GERGELY MOLNAR Y TAKESHI FURUKAWA
Reconociendo la creciente importancia de los gases de bajas emisiones (incluidos el biometano, el hidrógeno de bajas emisiones y el e-metano), la Agencia Internacional de la Energía ha desarrollado un Programa de Trabajo sobre Gases de Bajas Emisiones para seguir de cerca la evolución del mercado en esta esfera y facilitar el diálogo entre productores y consumidores emergentes.
Esta labor cuenta con el apoyo del Programa de Transiciones hacia Energías Limpias, la iniciativa emblemática de la AIE para transformar el sistema energético mundial a fin de lograr un futuro seguro y sostenible para todos.
El metano electrónico se produce combinando hidrógeno de bajas emisiones con recursos de carbono y tiene propiedades químicas y físicas casi idénticas al gas natural. Por lo tanto, el metano electrónico tiene el potencial de contribuir a la descarbonización de las redes de gas sin necesidad de modernizar la infraestructura de gas existente, como terminales de recepción de GNL, buques metaneros, gasoductos y equipos de gas para consumo.
El e-metano también tiene una amplia gama de opciones de almacenamiento. Además de en cavernas de sal, también podría almacenarse en forma gaseosa en formaciones porosas y en tanques de almacenamiento de GNL.
Como tal, el e-metano podría desempeñar un papel clave para satisfacer las oscilaciones estacionales o de corto plazo de la demanda energética. Además, el e-metano podría permitir el acoplamiento de futuras redes de metano e hidrógeno, es decir, el hidrógeno excedente podría convertirse en metano sintético antes de inyectarlo en el sistema de metano.
La compleja cadena de valor que sustenta la producción de e-metano implica que tanto los costos de inversión como los gastos operativos son elevados. Se estima que los costos de producción de e-metano son entre cinco y veinte veces superiores a los precios spot actuales del GNL asiático.
Los altos costos de producción del e-metano requieren un mayor desarrollo tecnológico y apoyo normativo, incluso mediante un diálogo más estrecho entre los futuros productores y consumidores.