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ANÁLISIS
María Eugenia Estenssoro: El modelo uruguayo es diferente
CLARÍN/MINING PRESS/ENERNEWS
29/11/2021

MARÍA EUGENIA ESTENSSORO * 

Las recientes elecciones en América Latina confirman el creciente desencanto de los ciudadanos con el funcionamiento de sus democracias. En la década de 1980 la mayoría de nuestros países dejó atrás feroces dictaduras militares y abrazó el credo democrático confiando en que nos libraría de tanta injusticia, pobreza y atraso económico. Hoy, lamentablemente, las democracias crujen bajo el peso de la desesperanza y la indignación social.

En Chile colapsó el sistema de partidos. En Venezuela y Nicaragua gobiernan dictaduras pseudo-electorales que persiguen, torturan y encarcelan a sus opositores.

En Argentina en cada elección nos debatimos entre un modelo populista a la venezolana o el fortalecimiento de la democracia republicana y liberal establecida en nuestra Constitución.

En Perú ganó un sindicalista anti-sistema de izquierda que es un misterio.

En Brasil gobierna un outsider de derecha a quien la justicia y la oposición quieren destituir. México hace tiempo cayó en manos del narcotráfico.

La pandemia agravó aún más la catastrófica gestión estatal. Un dato lo dice todo: América Latina enterró al 32% de las víctimas del coronavirus aunque su población es el 8% de la población mundial. No sorprende que el apego a la democracia siga debilitándose.

Solo el 49% de los latinoamericanos “prefiere la democracia a cualquier otro sistema de gobierno”. El 51% confiesa que “no le importa si un gobierno autoritario llega al poder si resuelve los problemas”; y la gran mayoría, el 70%, está “insatisfecho con cómo funciona la democracia de su país”.

Estos datos surgen de la última encuesta difundida por Latinobarómetro, la prestigiosa ong de opinión pública chilena que hace 25 años realiza un diagnóstico exhaustivo del estado de la democracia en la región.

En este contexto, Uruguay aparece como una isla democrática en medio de un tembladeral. Allí el 74% de los ciudadanos cree que “la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno”, solo una minoría (19%) opina que las instituciones de su país tienen “grandes problemas”. La República Oriental enfrentó mejor la pandemia que sus vecinos.

En 2020 tuvo 174 muertos en total, gracias a un masivo sistema de testeo y rastreo. Este año los contagios y muertes aumentaron exponencialmente, pero un eficaz plan de vacunación, con tres dosis disponibles para todos desde hace meses, frenó la tasa de mortalidad.

Con 1.700 muertes por millón de habitantes tiene la tasa más baja de Latinoamérica, similar a las de España y Francia. Perú, con 6.000 muertes por millón de habitantes tiene el record mundial; Brasil con 2.800 y Argentina con 2.500 respectivamente están en la zona roja del planeta.

Uruguay ocupa el puesto 15 en la tabla de honor de las democracias más plenas del mundo, según el Democracy Index sobre 167 países.

Tiene el mayor PBI per cápita de la región, los índices más bajos de corrupción y los menores índices de pobreza y desigualdad. Lo cual confirma que el manejo transparente del Estado y una economía de mercado estable son las bases del desarrollo con equidad. No son necesarios ni los “cambios de sistema” ni las cruzadas populistas.

A las pruebas me remito: el 65% los orientales confía en la policía, el 56% en el gobierno y la Justicia, el 51% en el Congreso y el 74% sigue votando por lealtad partidaria en cada elección. Hay una institución que no es santa de su devoción: la iglesia. Solo el 38% de la población confía en la iglesia, contra el 61% de Latinoamérica. Los orientales están orgullosos de su laicismo, al punto que a la Semana Santa la llaman Semana del Turismo.

¿De dónde viene esta cultura cívica y política que ha hecho del respeto y la moderación una suerte de identidad nacional? “Es una marca histórica. Una de las causas es la temprana consolidación de los partidos. Los Partidos Blanco y Colorado nacieron en 1836, casi con la República.

Las leyes electorales sancionadas a principios del siglo 20 por Batlle y Ordoñez fueron muy inclusivas. Los partidos Socialista y Comunista son más que centenarios. Ambos integran el Frente Amplio, coalición que ya cumplió 50 años. Aglutina en su seno desde liberales progresistas, demócrata-cristianos hasta lo que fue el MNL Tupamaro”, explica Gerardo Caetano uno de los historiadores más importantes del país.

Tener una izquierda democrática, no revolucionaria, es una de las fortalezas de la democracia uruguaya. “El Frente Amplio vendría a agrupar lo que podríamos llamar una izquierda nacional y popular. Pero no tiene que ver con esta idea del campo nacional y popular como se lo entiende en Argentina. La política uruguaya no ha sido una política de hegemonías, ha sido una política de acuerdos”.

En el siglo 19, las luchas entre Blancos y Clorados fueron tan brutales como las matanzas entre federales y unitarios. Pero el equilibro de fuerzas entre uno y otro bando los llevó a sellar un acuerdo en 1872. “Con el Pacto de Coparticipación los dos partidos de alguna manera asumen un programa que no es la extinción del otro”.

El surgimiento de movimientos guerrilleros como los Tupamaros en los años 60, en el contexto de la revolución cubana y la guerra fría, y la dictadura militar posterior fueron excepciones en una historia democrática relativamente estable y pacífica. Historiadores y políticos recuerdan que hasta el propio Che Guevara, cuando visitó el país en 1961, instó a cuidar la democracia uruguaya, desalentando la lucha armada.

Transcribo dos párrafos del discurso que dio en la Universidad de la República: “Y nosotros -les podrá parecer extraño que hablemos así, pero es cierto-, nosotros iniciamos el camino de la lucha armada, un camino muy triste, muy doloroso, que sembró de muertos todo el territorio nacional, cuando no se pudo hacer otra cosa… Ustedes tienen algo que hay que cuidar, que es, precisamente, la posibilidad de expresar sus ideas; la posibilidad de avanzar por cauces democráticos hasta donde se pueda ir; la posibilidad, en fin, de ir creando esas condiciones que todos esperamos algún día se logren en América…”.

* Ex senadora nacional y periodista


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