El pasado 3 de setiembre el Gobierno Nacional publicó en el Boletín Oficial la Resolución N§ 1/2012 aprobando el funcionamiento de la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas.

Esta Comisión tiene la potestad de analizar los planes de inversiones de las petroleras, de controlar sus ganancias, regular sus stocks y su producción. Recordemos que esas facultades estaban a cargo de las provincias productoras, que eran las encargadas de concesionar las áreas y firmar los contratos de adjudicación, que por supuesto, ya la perdieron.

El viceministro de Economía Axel Kicillof, también director estatal en YPF, es el que está a cargo de la dirección de esta Comisión, secundado por el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno y el secretario de Energía Daniel Cameron.

La citada resolución forma parte del denominado Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas, que tiene como principal objetivo “el incremento y la maximización de las inversiones y de los recursos empleados en exploración, explotación, refinación, transporte y comercialización de hidrocarburos para garantizar el autoabastecimiento y la sustentabilidad de la actividad en el corto, mediano y largo plazo”.

Galuccio y su plan para YPF

Recientemente y dentro del proyecto nacional para lograr el autoabastecimiento de petróleo, en una conferencia de prensa con periodistas locales y a través de teleconferencia con periodistas en New York, el titular de YPF, Miguel Galuccio, anunció el “Plan de los 100 días”, destinado a aumentar la producción de hidrocarburos en el período 2013-2017. La propuesta cuenta con el apoyo de los gobernadores de las provincias productoras agrupadas en la OFEPHI.

Este plan tiene tres objetivos. El primero es relanzar la exploración de nuevas cuencas productivas. De los 746 pozos y 38 equipos de perforación que actualmente tiene YPF, estima llegar en el 2017 a 1.347 pozos y duplicar la cantidad de flotillas.

El segundo prevé una fuerte inversión para la explotación de gas, calculando perforar en los próximos cinco años 1.160 nuevos pozos. La idea es poner en marcha un programa de sustitución de importaciones buscando el abastecimiento de gas a precios más competitivos.

Y el tercer objetivo apunta a realizar grandes inversiones en refinación (producción), transporte y comercialización.

Fue bastante optimista al realizar sus predicciones, ya que apuntó a eficientizar la producción en los yacimientos actualmente explotados, recuperar el crecimiento de YPF y el autoabastecimiento de combustibles en el mediano plazo.

Inversión y financiamiento

En este plan se prevén inversiones por 37.200 millones de dólares, de los cuales 26.000 millones serán realizas por YPF en el período 2013/2017 según detalló Galuccio. El resto será financiado por inversores que están siendo tentados con ciertas ventajas para que se asocien a esta empresa con mayoría estatal.

Surgen algunos interrogantes que servirán para ilustrar al lector: cuando el CEO (del inglés “chief executive officer” u “oficial ejecutivo en jefe”) de YPF anunció que en cinco años esta empresa podrá autofinanciarse y concretar las inversiones programadas para poder cumplir con el plan anunciado, nos preguntarnos entre otras cuestiones:

a) ¿Cómo obtendrán ganancias suficientes para destinarlas a inversiones ya que actualmente esta empresa se está achicando un 6% al año?; y

b) Tampoco se contemplan variables externas como el crecimiento del PBI, la demanda de energía, la inflación, el tipo de cambio, las importaciones de combustibles o los subsidios que paga el Gobierno al consumo de energía.

Financiación e inversión

Al anunciar este plan se plantearon los objetivos y los montos de inversión que hará YPF, pero no se informó como obtendrán los ingresos necesarios.

Es evidente que si YPF podrá autofinanciar un porcentaje equivalente al 70% de su plan de inversiones es porque necesariamente tendrá que: a) subir el precio de los combustibles que comercializa,

b) eficientizar sus procesos, o

c) recibir subsidios para obtener beneficios y destinarlos a este fin.

Algunos especialistas opinaron que para lograr las inversiones comprometidas, con los datos aportados y el aumento de la producción estimada, será necesario un incremento de los precios entre un 15% y un 25% por encima de la inflación, sabiendo que este año superará el 20%.

La mano del Gobierno

Durante el año 2011 los subsidios al sector energético sumaron $ 41.000 millones, estimando que en el 2012 aumentarán más del 15%. Nos preguntamos: Si en los próximos cinco años se decide disminuir los subsidios, ¿se podrán mantener los mismos precios de los combustibles? ¿O será mayor la ayuda del Gobierno que reciba este sector -especialmente YPF- para cumplir con el Plan de inversiones?

Además varios analistas calculan que este año se importará gas y combustibles por U$S 11.000 millones, estimando que esa cifra crecerá el año próximo si es que mejora la actividad económica.

Ante esta realidad podemos afirmar sin temor a equivocarnos las siguientes alternativas:

1) aumentarán significativamente las tarifas de los combustibles,

2) se incrementarán los subsidios o

3) quizá ocurran las dos cosas.

No podremos predecir es el impacto inflacionario que tendrán estas nuevas medidas si es que se llevan a cabo (inversiones y eficientizar a YPF), y más en un contexto donde consideramos estratégico el autoabastecimiento energético. Esta ya es una decisión política.