YPF subió 4%, en el séptimo ajuste desde enero; acumula 60% en 12 meses; la siguieron Esso y Petrobras
Desde las cero horas de hoy, las estaciones de servicio de Mendoza aplicaron un aumento promedio de 4% en el precio de las naftas y el gasoil. El presidente de la Federación Entidades de Combustibles bonaerenses (FECOBA), Luis Malchiodi, confirmó la suba para septiembre y dijo que "la nafta va a llegar a $20 a fin de año": "Va a haber un aumento por mes, casi con seguridad", dijo durante una entrevista en radio La Red.
El diario La Capital de Rosario publicó también hoy las declaraciones del presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles, Raúl Castellanos, que estimó un promedio de suba mayor, de hasta 5%, "tanto en YPF como en el resto de las empresas".
La última suba ocurrió en los primeros días de julio y fue también de un 4% promedio. En todos los casos, los incrementos estuvieron por arriba de la devaluación del peso frente al dólar. También estaban relacionados con el encarecimiento del barril de petróleo en dólares.
La de hoy sería la séptima ocasión en que suben las naftas en 2014, un fenómeno que está provocando que cada vez más argentinos busquen un alivio instalando en sus autos equipos de Gas Natural Comprimido (GNC). Una inversión que al inicio es costosa, pero que luego, al circular, baja el gasto en combustible un 75%.
Entre enero y julio, más de 128 mil vehículos nafteros o diésel se convirtieron a GNC, 49,1% más que un año antes. La tendencia se aceleró a partir de abril, cuando el promedio de instalaciones mensuales llegó a 20.500. Es decir, casi 700 por día, el ritmo más intenso desde 2003, según estadísticas oficiales difundidas por el portal especializado NGV Journal .
Con ese impulso, el país superó en mayo la marca de 1.600.000 vehículos habilitados para cargar ese combustible alternativo. La cifra es la más alta en tres décadas de historia del GNC en Argentina, y todo indica que seguirá creciendo.
En julio, volvió a caer el consumo de naftas en las estaciones de servicio. La baja promedió fue de 6,47% en relación con el mismo mes del año anterior, según datos de la secretaria de Energía.
De acuerdo con el relevamiento del organismo oficial, la nafta Premium y el gasoil tradicional fueron los productos más afectados con una caída promedió del 10.3%, mientras que la demanda de nafta súper también se replegó, aunque a un ritmo menor del 2,08%.
Por Pablo Fernández Blanco.
Parece lógico que la presidenta Cristina Kirchner le haya encargado al ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno la agregaduría económica de la embajada argentina en Roma. De lo contrario, si se apegara a su manual, caería en la paradójica situación de tener que sostener duras peleas con Miguel Galuccio , CEO de YPF, cuyo principal accionista es el Estado, como hizo desde 2006 con Juan José Aranguren, el presidente de Shell, y otros empresarios, cada vez que aumentaban los precios de los combustibles. Sucede que, contra los pronósticos iniciales, la estatización de la mayor petrolera del país derivó en un beneficio impensado para quienes venden naftas y gasoil: ahora, el Gobierno no sólo permite aplicar aumentos, sino que los lidera la empresa nacional.
YPF, dueña del 55% del mercado, dispuso desde las 0 horas de ayer un ajuste del 4% en promedio en las naftas y el gasoil que vende en todo el país. En la Ciudad de Buenos Aires, el litro de nafta súper de esa compañía cuesta ahora $ 11,91; la premium, $ 13,41; el gasoil, $ 10,82, y su versión más sofisticada, $ 12,40. Pese a eso, sus precios siguen entre los más bajos del mercado.
El resto de las petroleras siguieron el mismo camino. Petrobras, por ejemplo, aplicó una suba promedio muy similar a la de la petrolera que conduce Galuccio. Mientras que Axion (de los hermanos Bulgheroni y la china Cnooc, que vende combustibles bajo la marca Esso) comenzó a retocar las pizarras en los últimos días.
En tanto, Shell evaluaba ayer los movimientos de YPF para definir los pasos por seguir. Se espera que Oil, de Cristóbal López, también se sume a la tendencia.
Los aumentos de ayer consolidaron varios récords. Por ejemplo, acumulan un incremento por encima del 40% en lo que va del año, y superior al 60% en los últimos 12 meses.
MÁS COSTOS
Para ponerlo en contraste, alcanza con decir que el incremento promedio del salario en las negociaciones paritarias de este año ronda el 30%. Por lo que, para quienes tienen auto, el peso de las naftas y el gasoil sobre su sueldo es cada vez mayor.
Además, la última suba es la séptima en el año. Desde que comenzó 2014, los combustibles terminaron el mes con el mismo precio que en el período anterior, sólo en junio y en agosto.
DEVALUACIÓN MEDIANTE
El incremento de los combustibles, que genera fastidio en los automovilistas, es para las petroleras una evolución previsible del negocio. Según su explicación, se deben a la devaluación del peso.
Las refinadoras y comercializadoras compran el barril de petróleo en pesos, pero su precio está expresado en dólares y sigue la cotización del Banco Central. Al mismo tiempo, venden producto en pesos, por lo que la depreciación de la moneda los lleva a requerir más billetes para hacer frente a su materia prima.
En el transcurso del año, la devaluación fue del 29,2%, mientras que en los últimos 12 meses acumula un 48%. Las señales oficiales, además, indican que continuará el "salto competitivo", como algunos funcionarios denominan a la devaluación. Todo eso pondrá más presión a los precios de los combustibles.
El aumento en los surtidores y la recesión de la economía se combinaron este año para provocar una caída en la venta de naftas y gasoil, algo infrecuente durante el kirchnerismo. Según números oficiales, desde mayo se vende menos en los surtidores. La demanda de gasoil, el llamado combustible del trabajo, fue la mayor perjudicada, con un desplome del 10 por ciento.
"Hay una decisión del Gobierno de mantener actualizado el precio de los combustibles. No le cae bien a nadie, pero las naftas y el gasoil no están más caros que en Chile, Brasil, Uruguay y Paraguay. Evidentemente quieren recuperar YPF y le están prestando atención", explicó Oscar Díaz, presidente de Cecha, una de las asociaciones empresarias que reúne a los expendedores de combustibles.
YPF subió un 4% promedio a nivel país los precios de los combustibles a partir de la 0 hora de ayer, y hoy los ajustes llegarán a los surtidores de las otras petroleras. Si se consideran los aumentos promedio aplicados durante el año por YPF, el alza acumulada desde enero alcanza al 42,5%.
Los precios de la petrolera presidida por Miguel Galuccio aumentaron el 6,8% el 1 de enero, el 6% el 1 de febrero, el 6,1% el 1 de marzo, el 5,4% el de 1 de mayo, el 4% el 1 de julio, y otro 4% ahora. Las alzas de febrero a marzo fueron acordadas con el Gobierno luego de la devaluación de enero y aplicadas por igual por todas las petroleras, aunque sobre bases distintas. Las subas de julio y la actual, en tanto, son fijadas libremente por cada empresa y si bien todas tienden a mantener siempre la misma distancia con YPF, puede haber pequeñas variaciones por producto, por localidad y aun por estación de servicio.
En Capital Federal, el litro de nafta súper de YPF pasó de $ 11,45 a $ 11,91 y el de premium de $ 12,89 a $ 13,41. El gasoil subió de $ 10,4 a $ 10,82, y el gasoil de más calidad (eurodiésel) pasó de $ 11,98 a $ 12,40. Este último producto, con un alza del 3,5%, fue el que menos incremento tuvo, por lo menos en Capital Federal.
En las provincias, los valores al público están en niveles superiores. En Resistencia, Chaco, en los surtidores de la petrolera estatal, la nafta premium aumentó $ 0,62 y llegó a $ 14,91, mientras la súper tuvo un alza de $ 0,50 y se vende a $ 13,79. En Mendoza, la nafta súper en estaciones de YPF se ubicó en $ 12,51 y la premium en $ 13,71, el diésel premium subió a $ 12,20 y el diésel común, a $ 12,29.
El actual es el séptimo ajuste en los precios de los combustibles desde el 1 de enero. Sólo no hubo cambios en junio y agosto. Se produce en un contexto de disminución en las ventas, sobre todo de la nafta premium.