La UIA hoy con Brasil; mañana, le toca a Moyano
Ámbito Financiero
Héctor Méndez, presidente de la
Unión Industrial Argentina (UIA), recibió ayer dos llamados que lo obligarán a viajar hoy desde Punta del Este hacia Buenos Aires. El primero fue del embajador de Brasil,
Enio Cordeiro, invitándolo a una comida esta noche a las 20.30 en el Palacio Pereda con el flamante canciller
Antonio Patriota. Se trata de un encuentro protocolar, al que irá un grupo reducido de empresarios y políticos, pero que es
clave por la dimensión que tiene el socio del Mercosur y, en particular, en la actividad industrial doméstica.
También lo llamó
Hugo Moyano, pidiéndole acordar un encuentro urgente. El camionero sugirió reunirse hoy mismo por la mañana. Lo pasaron para mañana al mediodía.
«Es para la foto», le dijo a este diario una alta fuente de la UIA, que le pide a
Méndez que tome más distancia del dirigente gremial. El empresario responde:
«Es el líder de los trabajadores, elegido de manera democrática; yo como dirigente tengo que reunirme con todos». Sin embargo, si no hubiera sido por la invitación a la embajada brasileña,
Méndez no habría abandonado a su familia -que atraviesa una situación de salud delicada con uno de sus miembros- en el balneario uruguayo.
Por esa misma razón,
Méndez declinó la oferta de
Eduardo Eurnekian para acompañarlo en su avión privado a la gira presidencial por países árabes que arranca esta semana. En su reemplazo irá
Federico Nicholson del grupo
Ledesma, que muestra (biodiésel y azúcar mediante) afinidad reciente con la administración Kirchner.
También trascendió que el ex embajador en Francia y ex CEO de Peugeot Argentina,
Luis Ureta Sáenz Peña, sería el candidato preferido del Gobierno nacional para suceder a
Méndez a partir de mayo próximo. Sin embargo, la lista que debe designar al futuro presidente,
Industriales, está en contra de esta pretensión: la orienta
Techint, que mantiene un
sordo enfrentamiento con las políticas oficiales y selló una alianza tácita con
Clarín en su pelea con el Gobierno.
Internas al margen,
Moyano sigue buscando el abrigo de la UIA ante el claro vacío que le hacen en los círculos más cercanos a la presidente
Cristina de Kirchner; pero nadie se engaña entre el empresariado respecto del futuro del camionero: por más que se lo perciba débil, nadie cree que la Presidente se pueda dar el lujo de prescindir de él este año.
«El pacto social parece muerto porque el Gobierno ni se molesta en mencionarlo, mucho menos en convocarlo, y sin el Estado no tiene sentido. ¿De qué vamos a hablar? De salarios con ellos no se puede, porque todos los que lo acompañan a Moyano son de gremios de servicios (Smidt de portuarios, el propio Hugo y sus camioneros, Viviani de taxistas, Andrés Rodríguez de empleados públicos, Lingieri de obras sanitarias) y no tienen idea de lo que representa dar un aumento en dólares sin un incremento de la competitividad», dijo un dirigente de la UIA.
Esta semana de agenda cargada se cerrará el sábado próximo en la habitual reunión que organiza el banquero
Jorge Brito en su chacra esteña
Mamá Gansa; algunos de los invitados, consultados por este diario, le restaron importancia política al evento.