FRANCISCO JUEGUEN
Principalmente debido a la crisis cambiaria y financiera a la que estuvo expuesta desde el año pasado y de la que no logró recobrarse, la Argentina cayó este año al puesto 83° -dos posiciones- en el ranking de competitividad que elabora el World Economic Forum (WEF).
"La Argentina pierde dos posiciones este año, cayendo a el 83 a nivel mundial. La economía ha estado en recesión desde 2018 (el PBI disminuyó un 2,5% en 2018 y un 1,2% en 2019 sobre una base anual), lo que lleva a un aumento en la tasa de desempleo (9.9%) y en el número de personas que caen en la pobreza multidimensional (31,3%)", indicó el informe global.
"Pese de los recientes esfuerzos por estabilizar la economía, el resurgimiento de la inflación y los déficit crecientes condujeron a un contexto macroeconómico menos estable, lo que socavó la confianza de los inversores e impulsó la salida de capitales", explicó el documento del WEF. "Los inversores locales y extranjeros sacaron más de $35.000 millones fuera del país el año pasado obligando al Gobierno a reintroducir controles de capitales", dijeron.
"Los ejecutivos de negocios también han reducido sus percepciones sobre el marco legal de Argentina, es decir, el sistema judicial (el puntaje de independencia cayó en 3,9 puntos y el país ocupa el puesto 112), y la estabilidad política del Gobierno desalentando aún más las inversiones privadas", esgrimieron los especialistas del WEF.
"Mientras estabilizar la economía sigue siendo la principal prioridad, resolver la dualidad entre el trabajo mercado y el fortalecimiento del sistema financiero siguen siendo prioridades en la Argentina", indicaron los ejecutivos consultados por el WEF.
Según el WEF, el empeoramiento de las condiciones macroeconómicas, la falta de progreso en el mercado laboral, y el impacto financiero, "redujeron los efectos de las dimensiones que la Argentina logró mejorar". Los especialistas citan el "dinamismo comercial más sólido" y una "reducción significativa de las regulaciones para iniciar un negocio". El WEF destaca además que aumentaron los años de escolaridad y los esfuerzos en mejorar los planes de estudio.
Con una puntuación de 84,8 (+1,3), Singapur se sitúa como la economía más competitiva del mundo en 2019, adelantando a Estados Unidos, que cae a la segunda posición. La Región Administrativa Especial de Hong Kong (3.º), los Países Bajos (4.º) y Suiza (5.º) completan los cinco primeros puestos.
En América Latina y el Caribe, Chile (33º) es la economía más competitiva gracias a la estabilidad de su contexto macroeconómico. Detrás aparece México (48º), Uruguay (54º) y Colombia (57º). Brasil, pese a ser la economía que más ha mejorado en la región, se sitúa en el puesto 71º, mientras que Venezuela (133º, baja seis posiciones) y Haití (138º) cierran la clasificación regional. "Esta región ha realizado importantes mejoras en muchas áreas, pero todavía está rezagada en calidad institucional y capacidad de innovación, las dos puntuaciones regionales más bajas", informó el WEF en su informe.
"El Índice de Competitividad Global 4.0 constituye una brújula para prosperar en la nueva economía de la Cuarta Revolución Industrial. En este contexto de incertidumbre económica, tensiones comerciales y desafíos sociales y medioambientales, es todavía más crucial que los responsables políticos utilicen las herramientas integrales de competitividad para situar la economía mundial en una senda de creciente productividad, inclusión y sostenibilidad", afirmó Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial.
"El informe revela que esta combinación positiva para todas las partes es posible, pero para ello será necesario un liderazgo más audaz y visionario y una colaboración entre múltiples partes interesadas", agregó Schwab en un comunicado enviado a la prensa.
De los 12 pilares que componen el índice, mercado laboral, adopción de Tics, educación y habilidades, junto a salud, son los pilares que registran un empeoramiento.
Aun cuando hubo un mejor resultado en su puntuación, Chile mantuvo por segundo año consecutivo la posición 33 en el Índice de Competitividad Global, elaborado por el World Economic Forum (WEF) en conjunto con la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI).
El informe, que mide los factores de productividad de 141 países a través del cruce de información estadística con encuestas de opinión ejecutiva, evidenció en su versión 2019 un repunte de 0,3 puntos porcentuales en la calificación de Chile, al obtener 70,5 puntos. Con ello el país, al igual que en la versión anterior, lidera con holgura en la región superando a México, Uruguay, Colombia y Costa Rica.
No obstante, el resultado fue considerado como un llamado de atención sobre los desafíos a abordar.
"El informe sostiene que no hay trade-offs entre crecimiento, inclusión y sostenibilidad, como algunos creen en Chile", señaló el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Bernardo Larraín.
De los 12 pilares que se evalúan, Chile sigue ostentando la mejor ubicación en estabilidad macroeconómica junto con países como Australia, Dinamarca o Finlandia, entre otros. El año pasado, escaló desde la ubicación 23 obtenida en 2017 a la número 1 con el puntaje máximo de 100 puntos.
Un activo que a juicio del presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfonso Swett, "no podemos descuidar".
Dentro de este pilar se consideran variables como inflación y deuda. Otra de las fortalezas del país son el mercado de productos y sistema financiero. En el primero se registró un avance de tres posiciones al ubicarse en el lugar 10, mientras que en el segundo se retrocedió un peldaño dejando atrás la ubicación que se registraba desde 2017, al llegar al puesto 21.
En contrapartida en lo que el país se mantiene al debe –al igual que el año pasado- son en adopción de Tecnologías de Información y Comunicación (Tics), mercado laboral y capacidad de innovación. En ellos el puntaje obtenido fue 63,1; 62,8 y 42,4, respectivamente.
A esto se suma que en los dos primeros también hubo un empeoramiento al retroceder varias posiciones en la tabla. En adopción de Tics se pasó del puesto 49 al 56, mientras que el mercado laboral se bajó en la tabla ocho posiciones al escalón 53.
El decano de la Escuela de Gobierno de la UAI, Ignacio Briones comentó que ambos son desafíos que se deben abordar como políticas públicas "fundamentales para el siglo XXI".
En mercado laboral los principales problemas residen en el costo de despido asociado con indemnizaciones por años de servicio y a la rigidez para contratar y despedir.
Otra variable que se deterioró fue educación y habilidades, que pasó de la ubicación 42 a la 47. Lo mismo ocurrió con salud, que retrocedió siete puestos en la tabla situándose en el 37.
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, enfatizó que "la diferencia de 15 lugares entre nuestro país y el siguiente en Latinoamérica (México) indica claramente que Chile es, con clara distancia, el país más competitivo de nuestra región".
El jefe de asesores y coordinador macro de Hacienda, Hermann González, abordó los resultados en una actividad en Sofofa, destacando la solidez macroeconómica del país.
Del total de 12 pilares, el Perú empeoró en los de Instituciones, Infraestructura, y Mercado de Productos, retrocediendo 4, 3 y 6 posiciones, respectivamente.
Por sexto año consecutivo, el Perú cayó en el ránking de competitividad global del Foro Económico Mundial (WEF). En la edición del 2019, el país se posicionó en el puesto 65 de un total de 141 países, retrocediendo dos posiciones desde la medición del año pasado, cuando evaluaron 140 países.
A nivel de América Latina, el país mantiene el sexto lugar, entre 18 países, al igual que en el 2018, ubicándose luego de Chile (33), México (48), Uruguay (54), Colombia (57) y Costa Rica (62). Argentina (83) y Ecuador (90) retrocedieron dos y cuatro puestos, respectivamente, según reportó la entidad en el documento publicado en su portal web.
Del total de 12 pilares, el Perú escaló en tres pilares (Salud, Educación y Habilidades, Tamaño de Mercado); y mejoró en puntajes pero mantuvo su posición en cinco pilares (Adopción TIC, Mercado Laboral, Sistema Financiero, Dinamismo de Negocios y Capacidad de Innovación).
El país empeoró en los pilares Instituciones, Infraestructura, y Mercado de Productos, retrocediendo 4, 3 y 6 posiciones, respectivamente.
Cabe indicar que en el pilar de instituciones se agregó el indicador de “Incidencia de la corrupción”, el Perú retrocedió del puesto 80 (con 37 puntos) al puesto 91 (con 35 puntos).
Asimismo, el país lidera el ranking mundial en el pilar de “Estabilidad Macroeconómica”, donde ocupa el primer puesto, junto con otros 33 países del mundo.
Cabe señalar que desde el 2018, el ránking de competitividad cuenta con estructura e indicadores distintos a los años precedentes. Por ello, en dicha ocasión, la entidad hizo énfasis en que los resultados desde ese año no son comparables con los informes anteriores. Esta metodología busca responder a los retos del cambio tecnológico y lo que considera la cuarta revolución industrial.
