El blanqueo de capitales comenzó hoy y uno de sus objetivos será dinamizar el mercado inmobiliario a través de los Cedin. La circulación que tengan estos títulos y la posibilidad de que permitan reactivar la compra-venta de inmuebles dependerá de la cantidad de dólares que ingresen al blanqueo.
El blanqueo impulsado por el Gobierno establece que las personas y empresas que traigan sus divisas tendrán tres opciones de inversión: adquirir un bono en dólares para financiar obras energéticas, quedarse con un pagaré en moneda extranjera que también tendrá un rendimiento, o recibir Cedin por los dólares que ingresen al sistema financiero local.
Los Cedin resultan, a priori, como los activos más atractivos porque pueden usarse para comprar departamentos nuevos, usados, campos y cocheras, entre otros bienes. El impacto en el mercado inmobiliario y de la construcción dependerá de los dólares que ingresen porque si entran muchos capitales, habrá muchos papeles dando vueltas y se generarían más operaciones, mientras que si entran pocos, el escenario será completamente distinto.
La consultora LCG, que dirige el ex ministro de Economía Martín Lousteau, calculó que si al programa ingresan US$ 2.000 millones, y todos adquieren un departamento de US$ 75.000, las escrituraciones crecerían 6% con respecto a 2012. El estudio también elaboró un escenario más pesimista: si al blanqueo entran US$ 700 millones (cifra similar a la que entró en 2009), el impacto sobre el mercado inmobiliario sería del 2%.
La velocidad de circulación que tengan los Cedin y el deseo de las personas que reciban estos certificados para cambiarlos por dólares, serán las otras dos variables que influirán en el impacto que tengan estos papeles en la construcción. Si todas las que venden una propiedad y reciben Cedin lo cambian instantáneamente por dólares, estos certificados saldrán rápidamente de circulación. Distinto sería el escenario si los que perciben estos certificados, en lugar de cambiarlos por divisas en su banco, los venden en el mercado secundario por pesos.
“Tenemos muchas expectativas. La única duda es cuánto dinero se va a exteriorizar: si hay volumen será positivo y si hay poco volumen no nos daremos cuenta de que se emitió el Cedin”, dijo el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), Gustavo Weiss.
“La sensación es que va a haber movimiento, pero eso se dará con el tiempo”, estimó el titular de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Roberto Arévalo.
El blanqueo estará abierto hasta el 30 de septiembre, pero el Poder Ejecutivo tiene la posibilidad de postergarlo. Esto no significa que los Cedin dejarán de circular en octubre porque no tienen fecha de caducidad, sino que desde el 1° de octubre habrá que pagar multas y penalidades para blanquear los activos no declarados.
“Hay mucha expectativa e interés”, manifestó José Rozados, titular de Reporte Inmobiliario. La firma organizó seminarios para capacitar a empresarios y empleados del sector para explicarles cómo funcionarán los Cedin. “La mayor duda que existe es la inmediatez en hacerse de los dólares si una persona recibe Cedin porque vendió una propiedad”, sostuvo Rozados. La reglamentación del Banco Central no aclara si esto será inmediato o si habrá que esperar horas o par de días. En la autoridad monetaria aseguran que será responsabilidad de los bancos definir el plazo para entregar las divisas y que ellos tendrán que revisar todos los comprobantes de que efectivamente se realizó una operación inmobiliaria.
El blanqueo de capitales comienza a regir hoy y hasta el 30 de septiembre, con el objetivo de que los contribuyentes, tras exteriorizar la tenencia de dólares sin declarar en el país o en el exterior, ya sea en efectivo o como producido de la venta de bienes, ingresen esas divisas al país y regularicen su situación frente a la AFIP.
La ley 26.860 permite exteriorizar dólares no declarados sin tener que precisar el origen de los fondos. La meta es sumar al menos u$s 3.000 millones antes de las elecciones legislativas de octubre. No obstante, las ambiciones del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, duplican esa cifra.
Para ingresar al blanqueo, los contribuyentes deberán ingresar indefectiblemente las divisas en el país a través de una entidad bancaria.
Este blanqueo libera de penalidades cambiarias o tributarias, y de toda otra acción civil, penal y administrativa, salvo lo atinente al régimen que persigue el lavado de dinero.
No se deberán presentar declaraciones juradas rectificativas ante la AFIP, y toda diferencia patrimonial se incorporará en las declaraciones juradas de 2013, que se presentarán entre abril y mayo del año próximo.
La gran diferencia con la anterior “amnistía fiscal”, que se aprobó en diciembre de 2008 y se implementó durante 2009, es que en aquella ocasión había que pagar un impuesto único de hasta 8%, mientras ahora los fondos que ingresen quedan eximidos de todos los impuestos. Incluso el bono Cedin seguirá exento de los impuestos a las Ganancias y sobre los Bienes Personales. Asimismo, no se pagará el impuesto al cheque por bancarizar el ingreso de los fondos.
Si bien los estudios tributarios medianos y grandes recibieron hasta ahora pocas consultas de interesados en el blanqueo, ya se perfila que recurrirían a la exteriorización quienes tienen problemas ante la AFIP, ya sea porque enfrentan una fiscalización o porque saben que tienen, por ejemplo, por salidas no documentadas –ventas en negro– y quieren tener la seguridad de que, ante una inspección, podrán optar por aplicar lo blanqueado a esa evasión.
Lo que se puede blanquear es solamente dólares, ya sea que se tengan en el país o depositados en el extranjero, en ambos casos al 30 de abril de 2013. También se pueden blanquear dólares por bienes que se hayan tenido en negro en el exterior y que se vendan luego de ser exteriorizados, aunque sea después del 30 de abril pasado.
A cambio del ingreso de los dólares, se deberá optar por la suscripción de dos bonos nominados en dólares: el Certificado de Depósito para Inversión (Cedin) y el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Energético (Baade), que también cuenta con una versión denominada Pagaré.
Los Cedin tienen como objetivo impulsar la construcción y el sector inmobiliario, mientras los Baade intentarán captar fondos para la inversión pública, principalmente por infraestructura en el sector energético.
La mayor expectativa está puesta en los Cedin, que podrán ser transformados en dólares en 48 horas ante su sola presentación en una entidad bancaria, luego de que se apliquen a una operación de construcción o inmobiliaria, y tendrá todo un mercado secundario. Los Baade y Pagarés, que fueron reglamentados por el Ministerio de Economía, se emitirán el próximo lunes 15 y por “el monto necesario para cubrir la demanda del sector privado”.
Los títulos tendrán fecha del 17 de julio de 2013 y vencimiento el 17 de julio de 2016, mientras la moneda de denominación, suscripción y pago serán el dólar estadounidense. El destino de los recursos será el financiamiento de la inversión pública, y la amortización será íntegra al vencimiento.
El interés será del 4% anual, a pagar de manera semestral, y los intereses serán calculados sobre la base de meses de 30 días y años de 360 días.