DANIELA DESANTIS

La presa de Itaipú, que suministra alrededor del 10% de la energía que se consume en Brasil y el 86% de la que se utiliza en Paraguay, país sin litoral, ha registrado su producción más baja desde que la central hidroeléctrica comenzó a funcionar a plena capacidad en 2005.

Aguas abajo, la central argentino-paraguaya de Yacyreta produjo en septiembre la mitad de su nivel normal de energía, un ejemplo de cómo las graves sequías están complicando el abandono de los combustibles fósiles al secar ríos y embalses.

"Tenemos energía disponible, lo que no tenemos es agua para sostener esa energía por mucho tiempo", dijo a Reuters el superintendente de Operaciones de Itaipú, Hugo Zárate, quien agregó que la planta estaba "satisfaciendo la demanda pero por períodos cortos".

Zárate estimó que la producción de Itaipú estaría entre 65.000 y 67.000 gigavatios hora (GWh) este año.

"Eso es alrededor del 35% del valor máximo de 2016 y un 15% menos que en 2020", dijo en su oficina en la planta, ubicada entre las ciudades de Hernandarias en Paraguay y Foz do Iguacu en Brasil.

Los bajos niveles de productividad afectan a la generación de energía, así como a las regalías que los países reciben por el uso del agua.

La sequía, una de las peores del último siglo, ha llevado al gobierno de Brasil a pedir a sus ciudadanos que reduzcan su consumo de electricidad y agua y ha hecho surgir el espectro de un posible racionamiento de energía.

Crisis energética

Itaipú tiene un caudal medio normal de unos 11.000 metros cúbicos por segundo (m3/s), mientras que el de Yacyreta es de 14.500 m3/s, según sus técnicos. Ambas dependen del caudal del río y tienen una capacidad de almacenamiento limitada.

La producción se ve muy afectada por los caudales aguas arriba de la cuenca del Paraná, regulados por unas 50 presas aguas arriba en Brasil, que han visto disminuir las reservas de agua desde 2019 en medio de la disminución de las lluvias.

El caudal medio de Itaipú en lo que va de año es de 6.800 m3 por segundo, un nivel similar al de la década de 1970, según Zárate. Los caudales medios mensuales de Yacyreta están entre 6.000 y 9.500 m3/s, dijo Lucas Chamorro, jefe de hidrología de la misma.

"Los volúmenes útiles de los embalses están alcanzando sus mínimos históricos... mientras se agudizan las tendencias extremas de El Niño o La Niña", dijo Chamorro, refiriéndose a los patrones climáticos cíclicos que pueden traer tanto fuertes lluvias como sequías a Sudamérica y otros lugares.

Pero el alivio no parece estar a la vuelta de la esquina. A pesar de una reciente mejora, parece probable que las lluvias en el Sur de Brasil estén por debajo de lo normal durante el resto del año, dijo el analista principal de investigación meteorológica de Refinitiv, Isaac Hankes.

"Se necesitan muchas más lluvias para aliviar la preocupación por la sequía", dijo.

La presa de Itaipú "depende totalmente de la mejora de los caudales. Y si eso no ocurre, esta crisis de energía va a persistir por lo menos durante el próximo año", finalizó Zárate.