Apurado por los tiempos electorales, el kirchnerismo se aseguró ayer avanzar en Diputados con el proyecto que el Gobierno impulsa para financiar la suba del mínimo no imponible de Ganancias y hoy, en una sesión convocada para las 12, intentará darle media sanción. Ante la negativa del oficialismo a introducir cambios, la oposición consensuó un texto alternativo que prevé la actualización semestral y automática del mínimo no imponible. El kirchnerismo pretende convertirlo en ley la semana próxima en el Senado: para ello mañana lo tratará en comisión.
El titular de la AFIP Ricardo Echegaray expuso durante una hora en la Comisión de Presupuesto y explicó que la medida de gravar con un 15% la compraventa de acciones de firmas que no cotizan en bolsa y con un 10% los dividendos de las empresas, servirá para recuperar parte de lo que dejará de percibir por el millón y medio de trabajadores que a partir de este mes quedaron exentos de pagar Ganancias.
“Se privilegió no afectar los ahorros en pesos de los argentinos y de no acotar el mercado de valores gravando la renta financiera”, explicó. La oposición, además de reclamar la actualización automática, centró sus críticas en el gasto del Gobierno.
“¿Por qué buscan compensar algo que no estaba previsto en el Presupuesto?”, cuestionó Jorge Valinotto (FAP). Desde el massismo, que finalmente desistió de su proyecto propio y se sumó al resto de los bloques opositores (ver “Massa se plegó....”), Eduardo Amadeo apuntó que el “Gobierno debe asumir de una vez por todas sus errores”. Alfonso Prat Gay, de la Coalición Cívica, sostuvo que “es absolutamente innecesario crear nuevos impuestos” y reclamó que la suba del mínimo no imponible se aplique por ley. “Si no, estamos ante una medida transitoria y oportunista ”, argumentó.
El oficialismo se mantuvo firme y rechazó introducir modificaciones propuestas por la oposición. Sólo realizó pequeños retoques, impulsados por sus propios legisladores. “El beneficio seguirá siendo por decreto, porque es una potestad que tiene el Ejecutivo”, sostuvo Julián Domínguez, presidente de la Cámara Baja.
El kirchnerismo tampoco aceptó exceptuar a las PyMe el gravamen de dividendos. “No me sorprende que los grandes empresarios hayan estado de acuerdo con gravar dividendos. Ellos sí pueden reinvertirlos. En cambio, a las PYMES se les hace muy difícil”, apuntó Prat Gay. En cambio, Echegaray dejó la puerta abierta a que se realicen cambios en cuanto a los monotributistas. Y en diálogo con Radio 10 fue más enfático: “Alguna decisión vamos a tomar seguramente”, prometió.
Un tercer proyecto fue presentado por el bloque de Unidad Popular que encabeza Claudio Lozano. Además de la actualización semestral de la suba del mínimo no imponible, contempla gravar la renta financiera. No obstante, Lozano confirmó que su bancada votará la iniciativa del Gobierno. De este modo, el kirchnerismo no tendría problemas para avanzar con la media sanción. Tampoco tendrá inconvenientes en cuanto al quórum, ya que la oposición acordó bajar al recinto a cambio de que se discutan todos los proyectos.
Poco más de una hora le llevó al kirchnerismo ayer dejar todo listo para debatir en Diputados las modificaciones al Impuesto a las Ganancias que gravan con el 15% la compraventa de acciones no cotizantes en Bolsa y con el 10% la distribución de dividendos.
Tras una breve exposición del jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, el bloque oficialista impuso su mayoría y avaló en la comisión de Presupuesto el proyecto del Ejecutivo que buscará sancionar hoy en el recinto.
Según detalló el presidente de la comisión, Roberto Feletti, de los cinco artículos de la iniciativa, cuatro sufrieron cambios para igualar al capital nacional con el extranjero e incluir entre los papeles gravados a las cuotas y participaciones sociales. “Son modificaciones de forma y de fondo, de modo tal que no haya un criterio de elusión o una desventaja a las transferencias en la Argentina”, aseveró el diputado. Con esas correcciones, ya no estarán exentas de Ganancias las transferencias de paquetes accionarios entre empresas extranjeras de una firma nacional ni el cobro de dividendos en el exterior.
Otros cambios que reclamó la oposición, como gravar la ganancia de títulos que cotizan en Bolsa, fueron rechazados por Echegaray. “Descartamos de plano gravar los ahorros en pesos de los argentinos, igual que los títulos y acciones que se comercializan en el mercado de capitales. Hubiera sido contraproducente”, definió.
Los opositores, que solo le hicieron un puñado de preguntas al funcionario, se concentraron en la redacción de un dictamen de minoría unificado, que lleva firmas de la UCR, el Frente Peronista, el Frente Amplio Progresista (FAP), el PRO y la Coalición Cívica, entre otros.
Allí plantean ajustar anualmente el mínimo no imponible según el índice de salarios privados registrados del Indec; excluir del impuesto a los sueldos por debajo de cuatro salarios mínimos, vitales y móviles; y un ajuste del 50% en las escalas del monotributo.
Además, aunque anunciaron que colaborarán con el quórum para iniciar la sesión, votarán en contra del proyecto oficial. “Este aumento de impuestos es absolutamente innecesario”, consideró en ese sentido Alfonso Prat Gay, uno de los diputados que más trabajó en el dictamen opositor conjunto.
Esto es como un triple robo del Gobierno. Primero roban con la inflación, después cobrando de más y ahora quieren compensarse con impuestos nuevos. El PRO va a votar a favor de la gente, oponiéndonos a nuevos impuestos”, anunció a su turno el macrista Federico Pinedo. Mientras que, por el Frente Peronista, Francisco De Narváez evaluó “acertado reconocer el atraso del Impuesto a las Ganancias”, pero advirtió que “falta que esa decisión sea automática‘, en referencia al punto central del dictamen opositor.
Un tercer texto fue presentado por Claudio Lozano, de Unidad Popular, quien consideró “inexplicable que el Gobierno diga que no puede avanzar para cobra renta financiera sobre las operaciones en la Bolsa”.
La Nación. Por Martín Kanenguiser
Colocados en una planilla de cálculos, los recientes anuncios de la Presidenta sobre la mejora en el impuesto a las ganancias pierden mucho brillo. Aunque el Gobierno informó la semana pasada que la suba del mínimo no imponible desde este mes es de 20%, representa un incremento real de 6,8%.
Esto se debe a que, como informó el jefe de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, el cambio en el impuesto "no es retroactivo", por lo que regirá sólo en los últimos cuatro meses del año. Algo similar ocurrió en marzo, cuando el Gobierno también anunció una mejora del 20% en el mínimo, pero sin devolver los importes correspondientes a enero y febrero. De esta manera, el incremento en la deducción se reducía a 16,6%. En aquel entonces, como ahora, surgió una duda entre los tributaristas: si la ley establece que el mínimo se calcula en forma anual, pero el decreto no establece la retroactividad al 1° de enero, ¿habrá una devolución a los contribuyentes a principios de 2014?
La respuesta de la AFIP es que no hay ningún mecanismo contemplado al respecto. Ayer, el organismo no respondió a las consultas de LA NACION sobre este tema. En marzo, cuando se lo había consultado a Echegaray sobre esta diferencia entre la ley de ganancias y el decreto respectivo, el funcionario sostuvo que no había retroactividad. En la AFIP dicen contar, ante un posible reclamo de contribuyentes, con dictámenes jurídicos favorables.
En particular, la presidenta Cristina Kirchner anunció, como parte del intento de mejorar el humor social en la campaña electoral, un aumento del piso desde el cual se pagará Ganancias -con una excepción para la deducción- a los salarios brutos de $ 15.000 y, entre esta suma y $ 25.000, un incremento presuntamente del 20 por ciento.
Sin embargo, esa mejora nominal se reduce al 2,31% en septiembre, al 4,14% el mes próximo, al 5,63% en noviembre y, a fin de año, en términos acumulados, al 6,86%, según los cálculos preparados por tributaristas para LA NACION.
Si se hiciera la comparación de las mejoras formuladas este año por el Gobierno con las deducciones vigentes en 2012, el aumento real llegaría al 24,67 por ciento.
El tributarista César Litvin, socio del estudio Lisicki, Litvin & Asociados, dijo a LA NACION que "si se utiliza el mismo método para calcular el aumento del 20 por ciento de las deducciones que se usó en marzo de este año, con estas últimas modificaciones se llega a un aumento del 6,86 por ciento al final de 2013".
"En aquella oportunidad -recordó el presidente del Instituto Tributario- se había anunciado un aumento del 20% a partir de marzo, pero no tuvo efectos retroactivos, ya que se tomó lo acumulado hasta febrero y se sumó el nuevo monto de deducción." Al repetir este procedimiento para la resolución general 3525/2013, publicada el viernes pasado, "el aumento es mucho menor de lo anunciado, termina siendo del 6,86 por ciento", explicó.
Esta disminución del efecto de la deducción se debe a la decisión de "no hacer retroactivas las modificaciones, con lo que terminamos teniendo dos meses de este año, enero y febrero, con los valores vigentes incluso en 2011, ya que en 2012 no se modificaron", indicó. Luego se sucedieron "seis meses, de marzo a agosto, con dichos valores incrementados en un 20 por ciento, y cuatro meses, de septiembre a diciembre, con otro incremento del 20%, que se eleva al 30% para la Patagonia".
Litvin subrayó que, desde que rige el impuesto a las ganancias en 1932, "cada vez que se modificaba el nuevo monto, regía el cambio para todo el año".
Tablas simultáneas
Pero, este año, el Gobierno hizo la innovación de hacer regir tres "tablas" de deducciones.
El tributarista consideró que, si el Estado no dispone un crédito para los contribuyentes a principios de 2014, "habrá un conflicto en el que algunos que se sientan afectados en forma elocuente pueden llegar a recurrir a la Justicia".
En la misma sintonía se expresó la tributarista Flavia Melzi.
"Esto va en contra del mandato de la ley; el decreto habla de una mejora del mínimo del 20% para los salarios de 15.000 a 25.000 pesos", dijo la especialista a LA NACION.
En total, según la letra de los decretos, el aumento del mínimo "debería haber sido mayor al 40 por ciento, pero termina siendo del 24 por ciento", expresó la tributarista.
Melzi sostuvo que "si se respetara lo que dice la ley, debería generar un ajuste a fin de año importante; si no ocurre, sería controvertido dado el decreto de marzo y, sobre todo, este último, que crea exenciones sin sustento legal, al ir más allá de la modificación de montos".
Desde una importante firma de auditoría, un ejecutivo especialista en impuestos opinó en forma anónima que "las tablas anuales fueron reemplazadas por parches con segmentación de tramos en las deducciones".
A esto se suma la distorsión denunciada por los especialistas a partir de la manera en que se redactó la última modificación de Ganancias, ya que las personas que tienen un salario bruto de $ 14.900 no pagarán nada mientras que aquellos que tienen un salario de $ 15.001 tributarán una alícuota del 23 al 27 por ciento de Ganancias..