Más del 50% de las empresas en todo el mundo está reconsiderando sus relaciones con sus proveedores y se cambiarían a aquellos que tienen un nivel de costos más conveniente o se encuentran más cerca, como resultado de la pandemia de coronavirus.
Esto surge de una encuesta realizada entre 2900 directivos de empresas de todo el mundo por la consultora EY, cuyos resultados muestran serias dudas acerca de la continuidad del proceso de globalización de la economía, según informa el medio alemán Die Welt.
Las máscaras protectoras son un ejemplo particularmente llamativo, pues ahora casi todo el mundo depende de China, país donde se encuentra la mayor parte de la producción mundial. De acuerdo con el sondeo, la mayoría de la empresas ya están realizando cambios en sus cadenas de suministro, no solo en la medicina sino también en casi todas las industrias.
Siguiendo con los resultados de la encuesta, el 39% de las empresas de diferentes países creen que el impacto de la pandemia del coronavirus será grave, mientras un 5% considera que esto no afectará a su trabajo.
Sin embargo, más de la mitad de las empresas de todo el mundo ya está tomando medidas para cambiar sus cadenas de suministro. El medio alemán pronostica que en un futuro el argumento decisivo para elegir un proveedor será no solo el nivel de los costos, sino también parámetros como la fiabilidad y la continuidad del suministro.
"El coronavirus identifica las vulnerabilidades de una economía globalizada y puede hacer que las empresas vuelvan a ser más activas en la producción local en el futuro", dice Philipp Wechter, economista jefe de la empresa francesa de inversiones Ostrum Asset Management.
Según los economistas, la globalización puede decaer aún más y rápidamente, ya que los gobiernos pueden aprovechar la preocupación por la salud de los ciudadanos y las nuevas restricciones al comercio, los viajes y la migración. De esta manera, los objetivos de varios políticos y otros oponentes a la globalización se harían realidad.