Tan sofocante como el diciembre más cálido en cuatro décadas ha resultado seguir este fin de semana las andanadas del gobierno sobre el colapso energético en el AMBA. Funcionarios y medios afines han salido en bloque a destrozar a Edenor y Edesur, y a escrachar a sus accionistas con nombre y apellido.
Con Julio De Vido como primer artillero, el ataque no ha dejado dudas de quienes son los culpables de lo que ocurre en la actividad que el ministro controla desde hace 10 años. “Piden tarifas y ganan fortunas en la bolsa, no tienen responsabilidad social, las sanciones se agravan minuto a minuto”, han sido algunos de los títulos regalados por el bigotudo funcionario.
Con la canícula estrujando cerebros y las velas Ranchera a mano, ya podemos agendar nombres y apellidos donde descargar la furia: Enel, Endesa, Pampa, Mindlin, Caputo, Escasany, Miguens. Tarifas e inversiones son un tema menor para los funcionarios del único país de la región en el cual refrigerarse a 16 ºC termina costando unos US$ 10 al mes. En Chile, Perú, Uruguay y otros países de fastidiosa comparación, la cuenta de kw cuesta 10 veces más.
Es la distribución y no la generación han salido a sostener marketineros del gobierno como Francisco Bernal, obviando que el parque generador creció en la década ganada a un -10%/año con respecto a la demanda. Por eso, hacen falta auxilios como el de Uruguay, que en el último año multiplicó por 10 sus ventas de energía a la Argentina.
El Pepe Mujica, viejo zorro, ahora desafía en público a los K: “tenemos más MW, pero nos gustaría discutir los conflictos por los puertos”. La otra gran omisión en todos los medios es la de los cortes a los grandes usuarios. Centenares de fábricas que reciben la orden de bajar la palanca para garantizar el consumo residencial. De eso, por coacción oficial, los afectados no hablan los empresarios. Y no es sólo Edesur ni Edenor. En Edelap, Epec y un racimo largo de distribuidoras hubo todo tipo de trastornos. Algunas, como la cordobesa, cuadriplicó el precio de la energía en el último lustro, pero ni eso le alcanzó.
Si en algo no se parecen estas Fiestas sin luz al apagón de la subestación Azopardo de Edesur, en 1999, es el acostumbramiento. Aquel fue el fin de la virginidad, la primera oscuridad tras las promesas de panacea de la privatización menemista. Este es la corroboración de que algo fatalmente saldrá mal porque, como dijo Julio Pereyra, intendente peronista de Florencio Varela, “el servicio eléctrico está hecho percha”.
Será por eso es que Andrés “Cuervo” Larroque, polea directa con la ahora silente presidente de la Nación, sale a matizar a Luis Delía y advierte que estatizar no es tan fácil. En el archivo de declaraciones de De Vido de los últimos diez años hay decenas de advertencias de fin de las concesiones para las dos distribuidoras demonizadas, pero la pregunta es quien se hace cargo de este muerto.
Si algo se le reconoce a quien fue responsable de todo esto es haber dado la cara, mientras su secretario de Energía era detectado jugando al golf en Pilar, el jefe de gobierno porteño huía a Villa La Angostura y la máxima conductora del país seguía pernoctando en el Sur. Los cuadros de La Cámpora, que coparon la calle en la inundación de La Plata, recibieron orden de no salir. Hoy habrá feriado en C.A.B.A., provincia de Buenos Aires y la Nación. Por Dios, que refresque, pide la política.
Una pregunta esotérica sería si el trío Jorge Capitanich-Axel Kicillof-Augusto Costa serán mufas. Desde su entronización se sucedieron las huelgas policiales, los saqueos, la disparada de la inflación, la ola de calor y el colapso energético. Algo más científico sería concluir que lo que ocurre hoy no es la flor de un día.
Mario Blejer, vicepresidente del Banco Hipotecario al que alguna vez el gobierno tentó con la conducción económica nacional, ha definido esta década inauguró “una era de equilibrios” en las finanzas del país. Para luego aclarar que esa condición se perdió en 2006. Capitanich, el CEO del gobierno, no se sabe a esta altura si es un acreditado del peronismo en el gobierno K o viceversa. El pacto de refinanciamiento de deudas firmado con 17 provincias es la expresión de un mutuo secuestro en el que el valor del rescate se cobrará en forma trimestral (con el plus de $ 100.000 millones que le costará al rojo provincial el salariazo policial). Se vienen tiempos duros en el que conviene estar juntos, antes de que Massa, Lavagna y Reutemann se terminen llevando todo sin hacer nada, con el simple favor del cambio climático y del desgaste ajeno.
Mientas buena parte del país se asa, una fresca ventisca recorre las calles apacibles de Calafate. Los 5ºC que envidiarían millones de argentinos obligan a cobijarse con el confortable plumón. En medio de la noche, los sueños traen una imagen inquietante, tal vez resto diurno de tanto mirar National Geographic, por Direct TV. Es una pira funeraria en Benares, el cadáver mal incinerado deriva por el Ganges en su balsa mortuoria, con la sola compañía de negros buitres que devoran su carroña. Sobresaltada, la dueña de la pesadilla despierta. Y se pregunta qué pasará de ahora en más con su trabajo, en la lejana Buenos Aires.
*Director de EnerNews y Mining Press
