El gobierno argumenta, ante diplomáticos europeos, su plan de minería en tierras indígenas
Brasil defendió sus planes para desarrollar la minería en territorios indígenas ante diplomáticos de Europa luego que el presidente Jair Bolsonaro fuera muy criticado por favorecer las actividades extractivas en la Amazonía, hogar de parte de las comunidades ancestrales, informó este viernes el gobierno.
El ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, se reunió esta semana con más de una decena de representantes europeos en Brasilia para explicar la política de minería del gobierno y su "importancia para la economía y el desarrollo del país", indicó la cartera en un texto publicado en su web.
El ministro, que prevé presentar dentro de poco al Congreso un proyecto para legalizar la minería en tierras indígenas, enfatizó la relevancia que tiene para el gobierno el "desarrollo sustentable en áreas indígenas, tanto como su énfasis en el sector minero".
"En este tema hay mucha desinformación y es importante que la comunidad internacional escuche lo que el gobierno tiene para decir", dijo el secretario especializado en el área Alexandre Vidigal, quien participó en la reunión.
La apertura económica de las reservas indígenas ha sido una promesa de campaña de Bolsonaro que, según representantes de los pueblos originarios y de oenegés, explican el incremento de la violencia y la presión de mineros y madereros sobre esas zonas.
El ministro aseguró que "líderes" de muchas de las 600 comunidades indígenas en Brasil "demandan acciones" al gobierno y al legislativo "para permitir la explotación de las riquezas existentes en sus zonas, con el fin de garantizar su desarrollo sustentable con su participación en los resultados".
Sin embargo, destacados dirigentes indígenas brasileños como el cacique Raoni Metuktire, candidato al premio Nobel de la Paz, realizan constantes giras en Europa para defender sus territorios de la deforestación y los planes del gobierno ultraderechista.
Bolsonaro ve las campañas internacionales de preservación de la Amazonía como una amenaza para la soberanía nacional y las atribuye a las intenciones de otros países de apoderarse tarde o temprano de esas riquezas.
Entre los gobiernos europeos más críticos con Bolsonaro figura el francés.
"Mostramos, en esta ocasión, que queremos sí hacer minería en Brasil. Sin embargo, no a cualquier precios, sino de forma sustentable y con responsabilidad", afirmó Vidigal, citado en el comunicado.
En la cita participaron diplomáticos de 13 países europeos, entre ellos Francia y Alemania, y de la Unión Europea.