EL 18F, BAUTISMO DE FUEGO DEL PARTIDO JUDICIAL
Breve introducción y alguna reflexión
Me contaban que en los últimos días, cuando terminaba de hablar en algún acto oficial, TN, el cable del monopolio Clarín, titulaba: “No mencionó a Nisman”, “No habló de la marcha del 18F”.
Es cierto que cuando hablo por cadena nacional se les dificulta apenas un poquito la tarea destructiva y depredadora de lo institucional. Pero la libertad de prensa, por suerte, no sufre mella. La cadena nacional del desánimo y el odio, comandada por Clarín, goza del privilegio de la libre expresión los 365 días del año durante las 24 horas.
Pero volviendo al reproche que se me hacía por mi “silencio”, resulta curioso que cuando hablo de lo que algunos no quieren, un fiscal me exige que me calle, y cuando no hablo de lo que ellos quieren, me reclaman que hable. En síntesis: la palabra y el silencio parecen tener dueños en la Argentina.
En realidad, como ciudadana antes que como Presidenta, siempre he tenido la costumbre de analizar, evaluar, y luego opinar sobre cualquier hecho una vez que este ocurre. Es una sana costumbre que no pienso abandonar.
De jueces y fiscales
El hecho que sí había ocurrido era la inédita convocatoria de fiscales con el apoyo de no pocos jueces a una marcha a la que decían se convocaba para reclamar “justicia” por la muerte del fiscal Nisman, algo realmente tan insólito como sería una convocatoria de Ministros del Poder Ejecutivo reclamando una mejor “gestión de gobierno”, mientras otros afirmaban convocar en homenaje a su colega muerto. No voy a entrar en los antecedentes de los fiscales convocantes, harto conocidos por propios y extraños. Pero no deja de ser una curiosidad que dos de ellos fueron acusados por familiares de las victimas de obstaculizar la causa Amia y la tarea del propio Nisman. Como tampoco puedo dejar de señalar el informe producido por el periodismo español en torno a dos de ellos y a su vinculación con barras bravas y “sus negocios”, del club que en los hechos comanda un candidato presidencial, sin que ningún miembro del Poder Judicial, al hacerse público tal nivel de connivencia, haya actuado o siquiera expresado algo. ¿O será que se vienen tomando en serio y hace tiempo esto de los “silencios” selectivos?
Lo cierto es que la marcha a la que asistió todo el arco de partidos opositores y sus candidatos presidenciales, salvo las agrupaciones de izquierda, no fue para nada un acto de homenaje a una persona trágicamente fallecida, con la obvia excepción de sus familiares directos.
Se pudo ver en vivo y en directo a dirigentes políticos riéndose a carcajadas y también a manifestantes llevando carteles con leyendas ofensivas e insultantes contra el gobierno. Tampoco fue una marcha del “silencio”, porque el mismo fue sonoramente roto por un orador sindical integrante de una central obrera ferozmente opositora al gobierno. En definitiva: tanto en lo gestual como en las palabras y en lo ostensiblemente visible, el 18F fue decididamente una marcha opositora, convocada por fiscales y apoyada por jueces y todo el arco político opositor.
En síntesis: una marcha de varios integrantes de un Poder del Estado, el Judicial, contra otro Poder de la Constitución: el Ejecutivo. Es lo que se vio, se escuchó, se filmó y se fotografió. O sea, el hecho que ocurrió.
Y aquí vuelvo al principio. Había que esperar, porque podría haber sido una marcha en homenaje a un fiscal que apareció sin vida en circunstancias dudosas, tal cual lo expresa la carátula del expediente judicial, o podría haber sido lo que realmente fue: simple y sencillamente, una marcha opositora.
Marcha que sí tuvo un único e inmenso mérito, que es que en la Argentina, tu país, se puede disentir, se puede insultar al Gobierno y a la Presidenta, y se puede marchar libremente. No siempre fue así, y no hablo de la Dictadura. Aún recuerdo lo que les pasó a los que se les ocurrió disentir el 19 y 20 de diciembre del 2001 en la Plaza de Mayo. Represión, más de 30 muertos, disparos sobre la multitud, Estado de Sitio. A más de 13 años, aún no se sabe de detenidos ni de condenas por esos hechos. Fernando De la Rúa presidía el Gobierno.
De marchas y de números
La polémica sobre la marcha y el número de la concurrencia merece un análisis especial. Por lo explícito y por lo implícito. Análisis, que para evitar subjetividades, resulta conveniente recurrir, como fuente, a los propios medios opositores.
En lo explícito, debo decir que las marchas opositoras más grandes que tuvo nuestro Gobierno fueron dos:
– Una convocada por “ingeniero” Blumberg en la plaza del Congreso el 1ro de Abril del 2004.
– La otra fue organizada en el Monumento a los Españoles, sobre la Av. del Libertador, por las Patronales Rurales el 15 de Julio del 2008, luego de 127 días de lock out, desabastecimiento, cortes de ruta, etc. Esta última superior a la primera.
Las crónicas y los documentos fotográficos de los diarios Clarín y La Nación de los días siguientes son el testimonio más elocuente.
Llama la atención la precisión del diario La Nación comparando los dos actos. 237.000 personas en el acto sobre la Av. del Libertador y 103.000 personas en el Congreso, en el acto que presidía Néstor Kirchner.
Basta mirar las tapas de ambos diarios del día 19 de febrero y sus documentos fotográficos para que la cifra mencionada de ¡400.000 personas! resulte patéticamente absurda y políticamente armada.
Las fotos y sus perspectivas, sus propios textos, los lugares físicos comunes ocupados y su capacidad tornan demasiado grosera la mentira.
¿Por qué entonces ese evidente empecinamiento en agregarle ceros a una marcha? Porque en definitiva, allí está el objetivo oculto e implícito de la marcha: El 18F no es el homenaje a un fiscal, ni siquiera un reclamo insólito de justicia, sino el bautismo de fuego del Partido Judicial .
Y ese Partido Judicial debe aparecer con “respaldo masivo” (no popular, concepto impensable para los que concurrieron al evento) que avale y dé aires de legalidad a cualquier mamarracho judicial, independientemente de lo que digan las leyes, los códigos de fondo y de forma y hasta la mismísima constitución.
El 18F. Bautismo de fuego del Partido Judicial
Allí esta el verdadero hecho político e institucional de la marcha del 18F. La aparición pública y ya inocultable del Partido Judicial.
Nuevo ariete contra los Gobiernos Populares, que suplanta al Partido Militar en el rol que, en el trágico pasado, asumiera respecto de Gobiernos con legalidad y legitimidad democrática.
Ya no se trata de golpes violentos que interrumpen el funcionamiento de las instituciones y de la Constitución. La modalidad es más sofisticada. Articula con los poderes económicos concentrados y fundamentalmente con el aparato mediático monopólico, intentando desestabilizar al Poder Ejecutivo y desconociendo las decisiones del Legislativo. O sea, un súper poder por encima de las instituciones surgidas del voto popular.
Un Partido Judicial integrado por grupos de jueces y fiscales vinculados y promocionados por los grandes medios y grupos económicos. Muchos de ellos también defensores de las leyes de la impunidad para los crímenes del Terrorismo de Estado durante la última Dictadura, otros ex-funcionarios políticos de la década del noventa y casi todos de aceitada articulación con las conducciones subterráneas desplazadas de los organismos de inteligencia.
Este Partido Judicial, que al mismo tiempo que funciona como armadero de causas cajonea otras. Es el que llama a indagatoria al Ministro de Justicia media hora antes de que la Cámara de Diputados comience el tratamiento del nuevo Código de Procedimiento Penal. Es el que llama a declaración indagatoria a la Procuradora del Tesoro cuatro días después de que la misma se presente en el expediente donde se tramita la descabellada denuncia del fiscal Nisman, con un escrito de 60 páginas y prueba documental que da por tierra al absurdo “plan criminal elaborado por la Presidenta de la República y su Canciller y aprobado por el Congreso de la Nación”.
Es el Partido Judicial que cajonea causas de Lesa Humanidad como la de Papel Prensa, con increíble cantidad de prueba documental y testimonial, en lo que fue la apropiación de dicha empresa durante la Dictadura por parte de Héctor Magnetto, Ernestina Herrera de Noble, Bartolomé Mitre y los ex propietarios del diario La Razón, sin que siquiera hasta ahora se haya citado a ninguno de los denunciados por la viuda de Graiver, detenida y torturada durante la Dictadura.
A propósito de esta causa emblemática, ¿será cierto que el Juez de la causa, Dr. Ercolini, asistió a la marcha, tal como informan algunos diarios? Pienso que no. Ya sería demasiado.
Es el Partido Judicial el que no toma ninguna determinación y “duerme” la causa sobre lavado de dinero denunciada por Hernán Arbizu, ex Vicepresidente de JP Morgan en la Argentina, donde no solamente se autoincrimina, sino que detalla con precisión como lavaba dinero de los mismos integrantes del Grupo Clarín. La causa lleva años y no hay una sola citación.
Es el Partido Judicial el que aún no permite que se aplique a Ley de Medios, declarada constitucional por la Corte Suprema, a través de una sucesión infinita de medidas cautelares.
Es el Partido Judicial el que ha generado el “derecho cautelar delivery” o el “forum shopping”. El mismo que pide la indagatoria del fiscal Dr. Gonella, que investiga lavado de dinero y narcotráfico, haciendo lugar a una denuncia hecha por una jueza que es pareja del narcotraficante Valentín Temes Coto, condenado a 20 años de prisión por contrabando de tres toneladas de cocaína.
Es el Partido Judicial el que acusa a empresas por meras faltas administrativas, al mismo tiempo que el magistrado actuante vulnera la Ley siendo accionista de sociedades comerciales (lo cual está impedido), adquiridas además con prestamos de bancos públicos (Banco Provincia de Bs. As.) y de empresarios privados. Como detalle risueño: las sociedades de las cuales es accionista tienen las mismas faltas administrativas que las acusadas. Increíble pero cierto. Delicias de la omnipotencia, impunidad y discrecionalidad que te da el sólo hecho de ser uez en nuestro país. De pagar impuesto a las ganancias… mejor no hablamos.
Es el Partido Judicial que acosa en forma nunca vista al Ministerio Público Fiscal con denuncias permanentes, pedidos de indagatorias, allanamientos y trabando el accionar de una institución que la Constitución de 1994 consagró como Ministerio extrapoder, como una garantía de independencia en la administración de Justicia para los ciudadanos.
Es el Partido Judicial que por primera vez en la Historia declara inconstitucional un tratado internacional firmado por el Gobierno Nacional y ratificado por el Parlamento, en ejercicio de facultades Constitucionales que son exclusivas y excluyentes de ambos Poderes. Decisiones estas que, por lo tanto, no son judiciables, tal cual lo marca la propia doctrina de la Corte.
Es el Partido Judicial que no va a elecciones, cuyos miembros no pagan impuestos, tienen sus funciones y prerrogativas de por vida, y en algún caso están por cumplir un siglo. ¿Decime si no te dan ganas de ser juez?
Una apostilla sobre marchas y números
Cuando estoy escribiendo alguien me hace llegar la tapa del diario La Nación del 19 de abril del año 2013. Acá está, no tiene desperdicio.
Es de hace casi dos años. Presta atención al título y al subtítulo. Dice que es la mayor protesta contra el gobierno. Que superó la del 13S y a la del 8N. El 8N, ¿te acordás? La marcha verde. ¿Vos decís por el calentamiento global? No, esa fue en Nueva York, yo estaba y fue multitudinaria en serio. La de acá fue por el dólar.
La protesta de la foto fue por la reforma de la justicia, que luego de aprobada por el Congreso fue rechazada por el Poder Judicial. La crónica dice que a esa manifestación fueron “cientos de miles”. Mirá la foto y volvé a mirar las anteriores. Las conclusiones sacalas vos.
Un detalle. Si te fijás, a un costado de la foto hay un articulo con un título: “El Análisis. Cristina frágil y abrumada”. Me parece que el que necesita un analista es el que escribió el artículo. Y si prestas atención, en la tapa de La Nación del 19 de febrero, el día de mi cumpleaños, otro artículo: “El Escenario. El galtierismo de Cristina”. Te aclaro que no leí ninguno de los dos, pero infiero que de “frágil y abrumada” hace dos años, a pasar a ser Galtieri evidencia un poder de recuperación francamente asombroso… y eso que el alcohol no me gusta y no tomo jamás. Aunque se ve que otros sí, y muy seguido. En fin, delicias de los medios y su falta de registro de lo que escriben. Una pena.
Por si no te queda claro, el tema es que la última marcha de protesta contra el Gobierno siempre va a ser la más numerosa. El problema es que ya van por 400.000, así que me juego que la próxima es un millón.
De Nisman a Pollicita
Tengo en mis manos una copia de la nota que el fiscal Gerardo Pollicita, a cargo de la denuncia del fiscal Nisman, dirigida al Presidente de la Cámara de Diputados, Dr. Julián Dominguez, donde le comunica a ese cuerpo legislativo que no concurrirá el día lunes 23. En efecto, los titulares de las Comisiones de Justicia, Relaciones Exteriores y Asuntos Constitucionales habían invitado al fiscal en virtud de que el nudo central de la denuncia es el Memorandum de Cooperación Judicial entre Argentina y la República Islámica de Irán con motivo del atentado de la AMIA, firmado por el Poder Ejecutivo y aprobado por el Poder Legislativo, por tratarse de un Acto Federal Complejo, que requiere para su perfeccionamiento la intervención de los dos Poderes.
Resultan realmente sorprendentes, y una muestra más de cómo funciona el Partido Judicial, los motivos que alega el Fiscal Pollicita para no concurrir al Congreso de la Nación a explicar una denuncia tan importante en la que estaría involucrada la Presidenta de la Nación, su Canciller y un Diputado, entre otros.
Sostiene la necesidad del “secreto de sumario” y que su concurrencia “implicaría atender las demandas” (SIC) de los señores legisladores y que entonces las “diferentes líneas de investigación” podrían verse frustradas en caso de alcanzar estado público.
¿Donde estaba el fiscal Pollicita cuando el fiscal Nisman hizo un verdadero raid periodístico por TV, radio y diarios, dando pelos y señales de su denuncia? ¿O cuando decidió ir al Congreso invitado por la oposición?
¿Qué pasa con los fiscales de Partido Judicial? ¿Cuándo los invita la oposición aceptan y cuando los invita el oficialismo lo rechazan?
¿Viste lo que te dije sobre el Partido Judicial? Porque además de ser Partido, es opositor y destituyente del Gobierno.
Pero no de cualquier Gobierno. De este Gobierno.
El Gobierno de la Memoria, la Verdad y la Justicia.
El Gobierno de la derogación de la leyes de impunidad.
El Gobierno que abrió todos los archivos y relevó a todos los agentes de inteligencia para que hablaran sobre el caso AMIA. El único gobierno argentino que le reclamó en la ONU cooperación judicial a la Republica Islámica de Irán para el esclarecimiento de la causa.
El Gobierno que más recursos dio, económicos y humanos, a quienes investigan el atentado terrorista a la AMIA ocurrido hace 21 años, sin que haya un solo detenido, ni un solo condenado.
El Gobierno de la AUH. El que recuperó los recursos de los trabajadores de las AFJP. El de la mayor inclusión en materia previsional. El de la movilidad jubilatoria.
El Gobierno de los planes Procrear, Progresar, Conectar Igualdad.
El Gobierno que hizo la mayor inversión de los últimos 50 años en materia ferroviaria. Trenes nuevos para viajar con dignidad.
El Gobierno que modernizó el trámite de DNI y pasaporte para que ya no sea un calvario obtener tu documentación.
El Gobierno que desendeudó al país. Le pagó al FMI, al Club de París, y se niega a pagar a los Fondos Buitres tasas usurarias. El que quiere pagarle al 100% de sus acreedores en forma equitativa, justa e igualitaria.
El Gobierno que creó más de 5 millones de puestos de trabajo. Que reinstaló los convenios colectivos de trabajo. Que volvió a hacer funcionar el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil. El que reindustrializó el país, y tiene los salarios mas altos de America Latina, nominalmente y en paridad de poder adquisitivo.
El Gobierno que construyó las obras de infraestructura más importantes de los últimos 50 años. El que terminó Yacyretá y Atucha II. El que construye y lanza al espacio el primer satélite argentino, creando ARSAT.
El Gobierno que retoma el Plan Estratégico Nuclear con inversiones superiores a los 11.000 millones de dólares. El que repatrió a más de 1.000 científicos y que creó el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
El Gobierno que abrió 9 nuevas Universidades Nacionales y generó el sistema nacional de becas con mayor inclusión de toda la Historia.
El Gobierno que amplió derechos con el matrimonio igualitario, con la igualdad e identidad de género.
El Gobierno que restableció el Estatuto del Peón Rural e incluyó por primera vez al personal de casas de familia con todos sus derechos laborales y de seguridad social.
El Gobierno que le dijo NO al ALCA y SI a MERCOSUR, UNASUR y CELAC.
Y aunque no lo creas, el Gobierno que mayor presupuesto le ha dado al Poder Judicial.
Por Francisco Olivera.
El juez Claudio Bonadio viene repitiendo en confianza que tiene pruebas suficientes para citar a indagatoria a Máximo Kirchner en la causa que investiga a Hotesur, empresa de la familia presidencial, por presunto lavado de dinero. Hace algunas semanas, molesto porque veía venir una embestida que terminó en un pedido de recusación en su contra de Romina Mercado, sobrina de Cristina Kirchner y titular de la sociedad hotelera, dejó trascender otro pensamiento: si lo obligaban a abandonar la causa era probable que renunciara al cargo, un gesto que habría provocado un escándalo político. Esa posibilidad quedó descartada anteayer, cuando el magistrado fue ratificado por la Sala I de la Cámara Federal.
En la cima del Gobierno dan por hecha esa citación, a la que atribuyen una relevancia sin precedente: están convencidos de que puede, acaso como ninguna otra cosa, afectar emocionalmente a Cristina Kirchner. La única duda es cuál será la naturaleza de la reacción presidencial. Hasta ahora ella ha contestado a las investigaciones del modo en que lo ha hecho siempre: se abroqueló en una militancia capaz de poner las manos en el fuego por Boudou, Milani o D'Elía, dobló la apuesta mediante el envío de leyes controvertidas al Congreso e incluyó a la Justicia en el consorcio de corporaciones que supuestamente la quieren destituir. Un viejo recurso de populismos en decadencia: la estratagema de Maduro en Venezuela.
En realidad, de un modo menos cruento, viene haciendo esto prácticamente desde el inicio de su segundo mandato, cuando al kirchnerismo empezaron a llegarle las facturas de su propia gestión. No hay que olvidar que la Presidenta inauguró su reelección aplicando el cepo cambiario por una corrida contra el dólar que atribuyó al banquero Jorge Brito. A partir de allí, desde el punto de vista económico casi todas han sido malas noticias. No es casual que informes internos de cámaras que respaldaron al Gobierno durante una buena parte del mandato, como la Unión Industrial Argentina (UIA), hayan fechado en 2010 el acta de defunción del modelo productivo de acumulación con matriz diversificada e inclusión social.
Cristina Kirchner está al tanto de este divorcio definitivo con el establishment, al que ahora incluye en su estrategia de defensa durante su año más difícil. La UIA no sólo supone ahora para ella un conglomerado de corporaciones a las que el kirchnerismo dice combatir, sino que acaba de aguar, a través de un duro documento difundido la semana pasada, la única fiesta con que la militancia tenía previsto mitigar la crisis tras la muerte de Nisman: el acuerdo comercial con China. Entonces, como en aquel diciembre de 2013 pródigo en saqueos, muertos y cortes de luz, inhibida la algarabía espontánea, hubo que declamarla: "Nos quedamos con el canto, con la alegría; a ellos les dejamos el silencio", forzó la Presidenta.
Dueña de reflejos superiores a los de la mayor parte de la oposición que se sueña en su lugar, aprovecha ahora el momento para denunciar un ataque de las grandes empresas y, en la voltereta, fustigar desde el atril a Luis Betnaza (Techint) y a José Ignacio de Mendiguren, los dos dirigentes fabriles con mayores posibilidades de suceder a Héctor Méndez, presidente de la UIA, en las elecciones de abril. Ambos pertenecen al Grupo Industriales, la corriente interna que debe proponer el candidato y que también integra Juan Carlos Lascurain, el metalúrgico a quien Cristina Kirchner volvió a elogiar el miércoles en la cadena nacional. La UIA es desde entonces una concatenación de rumores y acusaciones mutuas. ¿Querrían sus miembros, en general reacios al conflicto con el poder, ungir a un conductor enfrentado con la Presidenta?
Durante la cadena, la jefa del Estado citó una reciente entrevista que Página 12 le hizo a Lascurain. Allí, el metalúrgico relata que, en tiempos de De la Rúa, Mendiguren llegó a golpear la mesa durante un almuerzo en la Casa Rosada. "¿Usted se imagina qué pasaría si le golpearan la mesa a esta presidenta? Lo que buscan es ser poder", concluía el empresario en la entrevista. Mendiguren se defendió desde su cuenta de Twitter. "La Presidenta se hizo eco de una historia mal contada por Lascurain sobre una reunión de hace años con supuestos golpes de mano a una mesa", empezó. "Y supuestos platos que volaban o gestos que faltaban el respeto a la autoridad presidencial. No, nadie golpeó nada. Lascurain se equivoca en su relato. Las discusiones fueron siempre con Cavallo, con quien teníamos diferencias irreconciliables."
Tal vez hayan sido esas últimas fricciones las que acabaron de convencer a algunos empresarios de estar presentes en la marcha homenajeando a Nisman. El hombre se acuerda de Júpiter cuando truena, dice el proverbio latino: el reclamo por las instituciones aparece aquí cada vez que las arbitrariedades del que manda se vuelven una incomodidad. Mientras tanto, el modo en que la Justicia parece estar defendiéndose de los avances del Gobierno -trabajando sobre las causas- acaba de asignarles a jueces y fiscales un lugar que hacía tiempo que no tenían en la lista de prioridades de la sociedad. ¿Estarán a la altura? "No son arcángeles, pero son los que hay", se resignó en la noche del jueves un industrial.
Es natural que los empresarios hayan depositado allí sus esperanzas. Aunque persista todavía el escepticismo en dirigentes que miran más el fondo de las cosas. Anteayer, pocas horas después de la marcha, durante el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados, Elisa Carrió les recriminó a sus pares oficialistas: "Tengan ustedes en claro que yo no me voy a acercar a ninguno de los fiscales. Concuerdo en que ninguno de estos fiscales actuó en diez años en que denuncié a Lázaro Báez. ¡Por orden de ustedes: eran de ustedes y se separaron, como Stiuso!".
Son posturas distintas ante lo que parece inevitable: el próximo gobierno tendrá en el Poder Judicial a un actor relevante de la vida pública. Para corporaciones habituadas a convivir con el kirchnerismo, incluso una Justicia que cuestiona resultará menos hostil. Los arcángeles tampoco están en los directorios: en el peor de los casos, un mal fiscal pasará a formar parte de la estructura de costos. Lo explicó con sinceridad demoledora un industrial: "El juez a lo sumo te pide una coima; el kirchnerismo se quería quedar con tu empresa".
Tanto pragmatismo puede aliviar a unos cuantos, pero mantendrá siempre lejos la salida. Ya pasó con lo peor del menemismo: una clase dirigente poco dispuesta a transformarse a sí misma quedará siempre condenada a que sus pesadillas regresen con otro nombre..