Tras el default, Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa), una de las empresas más emblemáticas de Argentina en el rubro de las obras públicas, fue la primera en caer en cesación de pagos. La firma de infraestructura de Roggio, Clisa, también padeció el conflicto con los holdouts y podría caer en la misma situación por un pasivo de u$s40 M. Pero hay otras complicadas.
Una deuda de la venezolana Venti SA condenó a la compañía argentina a que dejara un pasivo de 1.200 M de dólares. A su vez, el gobierno venezolano le debe a Venti u$s500 M de una obra hidroeléctrica.
En México la deuda ha sido abrumadora para Nextel. A la firma de telecomunicaciones, que representa cerca de 30% de NII Holdings, actualmente le pesa un impago de por encima de 5.800 M de dólares. NII Holdings Inc, matriz del operador de telecomunicaciones Nextel, pidió la protección por bancarrota ante las dificultades de sus negocios en América Latina para atender una deuda de u$s5.800 M y enfrentar al mismo tiempo una fuerte competencia en los mercados de Brasil y México.
La empresa, con sede en Reston, Virginia, hizo una presentación voluntaria al capítulo 11 en una corte de bancarrota del distrito sur de Nueva York el 15 de septiembre pasado. La decisión debería de permitir a NII Holdings, reestructurar su deuda convirtiendo a acreedores en accionistas, dijeron fuentes con conocimiento directo de la situación.
La solicitud le permitiría además a la empresa implementar un modelo de negocios más sustentable, enfocado en Brasil y en México, sus mercados principales, según una de las fuentes. En la presentación, NII Holdings declaró activos por u$s2.880 M y obligaciones por u$s3.470 M. Agregó que unos 500 inversores tenían cinco tipos de bonos no garantizados por u$s4.350 M al 30 de junio.
NII dijo en documentos a la corte que recibió en marzo un aviso del fondo Aurelius Capital Management en el que argumentaba que había incumplido una deuda no garantizada de 500 M de dólares. El fondo de cobertura, conocido por su disputa con Argentina por el pago de deuda soberana, argumentó que la reestructuración de notas no garantizadas de NII en el 2009 fue una transferencia fraudulenta.
Es alarmante el número de empresas regionales que han caído en cesación de pagos o están por hacerlo últimamente, por ejemplo, lo sucedido con la metalúrgica argentina IMPSA y de infraestructura CLISA que se han contagiado del oscuro escenario económico argentino.
Tras el default, Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA), una de las empresas más emblemáticas de Argentina en el rubro de las obras públicas, fue la primera en caer en cesación de pagos. Una deuda de la venezolana Venti SA condenó a la compañía argentina a que dejara un pasivo de 1.200 millones de dólares.
Luis Armando Blanco, profesor de Economía y Finanzas del Externado, explicó al diario El Economista que "la política convencional es que si las empresas caen en default y tienen externalidades muy fuertes sobre el resto de la economía, el Gobierno las salva para por esa vía proteger a toda la economía".
En este caso, la salida financiera no llegó a concretarse: un rescate de la Casa Rosada a cambio de un porcentaje de la empresa se cayó la semana pasada. Así, el déficit fiscal argentino no permitió salvar del default a una de las empresas líderes en la fabricación de turbinas. A su vez, el gobierno venezolano le debe a Venti u$s500 millones de una obra hidroeléctrica.
En México la deuda ha sido abrumadora para Nextel. A la firma de telecomunicaciones, que representa cerca de 30% de NII Holdings, actualmente le pesa un impago de por encima de 5.800 millones de dólares.
NII Holdings Inc, matriz del operador de telecomunicaciones Nextel, pidió la protección por bancarrota ante las dificultades de sus negocios en América Latina para atender una deuda de u$s5.800 millones y enfrentar al mismo tiempo una fuerte competencia en los mercados de Brasil y México.
La empresa, con sede en Reston, Virginia, hizo una presentación voluntaria al capítulo 11 en una corte de bancarrota del distrito sur de Nueva York el 15 de septiembre pasado.
La decisión debería de permitir a NII Holdings, reestructurar su deuda convirtiendo a acreedores en accionistas, dijeron fuentes con conocimiento directo de la situación.
La solicitud le permitiría además a la empresa implementar un modelo de negocios más sustentable, enfocado en Brasil y en México, sus mercados principales, según una de las fuentes.
En la presentación, NII Holdings declaró activos por u$s2.880 millones y obligaciones por u$s3.470 millones. Agregó que unos 500 inversores tenían cinco tipos de bonos no garantizados por u$s4.350 millones al 30 de junio.
NII dijo en documentos a la corte que recibió en marzo un aviso del fondo Aurelius Capital Management en el que argumentaba que había incumplido una deuda no garantizada de 500 millones de dólares.
El fondo de cobertura, conocido por su disputa con Argentina por el pago de deuda soberana, argumentó que la reestructuración de notas no garantizadas de NII en el 2009 fue una transferencia fraudulenta.
Además, la Compañía Latinoamericana de Infraestructura y Servicios (CLISA), una unidad del grupo argentino de infraestructura Roggio, podría caer en incumplimiento de una deuda soberana del 30 de julio. También víctima de un deteriorio de las condiciones económicas del país, Standard & Poor's le dio una calificación crediticia de CCC-. El conglomerado industrial tiene un pago pendiente para diciembre que asciende a 40 millones de dólares.
Julio César Botero, docente de asuntos internacionales y política exterior de la Universidad Politécnico Grancolombiano, dijo al matutino mexicano que ante un default, las empresas liquidan a sus empleados para disminuir sus costos. "Cuando una compañía deja de pagarle a sus acreedores, los que forman parte de la cadena productiva, en prestación de servicios o productos, se se ven afectados. Además, la firma se ve imposibilitada de ofrecer a sus trabajadores aportes sociales y de cumplir con sus impuestos". Por esto, el investigador mantuvo que aunque los efectos de un default empresarial se producen en un nivel micro, se dan en una escala macro también.
Julio César Botero, profesor de asuntos internacionales y política exterior de la Universidad Politécnico Gran Colombiano, dijo que caer en el incumplimiento de deudas puede ser más grave para una compañía que para un país. Esto es porque un país tiene la opción de hacer préstamos internacionales a entidades financieras o a bancas privadas. También, si no ve ningún dinamismo en la economía, el gobierno puede imprimir y emitir dinero para promover el crecimiento y estimular los negocios.