Así están las cosas en el país minero. De Norte a Sur y de Sur a Norte. En un sector que ha crecido, tanto en magnitudes macro como en la ambición y en la visión de quienes lo inspiran. Pero que sigue tratando de dirimir un viejo dilema nacional: Ser o no ser un país minero.
Por Daniel Bosque - Director de Mining Press
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Finalmente no pasó nada con la milenaria profecía maya que pronosticaba el fin de los tiempos para el 21-12-12. Y la minería, en la Argentina y en el Globo, como tantas otras actividades, tendrá que seguir pensando cómo va a sobrellevar cuestiones mucho más terrenales que los negros designios del Yucatán.
Volátil, es la mejor palabra que encontraron los analistas en el año bisiesto que se fue para definir el tembladeral de los precios de minerales y metales y del valor de las empresas que los acuñan. ¿Parece exagerado? Ver sino el ruido de sables en las cúpulas de gigantes Barrick, Newmont, AngloAmerican, Goldcorp y ni que hablar de Xstrata-Glencore, cuya megafusión estuvo a punto de naufragar por la rebelión de accionistas, los grandes y los no tanto. Es que indignados no sólo hay entre los parados o los subprime victims de España o EE.UU. Se cuentan por miles entre los shareholders que piden la cabeza de los boards que han hundido sus papeles y dividendos. Como en el futbol, equipo que no gana cambia de coach y por eso los altos managers de las mineras podrían hoy formar un club de damnificados.
En las mineras médium y junior el desparramo ha sido total. Descapitalización y desfinanciamiento han sido la constante en Toronto, Vancouver, Londres, N. Y. o Sydney. La pizarra no ayuda: el oro terminó el ejercicio prácticamente como lo comenzó, orillando los US 1.700 y la plata recuperó parte de lo que había perdido a fines de 2011, pero lejos de los 50 y tantos la onza. Los gurúes, citados cada día por la prensa mundial, distinguen entre los metales preciosos - a los que siguen dando un valor refugio inspirados por los fuertes atesoramientos de los bancos centrales – de lo que ocurre en los metales básicos, en los que ya sugieren el fin de un superciclo. China mueve la aguja, si crece, si no tanto, si deja de hacerlo como se preveía.
El cobre tiene sus semanas mejores y peores pero US$ 3.60 no es un mal pronóstico para 2013 según Cochilco, que suele acertar en sus augurios para el metal rojo que hoy se mueve al compás de la demanda del dragón. El hierro, después de haber rozado el paraíso a comienzos de 2011, con casi US$ 200/ton, vivió una caída libre que le devoró el 50% de su valor. Los más agoreros dicen que la ralentización china podría llevarlo en unos meses a US$ 50. Para BHP Billiton, Vale y Rio Tinto, poco menos que una catástrofe.
Miles de kilómetros más al Sur, en estas pampas pletóricas de soja, poco se sabe del poco halagüeño horizonte minero global. Todavía hay quienes creen en el establishment vernáculo que la minería es la panacea que, cual San Cayetano, traerá Paz, Pan y Trabajo, para Todos y Todas, como diría la Presidente de la Nación. Esta protagonista estelar de la vida nacional bien podría haber recibido el premio “Minera del Año”, porque hubo un antes y un después de su visita a Cerro Vanguardia y del par de claras definiciones mediáticas en las cuales, como nunca antes en la Historia del país, se puso la cuestión minera al hombro al declararla estratégica e imprescindible. Cristina y su team no son románticos y decidieron ponerle palabras a lo que la economía hace tiempo le pone números: 5% del PBI, US$ 6.000 millones de exportaciones ¿US$ 20.000 millones de inversión?
Before & After. Por encima de las prédicas ambientales y antiimperialistas de Bonasso, Solanas, Carrió, Artaza y Cía se abrió un nuevo tablado, en el que las mineras (y su apetecible cash flow) son amadas y festejadas por la política. “Qué tanto discutir la renta minera, lo importante ahora son las empresas mixtas” desafió a sus anfitriones el eterno Jorge Mayoral el 7 de mayo en Salta. Agarrensé que ahí vamos, en otras palabras.
Antes y después de esa comida, como en la propaganda del protector hepático, los socios del todavía pequeño club minero le vienen diciendo a las provincias y a la Nación: “Sí quiero, casémonos que vamos a ser felices”, como si con eso se acabaran los calvarios. Pero en los últimos 12 meses la minería ha vivido en el país todo tipo de sobresaltos: fin de la liquidación libre de divisas, la chapuza interminable y memorable que forzó a su pronta liquidación, encaje obligatorio de fondos externos dispuesto por el BCRA, el impedimento de la misma entidad para remesar utilidades a las casas matrices. Por sólo hablar de lo que dispuso la administración nacional.
A esto, hay que sumarle el factor de carestía que supone la inflación en dólares (el metro de perforación es más un 30% más caro que en Chile y un 50% más caro que en Perú) y la presión impositiva. Y la presión impositiva: Daniel Jerez y Hugo Nielson, en su “Análisis de las Cuestiones Tributarias de la Minería en Argentina” consideran que el sector en Argentina es el más gravado de la región (52% de lo que genera).
Curioso es el paisaje que hoy disfrutan las mineras en el país. Saborean un respaldo y un protagonismo que ya hubieran querido tener sus antepasadas y tienen ante sus ojos a la Organización Federal de Estados Mineros (OFEMI), un émulo de la liga petrolera OFEPHI, parida y bautizada al calor de los embates en Famatina y Andalgalá. El ente interprovincial hoy concentra la mayor de las expectativas y, aunque no ha mostrado proactividad en el diseño de políticas ya es el “lloradero” de las mineras cuando tal o cual cosa no les sienta bien. Crédito tiene: si esta mesa hubiese existido, la Ley de Glaciares no habría prosperado, suelen decir los mineros.
PROVINCIAS UNIDAS
Pero en OFEMI, reiteran las compañías y las cámaras que los agrupan hay de todo. Jujuy, que preside el ente desde la línea de largada, ya puso con su estatal JEMSE dos mixtas en acción, con Orocobre y Lithium Americas, con lo que destrabó dos proyectos que tienen entre sus socios a Toyota y Mitsubishi, nada menos. Todos contentos, como dicen los chinos, porque la provincia capitalizará resignando regalías y al octavo ejercicio pasará a a ser un socio pleno con utilidades genuinas.
Su vecina Salta dice que no la tienta este modelo y que prefiere un marco más propicio para atraer capitales. Cosa insólita, la provincia suena tan bien, a pesar de su déficit ferrovial, que el Fraser Institute la situó entre los destinos más seductores para radical capitales. “Nos pilló justo este valle de la minería mundial, cuando tenemos Lindero, El Quevar, Taca Taca, Río Grande y otros proyectos a punto de caramelo”, se quejaba el secretario Minería, Ricardo Salas. Mientras, la provincia muestra su potencia no metalífera, con FMC, Borax ahora en manos de Orocobre, la incipiente actividad de Ady en Salar de Rincón, entre las más destacadas.
En Catamarca, la minería aporta el 60% del PBG provincial. La provincia es la primera productora de cobre y carbonato de litio de la Argentina y la segunda de oro. Los recursos financieros provinciales son cada vez más dependientes de los ingresos provenientes del sector minero. En 201, por regalías mineras y utilidades de Alumbrera la provincia recibió unos US$ 120 millones, cifra mayor a lo que recauda la provincia por impuestos provinciales, equivalente a un 10 % del presupuesto provincial.
En 2012, el nuevo gobierno del FPV y Lucía Corpacci realineó a la provincia en un mensaje prominería imprescindible si no quiere sufrir el gap que significará, al cabo del próximo lustro, el fin de Alumbrera. Ordenada Andalgalá y otros municipios inquietos, bendecida una fórmula para un mejor derrame en la provincia del que hubo hasta ahora, la pelota está en el tejado de la política local: CAMYEN, la nueva mixta catamarqueña es una incógnita. No sólo por lo que hereda o no de su pretérita Somica sino porque aún no se sabe qué quiere y cómo lo hará. Hay pistas, claras. “La minería será mixta o no será”, dice el influyente ministro Angel Mercado. “Nos gusta el modelo sanjuanino, con fideicomisos incluidos” acota su esposa mandataria. Peter Marrone, CEO de Yamana Gold, no cree que el valle de precios en los metales vaya a impedir el desarrollo cuprífero de Agua Rica, el gran proyecto-promesa que su empresa cedió a sus socios de Alumbrera, Xstrata y Goldcorp. Estas dos no son tan afables: “el espíritu de discutir la renta minera con la provincia y de asociarnos con el Estado nos parece atendible, pero hay que ver los números cómo cierran”, dicen, con la prudencia del caso. Otro intríngulis es el futuro de YMAD, sostén en su medida de los números catamarqueños y sobre la que no faltan, en el concierto de la provincia, quienes quieren echarle el guante o cambiarle el formato, como se vio con la iniciativa de que la interestatal pague regalías.
La Rioja Minera es hoy más proyecto que nunca, tras el traspié de Osisko-EMSE en Famatina, un hito al que la movida antiminería soñó con transformar en el comienzo del principio del fin de la industria minera en el país. La biblioteca del sector está dividida entre los que dicen que Luis Beder Herrera tuvo un fallo garrafal al ensayar su proyecto minero en un ícono de los opositores al sector, que terminaron bloqueando la exploración. Tozudo, el mandatario riojano afirma que persistirá tentando a la inversión en sus 20 proyectos atractivos. Mientras la UCR y sectores antis procuran bloquear cada paso en ese sentido, como con los amparos judiciales presentados a comienzos de diciembre por permisos mineros en Laguna Brava, el gobierno continúa con su campaña de difusión en las escuelas y en la sociedad mientras sugiere que podría reformar la Constitución Provincial para dejar sentado allí una participación del 30% del Estado en la renta minera futura.
En San Juan el año no ha sido de los más exuberantes y el año cerró con capacidad ociosa entre las contratistas y dadores de empleo minero. El rediseño del manejo de las obras de de Pascua Lama, más cara y más lenta según se confirmó, ha dejado tantas expectativas como reclamos. Barrick sigue aportando, con el oro y plata de Veladero, el 34% del PBG provincial y con Casposo (Troy) y Gualcamayo (Minas Argentinas) sigue teniendo un protagonismo en el aporte a los números sanjuaninos, viables como nunca antes en el último medio siglo. Hacia fin de año comenzaron a confirmarse las presunciones: en esta provincia que abanderó al auge explorador, los metros perforados serán muchos menos. Y esto no sólo es menos trabajo para quienes desarrollan prospectos y proyectos: Pachón, Altar y Los Azules, las tres promesas del cobre, a menor velocidad son una mala noticia para el gobierno de José Luis Gioja, que pretende ver antes del fin de 2015, al menos otra mina en la fase de construcción. El cambio en la percepción de las regalías (netas del 3%) y los fondos fiduciarios o fideicomisos para obras de infraestructura (energía, agua potable, basura, etc) es el modelo exportable de la provincia, pero este año comenzó a insinuarse un “síndrome Catamarca”: municipios que malversan o mal utilizan los fondos mineros por carecer de auditorías fiables o planes eficientes de gestión. En noviembre, el giojismo impuso en su cómoda Legislatura una reforma al régimen de Minas Vacantes (que ahora volverán por 180 días al estatal Instituto Provincial de Exploración y Explotaciones Mineras, (IPEEM) en su Código de Procedimientos Mineros, con lo que rompe el principio de equidad que inspira a la legislación argentina.
Sigue vigente, como otra gabela, la alícuota del 4x1.000 a la facturación de los proveedores mineros, para un Fondo para Promoción de la Minería (US$ 4,40 millones en 2012) sobre el cual la cámara local muchas veces cuestionó su utilización.
Al Sur, Río Negro volvió al redil de las provincias mineras pero la administración del ex PI Alberto Weretilneck no demuestra demasiado dinamismo en la vuelta de la actividad, más allá de la china Sierra Negra que parece ajena a cualquier debate nacional o provincia, como se vio en la vigencia de la pronta liquidación de divisas que tanto encolerizaba a las exportadoras de minerales (cuesta pensar que Argentina pueda sancionar a una empresa de semejante socio comercial). Gustavo Ferreyra ha dicho que “no hay apuro” por Calcatreu y que “no tiene el volumen suficiente para conformarse en un emprendimiento”. Mientras tanto, a tono con los tiempos que corren, la Legislatura rionegrina creó la Empresa Minera Rionegrina (EmiR SA). Con capital estatal mayoritario, se dedicará al “estudio, exploración, explotación, transporte, almacenamiento, industrialización y comercialización de las sustancias minerales y sus derivados, con el objeto de promover el desarrollo de la minería rionegrina”.
El culebrón de Chubut, mientras tanto, se devoró todo el año y ríos de tinta y de discursos. Al cierre de la edición todavía era incierto si el tratamiento del Nuevo Marco Regulatorio para la Minería y el Petróleo (que terminó desdoblado, a principios de diciembre, por el reclamo petrolero y de Comodoro Rivadavia), o Ley Buzzi, sería tratado en deliberaciones en sesiones extraordinarias. Pocos imaginaron que la tan esperada rehabilitación de la actividad en la provincia, tras la Ley 5.001 surgida tras el affaire Esquel, sería fuente de semejantes controversias y devaneos. Martín Buzzi y Oscar Cretini desde Petrominera, defendieron un modelo que, además de mixto, a juicio de las mineras es supertributarista y compromete los números de cualquier operación. Entre las compañías no hubo unidad de criterios: mientras unas pregonan “que salga cualquier ley, que después peleamos por su reglamentación” otros cierran filas alrededor del rechazo. El borrador del marco no ha gustado en el seno de OFEMI (que sí aplaudió, por ejemplo, lo hecho por Jujuy con el litio) y deja en vilo a proyectos importantes como Navidad (Pan American Silver), uno de los depósitos argentíferos más importantes del mundo, el rosario de propiedades de uranio de la Meseta Central y el reciclado proyecto Suyai, el rediseño a subterránea más traslado en camión y tratamiento extra yacimiento con que Yamana Gold intenta poner en valor los respetables recursos del Cordón de Esquel.
Santa Cruz es un tema aparte y daría para escribir varios libros. Pocas geologías tan prolíficas en depósitos y minas low cost de oro y plata hay como ésta en el mundo. Las minas en operaciones, Cerro Vanguardia, que aumentó su producción y extendió su vida útil, Manantial Espejo y San José-Huevos Verdes, significan hoy el 15% del PBI provincial. La minería, la segunda actividad productiva detrás del petróleo, multiplicó sus proyectos 34 veces desde los ’90. La inversión aumentó otras 20,5 y las exportaciones otras 4,3.
Pero sobre el Macizo del Deseado y geografías circundantes está la política de una provincia dinamitada por el desmanejo financiero y el enfrentamiento versus la Nación. El resultado han sido las intentonas del gobierno de Daniel Peralta para arañar cualquier tipo de renta a la minería. Aumento de regalías (“que deberían trasladarse a todo el país”, Peralta dixit), “impuesto inmobiliario minero”, la “peralta tax mining” o carga del 10% a la transferencia de activos mineros. El peraltismo está hoy en minoría en la Legislatura, los 18 diputados de “La Cámpora” le bochan las iniciativas fiscalistas, para alivio momentáneo de las mineras. Pero un puntal del bloque camporista, el empresario del transporte Leonardo Álvarez fogonea junto al sindicato de Camioneros e influyentes aliados el más vergonzoso apriete que ha vivido la minería en este país con los cortes de ruta y copamientos a minas y proyectos para obligar a contratar transportes que cuestan 10 veces más. El resultado ha sido, de cara a esta temporada estival, la caída a mínimos de los programas de exploración. Las mineras no quieren tomar riesgos ante un cuadro de precariedad política y asfixia económica del Estado provincial y de descontrol de la seguridad pública en el cual los gremios pueden imponer sus acciones salvajes. Una de las últimas fue la que sufrió la construcción de la mina Cerro Negro, de Goldcorp.
“Quedamos entre varios fuegos y a la deriva. El gobierno nacional sabe todo lo que ocurre y dice que no puede hacer nada, los políticos santacruceños necesitan dinero ya, a cualquier costo”, describe uno de los asociados a CAMICRUZ. Hay quienes desafían la ley de la gravedad, como Patagonia Gold, quien comenzará a colar oro en Lomada de Leiva mientras le apunte a COSE y Cap Oeste, siempre con Fomicruz, pionera entre las mineras estatales de las provincias que ya comenzó a renegociar porcentajes de participación en sus joint ventures de exploración (hasta el 19%, como en La Josefina, de Hunt Mining). Pero otras exploraciones y proyectos, con todos estos batifondos, prefieren ir despacio.
Así están las cosas en el país minero. De Norte a Sur y de Sur a Norte. En un sector que ha crecido, tanto en magnitudes macro como en la ambición y en la visión de quienes lo inspiran. El sector (ver recuadro) coincide con el gobierno nacional en el gran impacto que podrían tener unos US$ 22.000 millones de inversión en el país. La apuesta inicial es que maduraran de acá al 2016, pero el cumplimiento de este plazo hoy parece poco menos que imposible.
Aún en esta fase de “paños fríos”, nadie próximo a la minería duda hoy que esta industria vaya a seguir creciendo en el país. La pregunta más importante pasa por el terreno de las certidumbres. En el reciente discurso por el Día del Petróleo, el súper funcionario Axel Kicillof atribuyó la caída de inversiones 2012 en el país a la crisis de la economía mundial. En la minería, en cambio, existe un consenso de que la Argentina algunos rumbos debe corregir para saldar este viejo dilema nacional: Ser o no ser un país minero.
ABECEB/CAEM: EL ENORME IMPACTO POTENCIAL
Hay números que impactan por su magnitud. ¿Qué podría llegar a pasar en la economía argentina al ponerse en marcha Navidad, Los Azules, Pachón, Agua Rica, El Quevar, Cerro Negro, Potasio Río Colorado, Pascua Lama, entre otros proyectos?
El informe de la consultora Abeceb para la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) es contundente:
+ El Valor Agregado o PBI de la minería a precios corrientes pasaría de $ 18.229 M en 2011 a $64.121 M, lo que implica un crecimiento del 250% y una tasa de crecimiento promedio anual del 29%.
+ Las exportaciones pasarían de US$ 5.272 millones en 2011 a US$ 14.211 M, marcando un crecimiento del 170% en dólares con un crecimiento promedio anual del 22%, convirtiéndose en un complejo exportador de alta relevancia, asimilable al automotriz y al cerealero, y una importante fuente de influjos de divisas.
+ El crecimiento esperado en las ventas externas del sector minero a una tasa superior al resto de los complejos exportadores le permitirá ganar participación. La minería pasaría del 6,3% en el año 2011 a representar el 10,6%. El peso estimado se encuentra cercano a la participación de sectores como el Automotriz o el Cerealero en la actualidad.
+Sobre la base de un empleo total (directo e indirecto) de 77.284 empleados promedio para el año 2011, se pasaría a unos 132.434, lo que implica un crecimiento de 71% . En desagregación por tipo de empleo, los puestos directos generados por la minería sumarían unos 44.821 frente a 26.038 de 2011.
+ Los contratados implicarían unas 70.756 personas trabajando en mina, mientras que en 2011 alcanzaron los 41.309 empleados. Otros 61.678 puestos de trabajo generados de manera “indirecta” en los proveedores de la actividad. De esta manera, los empleos totales (directos e Indirectos) derivados de la minería, alcanzarían los 132.434.
+ El PBI minero a precios constantes crecería en un 153%.
+ Del total de los ingresos aportados por el sector en 2010, un 86% provino de las actividades metalíferas ($ 3.730 millones), otro 9% por las rocas de aplicación ($ 400 millones) y un 5% por las no metalíferas ($ 210 millones).
APORTE FISCAL
+ El aporte fiscal como otros aportes a los Estados en porcentaje del valor agregado sectorial (PBI minero) alcanza el 35,8% de un 27,8% correspondiente al aporte nacional y otro 8,1% de aporte provincial.
+ La minería aportó en total $ 1.260 millones a las provincias durante 2010. Al desagregar la participación en aporte fiscal y otros aportes, los primeros – regalías e impuesto a ingresos brutos- alcanzaron $ 550 millones (44%) y los segundos - distribución de utilidades a empresas públicas y las transferencias a fideicomisos- a $ 710 millones (56%). Los aportes no fiscales que realizan las mineras al conjunto de las provincias adquieren mayor relevancia y son 29% mayores que los aportes fiscales.
+ En el consolidado, en 2010, la minería aportó $ 5.600 millones a las arcas nacionales y provinciales. Unos $ 4.750 millones correspondieron a conceptos tributarios, de los cuales un 88% le corresponden a Nación. Los $ 850 millones restantes fueron aportes a entes públicos y fondos fiduciarios, de los cuales las Provincias se quedaron con un 84%.
+ La presión fiscal sobre la minería en la Argentina es superior a la que afecta a los principales países mineros de la región: Perú y Chile
METALS PRICES
Entre 2002, cuando se inició la escalada de los precios en el mundo, y 2010, las inversiones en exploración se incrementaron en casi un 500%. Y en 2011 dieron otro salto, del 63%, para alcanzar un monto total de US$ 18.200 millones".
En los metales preciosos, los precios se quintuplicado entre 2002 y 2011. El oro aumentó 407%, la plata lo hizo un 663%, mientras que en el resto de los commodities metalíferos se cuadruplicaron (+323%) en el mismo período. hacia fines de 2008 y durante 2009, los commodities metalíferos sufrieron una abrupta caída (-19%) en el contexto de la crisis internacional by subprimes, recuperando luego la tendencia creciente en 2010 y 2011 y manteniéndose estables, salvo casos como el del hierro, en 2012.
OLA MIXTA
Varias son las provincias que ya crearon su empresa minera estatal: Empresa Recursos Energéticos y Mineros Salta (REMSA); Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (JEMSE); Catamarca Minera y Energética Sociedad del Estado (CAMYEN); Energía y Minerales, Sociedad del Estado (EMSE), en La Rioja; Empresa Minera Rionegrina (EMIRSA) y Corporación Minera de Neuquén (CORMINE); Petrominera Chubut Sociedad del Estado (PETROMINERA); Fomento Minero de Santa Cruz SA. (FOMICRUZ).
Cormine y Formicruz, de 1975 y 1988, fueron las pioneras, el resto son recientes. En general, pregonan la asociación del Estado en exploraciones o explotaciones, pero sin aporte de capital. San Juan tiene su Instituto Provincial de Exploraciones y Explotaciones Mineras de San Juan (IPPEM), encargado de entregar en concesión las áreas mineras, una virtual empresa estatal pero el gobierno sanjuanino no descarta cambiar su formato en armonía con las otras provincias mineras.
SAN JUAN DREAMS
Según Jaime Bergé, presidente de la Cámara Minera de San Juan (CMSJ), si prosperaran las inversiones soñadas, en el San Juan Minero 2035 habrá más de 10 minas en producción y las exportaciones mineras significarán el 65% de las ventas sanjuaninas al Exterior, superando los US$ 20.000 millones/año. La minería representaría más del 60% del Producto Bruto Provincial (PBP) si se concreta el polo cuprífero de Calingasta (Pachón, Altar, Los Azules). El fisco sanjuanino proyectaba recaudar en 2012 un 57,1% más que en 2011.
La provincia esperaba el ingreso de US$ 56,4 millones a las arcas provinciales por regalías mineras, un 18% más que lo percibido en 2011 de Veladero, Gualcamayo y Casposo. De ese monto, el 55% va a Rentas Generales, el 33% va a las arcas del municipio donde está el emprendimiento minero; y el 12% queda para el Ministerio de Minería.
Fuente: Revista Mining Press
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