En una significativa jugada para consolidar su influencia en el dinámico sector energético argentino, Vista Energy, la compañía dirigida por el ex CEO de YPF, Miguel Galuccio, ha sellado un acuerdo clave junto a Trafigura (a través de su sociedad conjunta Tango Energy) para inyectar capital en Petrolera Aconcagua Energía S.A. (PAESA).
La operación, que implica una capitalización de 36 millones de dólares a cambio del 90% del capital accionario de Aconcagua, busca rescatar a esta última de una crisis financiera que la llevó al default en junio, según un informe de Citi. El 10% restante de la compañía permanecerá en manos de sus fundadores.
Este movimiento estratégico, reportado por Forbes, está supeditado al éxito de la reestructuración de la deuda de Aconcagua, que asciende a unos 392 millones de dólares.
La relación entre Vista y Aconcagua no es nueva. A comienzos de 2023, Vista ya había transferido a PAESA cinco importantes activos convencionales en Argentina: Entre Lomas, Jarilla Quemada, Charco del Palenque, Jagüel de los Machos y 25 de Mayo-Medanito. A cambio de esta transferencia, Vista retuvo derechos sobre el 40% del petróleo y gas y el 100% de los líquidos producidos en esas concesiones, además de la opción de recomprar gas natural a un precio preferencial de 1 dólar por MMBTU. Este acuerdo ya había reportado a Vista ingresos reconocidos por 81 millones de dólares en su balance.
La Razón Detrás de la Apuesta de Vista
La operación actual no implica una consolidación inmediata de la producción o la deuda de PAESA por parte de Vista. Aconcagua produce actualmente 10.800 boe/d (barriles equivalentes de petróleo por día), con 6.800 boe/d netos para la compañía, todos provenientes de campos convencionales. Sin embargo, la movida refuerza el interés estratégico de Vista en las áreas con potencial no convencional dentro del portfolio de Aconcagua, como Loma Guadalosa y Payún Oeste.
Como parte de la reestructuración, Aconcagua propone renegociar las condiciones del acuerdo original, buscando disminuir la proporción de producción transferida a Vista del 40% al 20% y extendiendo el acuerdo hasta 2029. Citi estima que esto podría implicar una reducción de producción para Vista de unos 2.000 boe/d y un impacto en el EBITDA anualizado de entre 35 y 40 millones de dólares, una merma del 2% al 2,5%, considerando que PAESA cubre el 100% de los costos operativos.
A pesar de esta potencial reducción de ingresos a corto plazo, Citi considera que "la operación es sensata" y refuerza el "skin in the game" (compromiso con la inversión) de Vista en activos que ya venían generando caja. Además, la exposición de Vista al riesgo financiero está acotada, y la operación podría destrabar el potencial exploratorio de áreas marginales en Vaca Muerta si se logra estabilizar financieramente a Aconcagua.
Citi mantiene una recomendación de "compra" con riesgo alto sobre las acciones de Vista Energy (VIST.N), con un precio objetivo de 70 dólares y una ganancia potencial del 57% desde los niveles actuales (44,56 dólares). Los analistas advierten que los principales riesgos siguen siendo el entorno macroeconómico argentino, la evolución del precio del petróleo, la factibilidad de Vaca Muerta y los cambios regulatorios.