FMI rebajó fuerte estimaciones de la economía mundial y espera el peor año desde 1945
Ámbito Financiero, Buenos Aires
El Fondo Monetario Internacional (
FMI) aseguró hoy que la economía mundial sufrirá un "desplome" generalizado en 2009, con un crecimiento global de apenas el 0,5 por ciento, la peor tasa registrada desde la
Segunda Guerra Mundial. La cifra global supone una brusca reducción frente al 2,2 por ciento que el mismo FMI preveía en noviembre. Y está notablemente por debajo del umbral del 3,0 por ciento que el organismo establece para declarar una recesión mundial.
Las rebajas afectan a todos. España se contraerá un 1,7 por ciento, un punto menos que lo previsto en noviembre, y México un 0,3, la primera vez que se prevé una recesión para el país. EL FMI aseguraba hace apenas unos meses que México crecería un 0,7 por ciento.
Toda Latinoamérica crecerá un 1,1 por ciento, según las previsiones anunciadas por el FMI en la actualización de su informe Panorama Económico Mundial.
El mundo vive "una etapa de profunda desaceleración", según explicó Charles Collyns, subdirector del Departamento de Investigaciones del Fondo. Y los números afectan a todos:
Estados Unidos caerá un 1,6 por ciento, la Zona Euro un 2,0 por ciento, Japón un 2,6 por ciento, el Reino Unido un 2,8 por ciento, y Rusia un 0,7 por ciento.
China y la India siguen siendo los principales motores del crecimiento mundial, pero a muchas menos revoluciones: el gigante chino crecerá un 6,7 por ciento, y el indio un 5,1 por ciento.
Otro país que mantendrá un crecimiento positivo será Brasil, con el 1,8 por ciento, aunque lejos de las tasas superiores al cinco por ciento de ejercicios anteriores. El Fondo no publica más estadísticas por países en la actualización del informe.
"Todos los países de america latina están sufriendo las consecuencias de la crisis mundial", afirmó Collyns.
Según el economista, la "grave recesión" que afecta a las economías avanzadas y la "rápida desaceleración" de las emergentes se produce a pesar de "las medidas de amplio alcance" tomadas por los gobiernos de todo el mundo en los últimos meses.
El informe asegura que "subsisten agudas tensiones financieras", y que "no será posible una recuperación económica sostenida mientras no se restablezca la funcionalidad del sector financiero y se destraben los mercados de crédito".
En el caso de las economías emergentes, se están viendo afectadas fuertemente por la caída de sus exportaciones, por las restricciones a la financiación y por la caída de los precios de las materias primas.
La receta para la solución, apunta Collyns, está en resolver la crisis financiera, "reconocer las pérdidas" y "recapitalizar los bancos para que el crédito vuelva a fluir".
El informe recomienda específicamente "seleccionar las compañías financieras según su viabilidad a mediano plazo y suministrar apoyo público a las que resulten viables inyectándoles capital y eliminando los activos de mala calidad". Además, el organismo reclama políticas monetarias y fiscales que apoyen la demanda.
Para el caso de Latinoamérica, Collyns mantuvo la alabanza porque la región tiene una "base más sólida" que en ocasiones anteriores para superar la crisis, y citó específicamente que "los niveles de reservas son más altos" y que "cuentan con políticas fiscales más sólidas".
Sin embargo, el subdirector del Departamento de investigación del organismo recomendó a las autoridades económicas de la región "ser prudentes" y "reconocer la necesidad de adaptarse a la realidad" porque, por ejemplo, los precios de las materias primas se mantendrán "bajos durante bastante tiempo".
"La aplicación de políticas económicas sólidas será esencial para afrontar el temporal y sentar las bases de una futura recuperación económica", sentenció
Collyns.