Entre 2010, cuando Dilma Rousseff fue elegida en las urnas por primera vez, y este año, la petrolera estatal dejó en el camino unos u$s 79.100 millones en capitalización bursátil
La petrolera estatal Petrobras fue la empresa que más perdió valor de mercado durante el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, quien fue reelegida en las urnas el pasado octubre para comandar Brasil los próximos cuatro años, según un análisis presentado hoy por la consultora Economática.
De acuerdo con los cálculos de Economática, entre 2010, cuando Rousseff fue elegida en las urnas por primera vez, y 2014, la petrolera estatal perdió 200.690 millones de reales (unos 79.100 millones de dólares) de valor de mercado.
El 31 de diciembre de 2010, Petrobras, la mayor empresa del país, tenía un valor de mercado de 380.247 millones de reales (unos 149.920 millones de dólares), mientras que el 24 de noviembre de 2014 cayó hasta los 179.557 millones de reales (unos 70.780 millones de dólares). Desde hace varios meses, Petrobras se encuentra inmersa en un escándalo de corrupción por supuestos desvíos millonarios en la petrolera. Según las autoridades, el esquema de corrupción movilizó en términos de lavado de dinero y de sobrefacturación unos 3.850 millones de dólares.
Después de Petrobras, la minera Vale fue la segunda empresa con mayor caída de valor de mercado, al perder 159.365 millones de reales (unos 62.815 millones de dólares), seguida de la petrolera OGX, del empresario Eike Batista.
OGX, la más emblemática de Batista, fue creada en 2007 cuando el entonces séptimo hombre más rico del mundo ganó los derechos para explorar 21 áreas petroleras en Brasil, pero el año pasado tuvo que acogerse a la ley de quiebras.
Los problemas financieros del grupo surgieron en 2012, cuando la compañía admitió que la producción prevista para el hasta entonces prometedor yacimiento de Tiburón Azul sería muy inferior a la calculada debido a dificultades técnicas para extraer el petróleo.
En contrapartida, las empresas que más ganaron valor de mercado en el periodo de Rousseff fueron la cervecera AmBev y el banco privado Bradesco, con un crecimiento de 120.460 millones de reales (unos 47.476 millones de dólares) y 55.575 millones de reales (unos 21.687 millones de dólares), respectivamente.
Por Eleonora Gosman.
No sólo los contratiempos cercan a la Petrobras; también los internacionales comenzaron a asediarla: la empresa confirmó ayer que la SEC (Securities and Exchange Commission) de EstadosUnidos la intimó a presentar documentos que deberánfacilitar un análisis norteamericano sobre los casos decorrupción que la involucran. El organismo regulador delmercado de capitales debió intervenir por el hecho deque las acciones de la compañía se negocian en la bolsade Nueva York.
Alos apuros en que se encuentra la estatal brasileña desdemediados del año se suman ahora los que deberá enfrentar ante las autoridades estadounidense, que el viernes pasadonotificaron a la cúpula empresarial sobre el inicio de lasinvestigaciones. Los directivos de la petrolera “verde-amarela”respondieron, según consta en un comunicado, que remitirán los papeles solicitados “después de concluir un trabajo onjunto” con la oficina de abogados estadounidense Gibson, Dunn &Crutcher y el brasileño Trench, Rossi y Watanabe. Ambos fueroncontratados por la empresa para un “estudio interno independiente”. Petrobras afirmó que asumirá el“compromiso de atender a las autoridades de Estados Unidos con elmismo empeño que atiende a las de Brasil”.
Una consecuencia obvia de los tormentos que acosan a la estatal, a partirde la Operación Lava Jato (lavado a chorro) desencadenada por la policía federal brasileña con la venia del juez federal Sergio Moro, fue el alejamiento de los fondos externos quemuestran poca predisposición a invertir en papeles de la empresa. El hecho no sólo afecta a la compañíasino también a empresas brasileñas que cotizan en elexterior.
Según el diario Estado de Sao Paulo, los operadores extranjeros que habitualmente negociaban papeles de la empresa se sienten ahora "atemorizados” y en función de esas incertidumbresdecidieron venderlas aun a pérdida, por miedo a que lasituación no haga más que empeorar. Otros, sin embargo, prefieren aguardar antes de deshacerse de las acciones con la esperanza de una recuperación de sus precios. Para la mayoría,las denuncias que corroen el funcionamiento de la petrolera no soloafectan su imagen sino también “las de otras estatalesbrasileñas”. Hay quienes opinan que la “reputación”de Brasil se tornó “mala” por cuenta de la corrupción existente desde hace ya más de una década. Y consideranque la situación de la petrolera “empeoró” laevaluación previa.
Elstrip-tease al que fue sometido la compañía, a partirde los trascendidos de las investigaciones de los sabuesos federalesy del juez Moro, generó un fuerte agrietamiento en la sólidaestructura que la petrolera solía exhibir en la primeradécada del milenio. Muchos de las “filtraciones”, especialmente de las delaciones de ex directores de la empresadetenidos, sirvieron básicamente para los fines de la campaña del opositor Aécio Neves antes que curar la gangrena corruptora. El magistrado que conduce la causa fue puesto bajosospecha por los directivos de las empresas que se vieron privados delibertad de la noche a la mañana, para permanecer en prisiónapenas por algunos días. Estos critican al juez que hayaprohibido mencionar los nombres de la “centena” de políticosbrasileños que habrían recibido coimas de parte de lasconstructoras contratadas por la compañía estatal.