La Comisión Europea suspendió sus esfuerzos para ratificar en la Unión Europea (UE) el acuerdo sobre inversiones cerrado con China a finales de 2020, al estimar inadecuada la actual coyuntura política, afirmó a la agencia de noticias AFP su vicepresidente Valdis Dombrovskis.
“Por el momento, hemos (...) suspendido determinados esfuerzos de sensibilización política por parte de la Comisión Europea, ya que está claro que, en la situación actual, (...) el ambiente no es propicio para la ratificación”, apuntó Dombrovskis en referencia a la imposición de sanciones entre China y el bloque europeo.
El acuerdo de inversiones entre ambos bloques, que se lleva negociando desde 2014, abría la puerta a que las empresas europeas pudieran operar en el país asiático, eliminado trabas y limitaciones legales que han impedido que las compañías del Viejo Continente tengan el mismo acceso al mercado chino que las empresas chinas han tenido al mercado europeo.
Entre las limitaciones que eliminaba este acuerdo estaban las restricciones cuantitativas, que impiden que empresas extranjeras puedan operar libremente en China, por lo que necesitan un socio local para formar una ‘joint venture’.
La Unión Europea buscó durante años obtener un mayor acceso al enorme mercado interno chino, aunque las violaciones de China en materia de derechos humanos y estándares laborales era un permanente obstáculo.
Un importante acuerdo de inversión alcanzado en diciembre entre la Unión Europea y China, después de siete años de dolorosas negociaciones, puede terminar siendo el punto más alto para los lazos que se están deteriorando rápidamente nuevamente.
Desde entonces, el poder ejecutivo de la UE y Alemania han formulado una legislación que dificultaría la inversión de las entidades chinas, al tiempo que se unen a los EE. UU. Para intercambiar sanciones de ojo por ojo con Beijing. El gobierno de Italia ha pasado de ser un entusiasta partidario de la Iniciativa de la Franja y la Ruta del presidente Xi Jinping a bloquear las adquisiciones planificadas por empresas chinas. Y en Francia, el embajador de China ni siquiera se presentó cuando fue convocado en marzo, citando "razones de la agenda".
En conjunto, los movimientos señalan un endurecimiento de la postura europea sobre Beijing. Y el cambio más grande podría estar por venir, con encuestas que muestran que el partido de los Verdes alemán va camino de desempeñar un papel significativo en el gobierno después de las elecciones de septiembre, lo que aumenta la posibilidad de un enfriamiento más escéptico de China en la mayor economía de Europa.
La canciller Angela Merkel habló con el primer ministro chino Li Keqiang la semana pasada, y los dos prometieron una cooperación más estrecha sobre las vacunas Covid-19 y la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, se habla en Berlín de que el optimismo en torno a la relación ha desaparecido, y un funcionario chino caracterizó los lazos con Europa como en una trayectoria descendente. Ya sea que los Verdes lleguen al poder en Alemania o no, las relaciones entre la UE y China se encuentran en una coyuntura crítica, dijo el funcionario, que pidió no ser identificado al hablar sobre asuntos estratégicos.
Los múltiples signos de tensión sugieren que los principales actores de Europa se están acercando a las opiniones de la administración del presidente Joe Biden en su enfrentamiento con China. Mientras el secretario de Estado Antony Blinken mantiene conversaciones en Londres esta semana con sus homólogos del G7, una Europa más alineada con Washington indicaría alguna reparación al daño causado a los lazos transatlánticos por la administración Trump, con implicaciones para el comercio, los aranceles y el acceso a tecnología.
"Ha habido un cambio de humor", dijo Joerg Wuttke, presidente de la Cámara de Comercio Europea en China con sede en Beijing y miembro de la junta del Instituto Mercator de Estudios de China en Berlín, una de las entidades sancionadas por China en marzo.
Citó la "tormenta perfecta" de la asertividad de China hacia Taiwán, su movimiento para imponer el control político sobre Hong Kong y las sanciones internacionales por presuntos abusos de los derechos humanos en la región de Xinjiang, superpuestos por el hecho de que China no ha cumplido con su promesas de apertura económica.
Sin duda, Europa no es uniforme en su perspectiva, y los miembros de la UE como Hungría todavía están ansiosos por comprometerse con China. Y mientras que Biden ha dicho que China puede esperar una “competencia extrema” de Estados Unidos mientras también busca trabajar con él en temas globales como el cambio climático, Europa enfrenta un dilema mayor en su esfuerzo por forjar su propio camino.
Los lazos económicos siguen siendo primordiales ya que China es el mayor socio comercial de la UE, con un volumen total de unos 686.000 millones de dólares en 2020 que supera el comercio entre Estados Unidos y China de 572.000 millones de dólares. Sin embargo, ahora incluso los Países Bajos, que se encuentra entre los 10 principales socios comerciales de China, se está volviendo más cauteloso, protegiendo a sus empresas de alta tecnología de la adquisición y promulgando una estrategia dedicada a China. Según el funcionario chino, Estados Unidos ha obligado a la UE a tomar partido.
El sentimiento fue diferente hace solo cuatro meses cuando Merkel ayudó a dirigir el bloque para sellar el Acuerdo Integral de Inversión UE-China, que la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, dijo que era "un hito importante en nuestra relación con China". Aún sujeto a la ratificación por parte del Parlamento Europeo, proporcionaría un mejor acceso al mercado chino para los inversores europeos al tiempo que comprometería a China con "principios ambiciosos", incluido el trabajo forzoso.
Sin embargo, a fines de marzo, la UE se había unido a los EE. UU., Canadá y el Reino Unido para imponer sanciones a China por presuntos malos tratos a los musulmanes uigures en Xinjiang, incluso obligándolos a trabajar. Beijing respondió con sus propias sanciones, mientras que una reacción pública vio al minorista de moda sueco Hennes & Mauritz AB sujeto a un boicot no oficial.
“La UE ha agregado recientemente más temas de agenda relacionados con los derechos humanos, la ideología y la democracia”, dijo Zhang Monan, investigador principal del Instituto Estados Unidos-Europa del Centro de Intercambios Económicos Internacionales de China en Beijing. "Se espera que continúe este tipo de oposición y fricción". Agregó que se espera que la UE formule políticas de manera independiente, ya que no quiere estar subordinada a EE. UU.
La Comisión Europea ahora propone reglas para imponer multas y bloquear acuerdos dirigidos a empresas extranjeras de propiedad estatal, mientras que el gabinete de Merkel aprobó poderes adicionales sobre la inversión extranjera la semana pasada dirigidos a sectores de alta tecnología, incluida la inteligencia artificial y la computación cuántica. Ambas medidas obstaculizarían a China.
China esperaba separar los problemas económicos de los políticos y unir a Europa con su enorme mercado de consumidores, pero eso es cada vez más imposible ahora, dijo un académico de un grupo de expertos afiliado al gobierno chino. La ratificación del CAI se ha vuelto más desafiante, dijo la persona, que no está autorizada a comentar públicamente debido a las reglas sobre hablar con medios extranjeros.
Los signos de las tensiones se mostraron durante las conversaciones virtuales lideradas por Merkel y Li. En una desviación de la práctica habitual, los comentarios de apertura no se transmitieron en vivo y no hubo una conferencia de prensa final. Una transcripción publicada varias horas después por Alemania mostró que Merkel abordó los derechos humanos, diciendo que había diferencias de opinión, particularmente sobre Hong Kong.
"China y Alemania tienen puntos de vista diferentes sobre algunos temas, esto es un hecho", dijo Li a Merkel, instando a Alemania a no interferir en asuntos internos, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de China. Li dijo que esperaba que pudieran "eliminar las distracciones innecesarias" para mantener las relaciones bilaterales "saludables y estables".
Washington no ha perdido el cambio en Europa. Un funcionario de la administración de Biden dijo que ha habido un cambio radical en el pensamiento europeo, que se suma a la postura de Estados Unidos sobre China. También ha habido una evolución real en Alemania, dijo el funcionario.
Ese cambio podría volverse más pronunciado si los Verdes convierten su liderazgo en la encuesta de opinión en un resultado sólido o incluso en una victoria en septiembre, y Merkel se apartará. Si bien todas las coaliciones implican compensaciones políticas, los Verdes tienen una línea más dura sobre China que la administración actual, pidiendo el fin de las “flagrantes violaciones de los derechos humanos” de Beijing y una coordinación europea y transatlántica más estrecha en China.
Una coalición con los conservadores sugerida por las encuestas vería continuidad en la política exterior alemana pero con "diferentes matices" sobre China, dijo Jana Puglierin, directora de la oficina de Berlín del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. "Los Verdes abogarían claramente por una política menos mercantilista que la que hemos visto con Merkel", dijo.
Por ahora, Europa está decidida a evitar separarse por completo de China. El presidente francés Emmanuel Macron y Merkel realizaron una llamada conjunta con Xi en abril, y un informe del Global Times de China el 28 de abril se refirió al "optimismo y la confianza en la cooperación China-Alemania" a pesar del riesgo de "algunos impactos" después de las elecciones. Los posibles sucesores de Merkel y los líderes empresariales conocen el "gran potencial" de Europa trabajando con China, "por lo que deben asegurarse de que los lazos saludables no sean interrumpidos por terceros o fuerzas conservadoras internas".
Aún así, Wuttke en la cámara de comercio europea dijo que China subestima la preocupación por los derechos humanos en Alemania. Especialmente después de la partida de Merkel, que favoreció el compromiso con China, es probable que "se traduzca en una política posiblemente más asertiva en Berlín", dijo.
