Reconoció que lo angustió el hecho de que la adquisición de inoculantes solo pueda gestionarse a través del Estado. Alentó a incrementar testeos, además de la vacunación
Mientras la Argentina transita la segunda ola de COVID-19, enfermedad que ya ocasionó más de 3,78 millones de contagios y 78.000 muertes en el país desde el inicio de la pandemia, según datos del monitor de Johns Hopkins University & Medicine Coronavirus Resource Center, y el ritmo de vacunación todavía avanza lentamente, Daniel Stamboulian, director médico de Stamboulian Servicios de Salud y creador y presidente de la Fundación del Centro de Estudios Infectológicos (Funcei), lamentó no haber podido avanzar de forma privada con el plan de adquisición de vacunas Pzifer.
Hace unos meses, un grupo de empresarios argentinos liderados por el propio Stamboulian se propuso ayudar a perforar la pandemia a través de lograr más inmunizaciones, estrechando sus agendas y contactos con laboratorios internacionales para explorar la posibilidad de conseguir algunos lotes de vacunas y luego distribuirlos entre los distintos efectores de la salud: obras sociales, hospitales, vacunatorios públicos y privados, entre otros.
“Hay un problema que realmente nos angustió y es que las vacunas que llegan solo las puede comprar el Estado. Nosotros teníamos todo programado: habíamos hablado con Pfizer y nos habían dicho que en julio podrían probablemente empezar a vendernos a entidades como las nuestras”, declaró ayer en el programa radial Cara y Cruz, de la Once Diez / Radio de la Ciudad.
En este sentido, amplió: “Nos lo dijeron hace tres meses, previo a no sé qué problema que tuvo el Gobierno que no pudo concretar la compra de la vacuna de Pfizer. Nosotros íbamos a recibirla porque nos habían dicho que después de julio iban a venderla, aparte de a los gobiernos, a entidades como la nuestra”.
No obstante, por ahora, ese proyecto se encuentra pausado. “Me dio mucha pena porque estábamos muy entusiasmados y nosotros tenemos un buen concepto de Pfizer, no de ahora, sino de antes, y esa vacuna es muy buena”, sostuvo.
La vacuna de las compañías Pfizer (Estados Unidos) y BioNTech (Alemania) fue la primera en ser autorizada para su uso en los Estados Unidos y Europa. Con una eficacia contra el coronavirus del 95%, es la segunda más utilizada en el mundo, con una presencia en 103 naciones.
Asimismo, Stamboulian también se refirió a la otra fórmula estadounidense, la del laboratorio Moderna, que produce, al igual que Pfizer, la tecnología de vacunas genómicas de ARN mensajero y fue autorizada en 49 países. “Nosotros estamos muy vinculados a Moderna, que es una vacuna muy similar a la de Pfizer. Es muy atractiva y estamos tratando de que podamos presentarla en el Anmat para que la aprueben en la Argentina; será muy útil para traerla”.
El médico tampoco descartó elogios para la vacuna de Johnson & Jonhson, de una sola dosis, a la que definió como “una muy buena vacuna” y sostuvo: “Creo que se va a incorporar próximamente en mucha cantidad para nuestro país. Está muy cerca de poder hacerlo”.
En línea con las declaraciones del domingo de la ministra de Salud Carla Vizzotti, tras la gira por México y Cuba, Stamboulian, tras ser consultado por las vacunas que se están produciendo en la isla, destacó: “Ellos tienen un buen laboratorio y aparentemente están haciendo una plataforma que puede ser muy interesante”, aunque detalló que “todavía están en los momentos iniciales”. Subrayó que “aún falta mucho porque tiene que estar en Fase III, yo creo que realmente va a pasar más de un año para que puedan decir que tienen la vacuna”.
Para el especialista, declarado Personalidad Destacada de la Ciencia por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires en 2011, en la Argentina es clave aumentar la cantidad de testeos, además de la vacunación. “Tenemos que incrementar el testeo porque cuando hay una persona sospechosa puede encontrar los contactos y controlarlos para que el virus no se difunda. El testeo y las vacunas son muy importantes”, dijo y sostuvo que, para él, la cuarentena no sirve. “Esperemos que podamos evitarla. La cuarentena trae grandes problemas económicos y además no evita mucho el contacto. Hay que incrementar vacunación, el testeo y dar cierta libertad para que la gente pueda seguir trabajando”.
Hasta el momento, en el país, unas 9,6 millones de personas fueron vacunadas con una dosis (lo que representa al 21,3% de la población) y solo 2,8 millones recibieron ambas formulaciones (6,23% de la población).