El periodista Ricardo Olivera, en su columna de la semana, analiza el futuro del grupo Petersen en YPF y devela el freno que Monseñor Delgado le metió a una declaración antiminera de un sacerdote patagónico.
Por Ricardo Olivera.
-A finales de marzo saltaron todas las alarmas. En la reunión de la Comisión Permanente del Episcopado Argentino, el obispo Delgado tuvo que salir a frenar a un par suyo de la Patagonia quien pretendía que los prelados firmaran un documento contra la minería. En aquel distrito ya se ha publicado un documento similar con alto contenido ideológico y cargado de prejuicios.
-La formación técnica del arzobispo de San Juan, característica que comparte con el cardenal Bergoglio y monseñor Casaretto (todos se recibieron en la universidad antes de abrazar la vocación religiosa), resultó útil para sugerir un estudio previo y caso a caso de las distintas explotaciones que hay en el país. Su prédica, poblada de ejemplos que denotaban su conocimiento concreto y no sólo filosófico de la industria, caló inmediatamente entre sus interlocutores quienes se convencieron de la necesidad de dar más tiempo al asunto.
-Pero el lapso será perentorio. Delgado fue invitado a exponer con más profundidad en la próxima reunión prevista para fines de este mes. También lo hará la otra parte. Esa fue la causa de la reciente visita del obispo al campamento de Pachón, donde Xstrata finaliza sus exploraciones y prepara un mega proyecto de cobre. Ya había visitado los otros sitios mineros de San Juan.
-Simultáneamente, reunió con urgencia a la Comisión de Justicia y Paz para que uno de sus cuerpos técnicos elabore un manual sencillo para manejo de la diócesis. Trabajan contra reloj, porque en las parroquias también hay demanda de información por los sacerdotes y la feligresía. Ambos reclaman una toma de posición. Es difícil predecir el impacto que un documento negativo del conjunto de obispos podría producir en la opinión pública, pero seguramente no sería beneficioso para la actividad.
-Después de 25 años de trabajo, cerró Chango Cueros. A medias, porque mantiene un local de ventas en el entrepiso de lo que fuera su local exclusivo de peatonal Rivadavia. En el frente, el mismo dueño puso un café. La campera perdió protagonismo por vaivenes de la moda y, sobre todo, por el bajo valor del dólar, los precios locales son muy altos y afuera se compran a mitad o un tercio del precio de aquí. Negocio familiar-personal, comenzó con el propio De Giovanini armando las sillas de cuero con remaches de una confitería ya desaparecida: Siqueiros, que supo estar en Salta y Circunvalación. Con los sobrantes hizo cinturones y las famosas alpargatas con cordones, furor en aquellas temporadas. Chango no descarta volver al rubro pero por ahora “hace la plancha” con el café.
-La expropiación de acciones de YPF por el Estado nacional no afectó el 25% del grupo Petersen. De haberlo hecho, muchos bancos habrían entrado en caída libre. Petersen compró con préstamos garantizados por las acciones de que sería propietaria y prometió pagar vencimientos e intereses con las futuras utilidades. De haberle quitado la propiedad de las acciones, los bancos prestamistas quedarían automáticamente descalzados en sus balances. Hoy estarían en la tapa de los diarios más que Repsol.
-Pero el problema subsiste. Hay 2900 M de dólares pendientes de pago. Ahora el Estado interventor no permite liquidar dividendos porque los piensa dedicar a reinversiones. Los directivos de los bancos caminan por las paredes. Y no es para menos. La lista incluye a: BNP Paribas, Itaú, Credit Suisse, Citi, Standard y Santander. Habrá muchas reuniones con gente del gobierno y el BCRA. Se da por sentado que los bancos deben correr solidarios con el riesgo pero, si algo se consideraba sin riesgo era una petrolera económica y financieramente exitosa.
-Lo que presintió mi amigo el “chirola” al ver el resultado de sus cobranzas, “está todo muy pesado” decía, ya es un clamor oficial de los comerciantes. El primer trimestre terminó con marzo en fuerte caída de ventas. El segundo comenzó con la primera quincena de abril también para abajo y sin expectativas mejores para fin de mes. No se puede hablar de recesión porque para ello hace falta que la actividad caiga durante dos trimestres consecutivos y hay que hablar de actividad y no solamente de ventas.
-No obstante hay preocupación porque las ventas bajan pero los precios suben, un fenómeno que, de prolongarse como tendencia se llama estanflación, estancamiento con inflación. Una enfermedad muy atípica de la economía y difícil de lograr, pero no para los argentinos que la hemos conocido más de una vez. Como dando aliento, el FMI publicó esta semana sus perspectivas para la región (Latinoamérica y el Caribe) atribuyendo a Argentina 4,5% de crecimiento y casi 10 puntos de inflación. Es posible que, acostumbrados a subir 7 u 8 por ciento, un 4 y medio nos resulte corto.