El gerente de Operaciones de la minera santacruceña Cerro Vanguardia, encabezó una charla de seguridad en el comedor del yacimiento, ubicado a 150 kilómetros al noroeste de Puerto San Julián.
El encuentro, que nació a consecuencia de una iniciativa de la Gerencia General de la compañía, para acercar más conocimiento sobre las distintas actividades que se realizan en la operación, abordó desde distintos ángulos prácticos, el manejo de la seguridad en el yacimiento y la aplicación del programa “Transformación de la seguridad”, que implementado por la socia mayoritaria de Cerro Vanguardia, AngloGold Ashanti, en todas sus operaciones mineras.
En este caso, Sanguín desarrolló cuatro estándares que actualmente se aplican en la compañía: salud y bienestar para el trabajo (programa de capacitación desarrollado por servicio médico para todas las áreas); prácticas de trabajo seguras; respuesta a emergencias, gestión de crisis y continuidad (programa de actividades desarrolladas por la Brigada Operativa de Emergencia y Rescate, BOER, para todas las áreas); y gestión de cambio (programa de motivación e involucramiento en seguridad laboral para supervisores).
El directivo explicó a los trabajadores mineros presentes que “los accidentes suceden por no cumplir con los procedimientos”, y habló de las nuevas libretas EPA (Evaluación de Procesos y Actividades) que servirán para la evaluación del entorno de trabajo, indicando que “con las mismas libretas podremos detectar alguna mejora en procedimientos de seguridad”, destacando que “lo mas importante que el compromiso de seguridad es de todos”.
Aprovechando el encuentro, Jorge Sanguín anunció la llegada al yacimiento de la nueva carpa para emergencias, que tiene una capacidad para 16 camillas, y que se trata de la primera de este tipo en la provincia.
La carpa cuenta con un techo formado por una pared presurizada internamente con aire frio (también conocida como doble membrana presurizada), con piso, frente y fondo de lona simple, y dimensiones 6,5 metros de ancho, 10 de largo y 3 de altura central.
Esta estructura es autoportante y cuenta con un equipo compresor que permite inflarla en cerca de cinco minutos, y una vez anclada permite soportar las mayores exigencias climáticas según los reglamentos estructurales de aplicación nacional (CIRSOC).
En su interior, cuenta con sistema de iluminación de lámparas frías con recubrimiento de acrílico para evitar contacto directo con la lona.
Cerrada para transporte, la carpa ocupa un espacio de menos de un metro cúbico y pesa 250 hilos, lo que permite un fácil transporte y estibaje.