La Cámara de Bioetanol de Maíz está compuesta por 5 plantas que tienen una capacidad instalada de 830.000 metros cúbicos anuales, en las cuales se invirtieron 550 millones de dólares, y abastece el 50% del alcohol destinado a la mezcla con las naftas. 

El director ejecutivo de la entidad, Patrick Adam, manifestó en el comunicado: “La inédita caída en la demanda del biocombustible obligará a los productores a un cierre total o parcial de sus plantas. Esperamos una caída de más del 70% en los requerimientos de etanol de abril y tenemos los tanques de almacenaje llenos. Ante semejante panorama no nos va a quedar otra que parar”.

En medio de este escenario tan complicado para toda la cadena, Adam sostuvo: "La industria, que tiene una capacidad instalada ociosa de 30% en tiempos normales, solicita al gobierno que otorgue un aumento inmediato del corte de las naftas del 12% actual al 15%, y una actualización del precio de al menos 10%”.

A todo esto, el Director Ejecutivo de la Cámara, manifestó: "No sabemos a qué ritmo se va a recuperar el consumo, pero lo más probable es que sea en forma gradual, por lo que tenemos por delante un año muy malo, tanto en volumen como en precio, ya que desde diciembre, además, nos han congelado el valor del litro de bioetanol en menos de 30 pesos”.

Más reclamos

La menor demanda de naftas también complica el panorama de la producción de bioetanol a base de caña de azúcar. Los representantes del sector reclamaron la semana pasada medidas a las autoridades nacionales que permitan apuntalar el empleo en la región del NOA.

La industria sucroalcoholera instalada en el Norte Argentino reclamó “medidas indispensables” para mantener la actividad vinculada a la producción de bioetanol, tras la caída en la demanda que reporta el mercado de las naftas. El sector pide acciones gubernamentales que permitan sostener las fuentes laborales, que actualmente registra casi 190 mil puestos de trabajo directos e indirectos.

El pedido fue cursado a la Casa Rosada a través de una carta remitida por el Centro Azucarero Argentino y la Cámara de Alcoholes, dirigida al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y con copia a sus colaboradores Sergio Lanzini (secretario de Energía) y Juan Carbajales (subsecretario de Hidrocarburos).

Más allá de informar al gobierno nacional del “grave impacto” que tendrá la situación de emergencia sanitaria en la economía y finanzas de la producción sucraalcoholera nacional, desde el sector se indicó que “los stocks de alcoholes, la producción en curso y lo que sucederá con el próximo comienzo de la zafra, permiten asegurar que la demanda para uso medicinal y desinfectante será atendida sobradamente”.

Por este motivo, la Cámara de Alcoholes y el Centro Azucarero Argentino solicitaron la promoción de “algunas medidas indispensables para que las industrias del sector, que producen bioetanol, puedan subsistir y de esta manera mantener la planta laboral activa, que totaliza 60.000 puestos directos y 126.000 indirectos”, publicó Infobae.

El cierre de ACA Bio

Luego de una caída de la demanda en torno del 80%, una de las mayores elaboradoras de etanol de maíz tiene paralizada su producción desde el martes pasado.

Se trata de ACA Bio, ubicada en Villa María, Córdoba, y perteneciente a la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) y 62 cooperativas asociadas.

La situación de ACA Bio, no obstante, se está replicando en otras empresas del sector y había sido advertida por la Cámara de Productores de Bioetanol de Maíz. El parate en medio del coronavirus llevó a una retracción en la demanda de combustibles que afectó también a este biocombustible que se mezcla en un 12% con la nafta.

"Diaser cerró hace dos semanas y Promaíz y Bio4 ya estaban a la mitad de uso de la capacidad instalada la semana pasada. Ya están los tanques llenos por lo que no tienen opción (de cierre)", indicó una fuente de esa cámara.

Toda la industria de etanol de maíz tiene una capacidad instalada de 830.000 m3/año. Procesa al año 1,7 millones de toneladas del cereal para hacer etanol. El sector invirtió US$550 millones para lograr eso. De ese monto, US$132 millones se invirtieron el año pasado.

En el caso de ACA Bio, la firma venía entregando unos 16.000 metros cúbicos al mes antes de la cuarentena y bajó a menos de 4000. La empresa procesa 1250 toneladas de maíz; hace unos 500 metros cúbicos por día.

"Los tanques están llenos, tenemos 11.000 metros cúbicos en stock", indicaron. Si bien hubo algún crecimiento del etanol para uso medicinal y la exportación, compensa poco la caída en el mercado interno.

ACA Bio posee 87 empleados directos, 25 indirectos y normalmente entran unos 200 transportistas por día a la planta. La firma se encuentra con una inversión en marcha por US$45 millones justamente para ampliar la planta.

"Al no flexibilizarse la cuarentena la demanda va a ser mínima", agregó otra fuente de la compañía.

Si bien ahora está parada, el próximo viernes volverá a operar temporalmente para cumplir compromisos por burlanda, un subproducto para la alimentación animal. "Volveremos el viernes, pero deberemos volver a parar pronto", acotó la fuente de la empresa.

Según proyecciones de la cámara industrial, sin contar la caída del 80% en abril, para el período mayo 2020-abril 2021 ya se esperaba en un escenario pesimista una retracción del 36% para la demanda de bioetanol.

En el sector industrial remarcan que la caída de la demanda se ve agravada por otro factor: el precio del biocombustible está congelado desde diciembre pasado. Por ello, piden actualizarlo y llevar la mezcla en la nafta del 12 al 15%, informó La Nación.