La entidad está integrada por las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, Jujuy, Tucumán y Salta
Los gobiernos de Santa Fe, Jujuy, Salta, Tucumán, Entre Ríos y Jujuy, provincias que forman parte de la Liga Bioenergética, han presentado un anteproyecto de Ley de Biocombustibles. Este proyecto propone aumentar el porcentaje obligatorio de biocombustibles y establecer otros criterios relevantes para las provincias.
El objetivo es posicionar a Argentina como un importante centro de química verde en la bioeconomía, fomentando el valor agregado, el desarrollo y la creación de empleo en las áreas productivas del interior del país.
El nuevo proyecto de Ley de Biocombustibles surge como respuesta a la decisión del Gobierno nacional de eliminar del proyecto de Ley Bases el conjunto de normativas propuestas que implicaban cambios significativos en las reglas del sector. Ahora, el camino a seguir es establecer un diálogo con las autoridades provinciales para acordar un nuevo marco legislativo para esta área.
El anteproyecto proyecta un crecimiento sostenido para el sector, reconociendo a los biocombustibles como un componente central para el desarrollo territorial y la creación de valor agregado en las provincias y regiones del país.
Desde el Gobierno nacional transmitieron una visión integral y se coincidió con las provincias la necesidad de reformular la legislación actual. Se destacó que la etapa inaugurada desde el 10 de diciembre de 2023 representa el momento adecuado para avanzar hacia una nueva ley que beneficie a todos los actores involucrados en la producción de biocombustibles.
Mientras que desde la Liga Bioenergética se ha explicado que la ley actual ha sido contraproducente para la producción, y que el nuevo texto normativo busca superar estas barreras históricas que han generado discordia entre las provincias productoras de biocombustibles.
"Con el respaldo del Gobierno nacional, vamos a llevar adelante la presentación legislativa. Queremos que Argentina se consolide como un gran polo de química verde, desarrollando nuevos productos de alto valor agregado a partir de la biomasa disponible en nuestros territorios y procesada en nuestras biorefinerías", afirmó Verónica Geese, secretaria de Energía de Santa Fe.
El proyecto ha generado un amplio consenso entre las seis provincias y se espera que pueda sumar el apoyo de otras, así como el respaldo de actores privados, empresas y cámaras del sector.
"Es crucial trabajar unidos para desarrollar una economía regional que genere empleo", había comentado Martín de los Ríos, ministro de Producción y Desarrollo Sustentable de Salta, en una reunión previa.
"El cambio climático nos desafía globalmente y requiere políticas claras. La matriz energética de un país debe adaptarse con acciones concretas, respaldadas tanto por el sector privado como por los productores", añadió Jorge Etchandy, director del Instituto de Promoción del Azúcar y el Alcohol de Tucumán (IPAAT).
A mediados de junio, la Secretaría de Energía estableció nuevos precios para el bioetanol y el biodiesel mediante las resoluciones 95 y 96/2024.
El bioetanol de caña de azúcar se fijó en un mínimo de $635 por litro para su mezcla obligatoria con nafta, mientras que el bioetanol de maíz fue fijado en $582 por litro con condiciones de pago dentro de los 30 días. Por otro lado, el precio mínimo del biodiesel se fijó en $951,285 por tonelada para su mezcla obligatoria con gasoil, con un plazo máximo de pago de 7 días.
Estos ajustes responden a una reducción significativa en la producción de biodiesel en Argentina, que en 2023 cayó un 56% respecto al año anterior, alcanzando niveles mínimos comparables a los de 2008 y con una capacidad ociosa cercana al 80%.
Los biocombustibles no solo reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuyen la dependencia de combustibles fósiles, sino que también impulsan la agricultura sostenible, el desarrollo rural y promueven la economía circular al aprovechar energía a partir de residuos, fomentando la investigación científica y la innovación.
La sequía devastadora de 2023 golpeó fuertemente la producción agroindustrial argentina, especialmente la de soja, afectando significativamente la producción de biodiesel, que cayó un 56% respecto al año anterior y alcanzó niveles mínimos no vistos desde 2008, según un informe de Guido D'Angelo y Julio Calzada en la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Las exportaciones de biodiesel cerrarán la campaña 2022/23 con una caída del 70%, representando solo el 31% de la comercialización total, mientras que las ventas internas también experimentaron una disminución del 28%.
A pesar de un ligero repunte en la producción al inicio de 2024, sigue estando por debajo de los promedios históricos recientes, con una orientación hacia el mercado interno debido a condiciones desfavorables para el comercio exterior en el primer trimestre.