Planteó que se debe buscar el mecanismo para que tanto el Gobierno como los diputados recorran cada localidad para conocer las distintas posiciones. Evitó pronunciarse sobre el reclamo de un plebiscito que realiza el Modelo Chubut.
«Es el mecanismo que hay que buscar, que el Gobierno junto con los diputados podamos hacer la recorrida por todas la ciudades, por todos los pueblos, donde cada cual pueda hacer el aporte que crea conveniente», respondió el vicegobernador Mac Karthy cuando se le consultó sobre cómo se sumará la opinión de las distintas poblaciones sobre minería.
Según entendió el vicegobernador, con el ingreso a la Legislatura provincial del proyecto de ley del Ejecutivo sobre regulación minera en Chubut, «se abre el gran debate de la sociedad chubutense, donde todos tienen que hacer sus aportes, aquellos que ya tengan posición tomada, ya sea a favor o en contra, deben ser escuchados».
Insistió Mac Karthy en que «el debate parlamentario debe ser producto del debate que aporte la comunidad, la sociedad; acá hay comunidades que ya se han expresado hace muchos años, caso de la comuniad de Esquel, y otras comunidades que están esperando poder expresarse».
¿PLEBISCITO?
El vicegobernador evitó pronunciarse sobre el reclamo que realiza el bloque del PJ Modelo Chubut sobre lo que considera una derogación de la ley 5001 que prohibe la explotación minera a cielo abierto y con uso de cianuro.
Los legisladores del dasnevismo dicen que el proyecto del Gobierno apunta a una derogación encubierta de esa ley, y que se debería hacer un plebiscito para impulsar el nuevo marco regulatorio.
Mac Karthy se limitó a decir que «el gobernador ha sido claro hace ya 15 o 20 días cuando habló del tema, así que no voy a hablar más allá de lo que dijo el gobernador», sin adoptar una actitud firme de defensa del proyecto oficial sobre regulación minera.
"Ya me conocen la prudencia"
El vicegobernador Gustavo Mac Karthy se negó a dar su opinión sobre las acusaciones del diputado oficialista Gustavo Reyes, quien denunció un acuerdo entre el ministro nacional Norberto Yauhar y el ex gobernador Das Neves para perjudicar la gestión provincial. Se amparó en que cualquier opinión podría afectar el principio de acuerdo alcanzado por el gobierno en el conflicto por Cerro Dragón.
«Ya me conocen la prudencia que tengo en estos temas», respondió Mac Karthy cuando fue consultado por las acusaciones contra Yauhar y Das Neves.
Con una mirada casi ajena al conflicto entre la operadora PAE y Los Dragones, que el gobernador Martín Buzzi logró llevar a una mesa de diálogo entre las partes, Mac Karthy dijo que el acatamiento a la conciliación obligatoria «nos permite tener la esperanza de que la solución está pronta». Y agregó que «no quisiera que una palabra pudiera evitar que la solución llegue», evitando referirse a la polémica sobre el supuesto acuerdo para desestabilizar al gobernador Buzzi.
Por Proyecto Sur-Chubut - Como sabemos, en Chubut tiene vigencia la Ley 5.001, que prohíbe la minería a cielo abierto en el territorio provincial. Esta ley es el producto de la movilización de la ciudadanía de Esquel, en un proceso de madurez cívica que resulta ejemplar.
También sabemos que, alentado por el gobierno nacional, el gobernador Buzzi elaboró un proyecto de regulación de la actividad minera que intenta burlar la Ley 5.001, con el fin de dar rienda suelta a la explotación megaminera en la provincia. Esta iniciativa fue hecha a espaldas del pueblo. Asesorado por lobbistas mineros (incluidos el ministro de planificación Julio De Vido y el secretario de minería Jorge Mayoral), Buzzi se ha esmerado en seducir a intendentes y diputados provinciales.
El gobernador se está burlando del pueblo porque no plantea abiertamente todas las ventajas y desventajas de la explotación minera y porque no promueve el debate en la sociedad. Tal como lo hizo Mario Das Neves, cuando consiguió la aprobación de los contratos de concesión petrolera en 2007 en un tiempo récord, Buzzi apuesta al poder el lobby y no a la democracia participativa.
¿Y la democracia?
El gobernador Martín Buzzi es uno de esos dirigentes que creen que la democracia se reduce al proceso eleccionario, por eso no tiene empacho en traicionar a quien sea una vez obtenido el triunfo. La estrategia es muy simple: como candidato, se acomoda junto al que tenga más poder y en su campaña dice discursos muy lindos y generales, evitando tratar cuestiones concretas y, sobre todo, polémicas. Luego, una vez en ejercicio del cargo, se dedica a desarrollar políticas que nunca anunció, contando con el apoyo de otros funcionarios como él, a quienes no les importa realmente representar al ciudadano que lo votó.
Lo que se decida con nuestros recursos naturales es algo que afecta a toda la sociedad y es un deber del gobernante promover una adecuada información y garantizar el debate y la participación de los ciudadanos y de las organizaciones civiles. A puertas cerradas, a espaldas del pueblo, no se pueden tomar decisiones que embarguen el futuro de todos.
Pero, claro, para políticos como Buzzi, la traición al ciudadano no es un problema. Más bien es una costumbre cuando no una estrategia que exhiben orgullosamente como demostración de su inteligencia y su vocación de poder. La estructura de los partidos tradicionales resulta siempre un aparato institucional apropiado para fomentar la traición.
Repasemos brevemente: Buzzi traicionó a Das Neves, que había traicionado a Kirchner, que había traicionado a Duhalde, que había traicionado a Menem, que traicionó a Perón. Cuando la traición es la norma, la honestidad termina siendo causa de asombro, cuando no de burla.
La lucha por el futuro
Desde Proyecto Sur, manifestamos nuestro apoyo a las acciones de concientización y de resistencia impulsadas por todas las asambleas, asociaciones y foros que, frente a la soberbia del gobierno, luchan por un futuro mejor para todos.
Exigimos, entonces, que el gobierno suspenda su iniciativa legislativa respecto de la minería y que promueva un debate abierto y participativo en toda la comunidad de la provincia. La disyuntiva es muy simple: Democracia o Traición.