Días y meses intensos vienen atravesando Barrick Gold y su paralizado proyecto Pascua Lama. El gigante aurífero canadiense dijo adiós al reinado de Peter Munk sin haber podido coronar la despedida con la boda con Newmont. Por ahora no habrá sinergia ni en las minas vecinas en Nevada, ni en el globo terráqueo, sino pases de facturas por supuestas veleidades en los boards respectivos que dieron por tierra una fusión de impacto. No son fáciles las M&A en el mining world hoy por hoy (si no que lo diga Goldcorp, que perdió OPA hostil sobre Osisko por la estratagema de ésta con Yamana).
Barrick, deambulando a US$16 en el TSX y NYSE, busca su destino prometiendo eficiencia y autodisciplina a mercados, bancos e inversores, mientras tres bufetes de abogados oportunos ensayan una demanda mega por US$ 6.000 millones contra Munk, Jamie Sokalsky y otros directivos por el supuesto ocultamiento de información en la construcción y las finanzas del proyecto binacional Pascua Lama. “¿A cuántos accionistas representa, cuántos son de Canadá y cuántos de Sudamérica?”, preguntó Mining Press al estudio Koskie Minsky LLP.
“Estamos construyendo esa información, es algo que por el momento desconocemos”, fue la respuesta. Voceros de Barrick ven la querella como una aventura de improbable éxito, pero los analistas de Canadá la describen como un cañonazo al prestigio de una compañía que ya perdió US$20.000 millones en las bolsas desde el septiembre negro de 2012. Barrick no es la única. PwC, en Mine 2014: Realigning Expectations, ha cifrado en US$280.000 millones lo que se les esfumaron a las mineras junior, medium y grandes.
Prensa y expertos dudan en Canadá de la recuperación de la compañía con el proyecto binacional argentino chileno en la mochila, y respaldan su hipótesis, como los abogados demandantes en confesiones de Munk. “Everything”, contestó el anciano líder cuando la prensa canadiense le preguntó qué se hizo bien en Pascua Lama. Mientras tanto, el new deal de Barrick Sudamérica intenta recuperar el terreno perdido en Chile, donde la flamante administración de Michelle Bachelet sigue de cerca el caso tratando de no exponerse demasiado.
Aurora Williams, además de sofrenar el exabrupto comentado del argentino Jorge Mayoral, ha marcado el terreno con el libreto de su jefa: “El gobierno chileno es respetuoso de la institucionalidad y no se apartará de su camino”.
La Moneda, en cambio, sí alienta el diálogo con las comunidades y por eso vio con buenos ojos el acuerdo que abrió un canal de diálogo con diaguitas del Valle de Huasco. Por fuera del bloqueo judicial y de las autoridades ambientales, el conflicto social también complica el horizonte de Pascua. Diferente es el rol y la actitud del gobierno argentino y de San Juan, en la provincia cuyana la deserción de Pascua Lama de las encarecidas obras ha producido un negativo efecto dominó que José Luis Gioja y su equipo vienen timoneando como pueden John Thornton y su equipo han debido volver a la provincia argentina a negociar continuidad de sueldos para sostener planteles por encima de sus necesidades.
Gioja reclama, además, que reintegros adeudados por la Nación a Veladero y Pascua Lama sean utilizados en salarios de contención de daños. Jorge Mayoral y el gobierno nacional aspiran a que Barrick mueva el barco y por eso desde la Casa Rosada y el Ministerio de Infraestructura de Julio De Vido se ha preguntado más de una vez qué posibilidades de reanudar la faena. Gioja y Mayoral, por encima de sus conocidas e inocultables rivalidades, saben que el mayor obstáculo para que reviva Pascua Lama no es el estatus legal y la licencia social en Chile sino la billetera del operador.
“Vamos a continuar, no vamos a abandonar el proyecto”, han dicho Williams a los directivos de Barrick, pero por ahora las negociaciones para conseguir cash que factibilicen las obras no tienen resultados conocidos. “Arreglamos con Repsol y el Club de París. Ya hay otra lectura de la Argentina y eso facilitará las cosas”, dicen en el gobierno nacional y provincial. Pascua Lama, como Potasio Río Colorado, también interrumpido, por Vale, necesita dinero y previsibilidad. Lo primero, a la canadiense le sobró hasta que se secó el aljibe. Lo segundo, alguna vez estuvo, se perdió y ahora es menester recuperarlo. En Toronto, en Buenos Aires y en Santiago.
Guillermo Caló, gerente de operaciones de Barrick en Argentina, brindó una entrevista exclusiva en Paren Las Rotativas para hablar de la actualidad y futuro del proyecto binacional Pascua Lama. "Sigue siendo un proyecto prioritario de la compañía", dijo entre las frases más destacadas.
El gerente de operaciones de Barrick en Argentina Guillermo Caló, visitó los estudios de Paren Las Rotativas y se refirió a cada aspecto que hacen a la actualidad y futuro del proyecto Pascua Lama.
Caló recordó “cuando en octubre anunciamos que disminuíamos la condición de Lama, por dos factores: la disminución del precio del oro, en forma considerable y sostenida; y por la suspensión del lado chileno” y agregó que “en Chile ahora tenemos menos actividad porque se está haciendo ingeniería de manejo de agua”.
El gerente dijo además que “fue difícil tomar esa decisión en octubre, fue muy compleja, Pascua Lama es estratégico para el futuro de Barrick, es el proyecto prioritario para la compañía; pero la compañía pasaba en ese momento una situación financiera compleja, más lo de Chile y un contexto local complejo. Teníamos que reformar las finanzas y hay más incertidumbre del lado de Chile por la suspensión temporal”.
Remarcó además que “cuando anunciamos esa medida a nivel global siempre manifestamos que nuestra intención siempre es quedarnos en San Juan; en ningún momento quisimos manifestar que nos íbamos, no era una cancelación del proyecto”.
Consultado sobre el niel de expectativa de retomar el trabajo Caló explicó que “en todo proyecto de construcción tiene un principio y fin, y luego va a pasar a operar, y ese número de gente siempre es inferior a la de la construcción; la operación es distinta porque son 25 o 30 años”.
“Trabajamos fuertemente en distintas áreas para retomar esto cuánto antes, no podemos poner una fecha porque no está todo en nuestras manos; para nosotros la expectativa no varió, tenemos gente y nuestra intención es seguir adelante, queremos retomar este proyecto pero no tenemos la fecha exacta”.
"En Barrick estamos convencidos de que a Pascua Lama lo vamos a terminar. Una de las razones que pesan son los 5.000 millones de dólares que invertimos el proyecto”, agregó.
Además se refirió a la política nacional, a las inversiones mineras, a la posible fusión con otras empresas, a la minería estatal y al compre local entre otros puntos.
