MALENA MIRANDA
Desde mediados de marzo de este año, cuando se inició la propagación de la pandemia del coronavirus en el país, el Gobierno adoptó una serie de disposiciones para mitigar su avance y evitar un mayor impacto en la economía peruana.
Con las fases de reanudación de actividades económicas en marcha a partir de mayo, la producción se ha acelerado y, de forma similar, la minería.
Debido a la coyuntura por la que estamos atravesando, el producto bruto interno (PBI) peruano descendió 16.3% en marzo, 40.49% en abril, 32.75% en mayo y 18.06% en junio; mientras que la actividad minera retrocedió 22.98% en marzo, 47.21% en abril, 49.90 en mayo, 13.55% en junio y 6.41% en julio.
Ello debido a las medidas para contrarrestar el covid-19, según información del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
“La minería se está reactivando en línea con las fases económicas. La actividad minera se redujo en marzo, abril y mayo, cuando alcanzó su mayor descenso, para luego aminorar la caída de manera paulatina [hasta julio] y a agosto se habría recuperado al 100%, a los niveles que teníamos antes de la pandemia”, afirmó el director ejecutivo de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Pablo de la Flor.
De acuerdo con el ejecutivo, la minería relacionada con el cobre ya se recuperó por completo, al igual que la actividad minera asociada al zinc.
“Sin embargo, la minería aurífera aún muestra retraso debido a que buena parte de los actores son medianas empresas y pequeños productores”, aseveró.
Agregó que estas medianas compañías y pequeños productores de oro ingresaron en la fase final de la reanudación de actividades, pero en agosto habrían mostrado una importante recuperación.
Para el representante del gremio minero-energético, el gran desafío es cómo recuperar la producción minera afectada por las medidas de confinamiento implementadas a raíz de la pandemia, lo cual requerirá un esfuerzo adicional por parte del sector privado, así como de cierta flexibilidad por parte de las autoridades, que permita ir más allá de los topes autorizados en materia de producción.
“Hay que seguir avanzando en la agenda de racionalización administrativa. Es importante continuar con esta labor”, comentó.
De la Flor precisó que en el último mes se aprobaron medidas importantes, como las modificaciones al reglamento ambiental de exploraciones, el reglamento minero y se simplificaron algunos procedimientos para el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) sobre el recojo de muestras con el Ministerio de la Producción (Produce) y el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor).
En lo que respecta a la tributación en el sector minero, el director ejecutivo de la SNMPE sostuvo que si bien los precios del oro y otros metales mejoraron en los últimos meses, la reducción de los niveles de producción afectará los niveles de tributación, así como la generación de canon.
“Los precios del cobre, el zinc y el oro han evolucionado favorablemente. Así, la cotización del metal rojo es mucho más alta que la registrada el año pasado. Lo mismo sucede con el zinc y el oro. Definitivamente esto puede ser de gran ayuda, pues los volúmenes retrocedieron por la suspensión de actividades económicas”, aseveró.
De acuerdo con la SNMPE, si bien es cierto que la inversión minera mostró un significativo retroceso en la primera mitad del 2020 debido a la suspensión de las actividades económicas como consecuencia de la pandemia, se espera que las inversiones en el sector alcancen los 4,500 millones de dólares al cierre de este año.
“En el caso de la inversión en exploración minera, esta registrará un relativo retroceso este año debido a una serie de inconvenientes por resolver, lo cual demandará el esfuerzo del sector empresarial y de la autoridad competente”, manifestó el director ejecutivo del gremio minero-energético.