Transportadora Gas del Sur (TGS) lanzó "El gas natural: Un puente hacia el futuro", un libro que recorre, a través de 100 hitos, la historia, los orígenes, la evolución y la contribución esencial del gas natural para el desarrollo y crecimiento de Argentina.

VÍCTOR BRONSTEIN*

El atributo distintivo de las sociedades modernas es el altísimo consumo energético que nos brinda alimentos en abundancia, producción industrial a gran escala, transporte global e independencia de los factores climáticos. Siempre tenemos energía a la mano y en la cantidad que necesitemos. Esta capacidad es producto del uso creciente del carbón, petróleo y gas natural, así como de la electricidad, la cual es generada mayoritariamente a partir de combustibles fósiles y, en menor medida, del aprovechamiento de la energía cinética del agua, la energía solar y de la fisión del átomo de uranio.

La energía y su relación con el desarrollo social tiene un carácter sistémico de dimensiones culturales, políticas, técnicas y económicas, ya que es la base del sistema productivo, las relaciones humanas y la forma de vida de una civilización. Así, cada momento de la historia humana se ha caracterizado por un régimen energético sustentado en alguna fuente de energía primaria. La leña en las civilizaciones preindustriales; el carbón, el petróleo y el gas desde la Revolución Industrial hasta la actualidad. Hoy, estamos empezando a recorrer la transición desde los combustibles fósiles hacia las energías renovables.

Una de las grandes preocupaciones actuales es cómo garantizar el suministro de energía en un mundo donde el consumo aumenta aceleradamente. Sobre todo, debe ser seguro, confiable y accesible: seguro para garantizar el desarrollo económico y las mejoras en la calidad de vida, confiable para estar disponible ante la demanda en sus diversas formas, accesible para que los consumidores puedan acceder sin esfuerzo a las energías domésticas, industriales y de transporte.

*Director del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad