Press

Curiosidades de la vida. Unos cuantos amigos a los que les pedimos testimonio de sus vivencias en estos últimos diez años de la minería argentina, asociaron la idea con la letra del tango Volver (“que 20 años no es nada…”). En la vereda de enfrente, un periodista español decía que los argentinos podríamos contar nuestra edad como los perros. Que es tan ardua e intensa la vida aquí que sería lícito multiplicar años por siete. Si fuera así, Dios mío, Mining Press ya tendría 70 años.

Ni una cosa ni la otra, desde aquel 5 de mayo de 2003 en que www.miningpress.com comenzó a propalar su mirada de las cosas mineras (y no mineras) pasaron 3.650 días frescos y novedosos. Quien no es periodista o a quien no lo conmueve el género noticioso, suele encontrar en el relato de los medios un aura de repetición. “Esto ya lo ví, esto ya pasó”, suelen decir espíritus descafeinados en su dejà vu sin fin. Otros lectores, resultan más instrumentales. “Sólo leo, miro o escucho aquello que me hace falta para el trabajo”, sostienen con un instinto de especulación y practicidad encomiable.

Hasta estos unos y otros precisan, aunque lo nieguen, de la sensualidad de la noticia, del packaging ameno, de la vuelta de rosca de la historia que resulte capaz de arrancarles una reflexión o una sonrisa.

¿Y de dónde sale este divague? preguntará usted, que abrió estas páginas para saber algo más de minería. Licencias de fin de década del editor, asociaciones libres. En un cónclave de medios especializados en CAEM, un colega hoy retirado soltó sobre la mesa: “Nosotros venimos de la actividad minera, por eso sabemos de lo que hablamos”. Mining Press, inútil es ocultarlo, nada que ver: venimos del periodismo puro y duro, y por eso fuimos aprendiendo de minería a medida que la contábamos, lo mejor posible. “Ustedes son puro titular efectista, pero no saben nada de la vida”, nos lanzó un día un funcionario fastidiado más por los dardos que por el estilo. Como si el esfuerzo del ingenio fuera a estafar al público lector, el mamífero que cuando quiere desarrolla el mejor olfato del reino animal. “Todos los titulares posibles están en los textos de la Biblia, en las letras de los tangos o en los discursos de Perón”, decía un viejo maestro de redacciones al que invoco con frecuencia. Pero el style no siempre es una coartada, a veces es la esencia misma. ¿Podríamos haber nombrado de otra forma momentos únicos de los que fuimos testigos?:

+Chau Moyano, otra vez será (cuando el camionero debió abandonar San José)

+Carne de cogote a la riojana (por la traición de la política riojana a la minería)

+Sonría, lo estamos filmando (por la foto de Greenpeace en la cárcel de San Juan)

+Pueblo Chico, Infierno grande (la audiencia de San Jorge en Uspallata)

+Un zafarrancho patagónico cocinado en Buenos Aires (por Chubut versus Repsol)

+José Luis, el llanero minero y solitario (cuando Gioja defendía en soledad al sector).

+Nos habíamos amado tanto (ante el divorcio CASEMI-OFECASEMI)

+Aunque lo tapemos con un poncho, el sol siempre está (a nuestro amigo, Jorge Mayoral)

+Decime que no es cierto (en los desaguisados del gobierno con la energía)

+Impuestazos, mixtas, crisis y los vivos de siempre (por la Peralta Tax Mining)

+El Far West asola a la minería de Santa Cruz (sobre el apriete gremial a la actividad)

+El diario de Iri-Kirchner (en los problemas de las mineras para exportar).

+Crecer de golpe (hace poco, ante la brutal caída de los metales).

¿Cuántas noticias publicó el Mining en estos 10 años? Preguntó un amigo en estos días. Respuesta: sólo en nuestra edición on line de Argentina ya soltamos 220.000 informaciones. Estamos contentos de haber transpirado la camiseta. En estos 120 meses de periodismo especializado en minería no fuimos los mejores, pero sí fuimos los primeros, más de una vez, en anunciarle al sector lo que acababa de pasar:

+La venta de PRC, de Tea a Rio Tinto. Y la venta de PRC de Rio Tinto a Vale.

+La aprobación del Informe de Impacto Ambiental de Pascua Lama, Casposo, Agua Rica y Gualcamayo.

+Las leyes antiminería de Río Negro, Mendoza, La Rioja, Córdoba y otras provincias.

+El traspaso de Cerro Negro a GoldCorp.

+El aumento de las retenciones a concentrados y metales.

+Los 33 mineros chilenos, cuando quedaron sepultados y en su vuelta a la vida.

+El fin de la libre liquidación de divisas a la minería.

+El oro rondando los US$ 2.000 y la plata a US$ 53.

+La muerte de Soria y la resurrección en Río Negro, el mea culpa de Beder en La Rioja.

Etc, etc. Lectores más memoriosos recordarán otras primicias, otros momentos de nuestro vínculo. En los que mantuvimos la vigilia junto al sector: en las minas y proyectos de exploración que avanzaban o retrocedían, en las legislaturas del país que encendían la cuestión minera, en la PDAC, en Chile y Perú, en los debates a fuego por el agua, la renta, los glaciares, las empresas mixtas, el compre local o la sustitución de importaciones.

Y además, opinamos mucho, y tomamos partido en estos años. A favor del desarrollo minero en la Argentina, tan neciamente resistido.

En estas 520 semanas hemos debatido, hacia adentro y hacia afuera, sobre cómo hacer minería y cómo hacerla apta para todo público. Y nos congratula hoy saber que, con nuestros pequeños pies, hemos marcado una senda y sugerido un rumbo.

Ustedes son opositores al gobierno disfrazados de periodistas. Nos dijo en cierta ocasión un empresario de obvias simpatías. No, permítame explicarle, somos proactivos de la minería bien hecha y mejor promovida, y allí donde hay alguna disfunción creemos que hay que detenerse. Por eso nos habrán escuchado hasta el cansancio decir que en estos años de bonanzas en los mercados, la minería aquí fue lejos, pero podría haber llegado mucho más allá.

La minería, dicen los más veteranos de esta industria, es una larga maratón, una travesía de los desiertos en la que a veces, como ahora mismo, la meta, el oasis refrescante de la recompensa, parecen lejos. Hoy, este ciclo de baja nos trae un mensaje de perseverar y una invitación a revisar qué hicimos bien y qué no tanto en los años en los que el péndulo estaba por la otra punta.

En nuestro 10º Aniversario, no tenemos otra cosa que hacer que agradecerle a nuestro público su confianza, su esperarnos cada día para ver qué le decimos desde nuestro modesto sitial. Muchos de ellos hoy nos han prestado su pluma para dejar sentado cómo vieron, qué les pasó o cómo analizan este decenio de subas y bajas. Muchos otros quisieron estar, por fatales razones de espacio no pudimos recoger su voz.

Quienes quieran hacer minería y quienes deseen hacer negocios con esta actividad tendrán en Mining Press su fuente y su tribuna, como en el irrepetible curso que pasó.

Gracias a todos (y todas). Un abrazo