El declino natural de las minas en Chile es una oportunidad para el cobre de Argentina
Argentina puede tener una segunda Vaca Muerta gracias al cobre y su potencial como metal estratégico para la transición pero se necesita más que el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), el país requiere una salida del cepo y una visión de largo plazo de flujo de divisas sin ningún tipo de restricciones.
En el marco del Seminario Propymes, Oscar Scarpari, CEO en Techint Engineering & Construction, resaltó la importancia que el desarrollo del cobre en Argentina dará a las industrias y a la cadena productiva del país por los requerimientos de infraestructura.
El crecimiento vegetativo de la economía mundial en los países en vías de desarrollo, la transición energética y la gran demanda que suma la inteligencia artificial, son los tres aspectos que impulsarán el crecimiento de la necesidad de cobre. Actualmente, la producción global de cobre está en torno a las 22-24 millones de toneladas por año y las proyecciones estiman que llegará en torno a las 35 millones en 10 años y casi cerca de las 50 millones en 25 años.
América Latina tiene a dos de los mayores productores de cobre del mundo, Chile (más de 5 millones de toneladas) y Perú (3 millones), con el primero Argentina comparte algo más que la Cordillera, también el potencial geológico y se diferencia por no tener producción de cobre actualmente.
Scarpari resaltó que las compañías en Argentina hace muchos años que exploran los proyectos pero que para consollidar la inversión estas empresas necesitan mucho más que el RIGI, "es necesaria una salida del cepo, algo que se está anunciando, y una visión de largo plazo de flujo de divisas sin ningún tipo de restricciones esto diría que cualquier decisión final de inversión que se haga sobre alguno de estos proyectos tiene que tener garantizado el flujo de divisas para pago de deuda o pago de dividendos"
Las inversiones que implican los proyectos de cobre, al igual que otros metales, son muy altas y pueden demorar entre 3 y 4 años pero van a cambiar la realidad de las zonas en las que están y del país.
Entre 2025 y 2035, el mundo va a necesitar agregar 10 millones de toneladas a la oferta de cobre global, los cinco proyectos que esperan en Argentina podrían sumar, cada uno, un millón de toneladas lo que representaría un nivel de inversión, aprocimado, de US$ 20.000 millones para el país. En este escenario se abriría la puerta a una oportunidad para fortalecer la cadena de valor de proveedores para la minería, para el desarrollo de la infraestructura como el sostenimiento de las minas.
El caso de Chile es una muestra de todo lo que Argentina tiene a su favor y al mismo tiempo una oportunidad ya que la ley de las minas está en declino, natural. "Los proyectos del lado argentino que no existen, que van a empezar, van a tener una ley, probablemente un porcentaje de cobre sobre el volumen de roca achancada del orden del 1, 1,5%. Hoy hay minas en operación que ese porcentaje es 0,4 y esto implica una gran oportunidad para desarrollar los proyectos en el mundo", afirmó Scarpari.
Y agregó que "sí nosotros logramos que esto acontezca del lado argentino, el impulso de la industria va a ser muy, muy fuerte".
La infraestrucutra que requieren los proyectos son una oportunidad "Todo lo que pasa en la minería, o buena parte de lo que pasa en la minería tiene que pasar bajo techo. Tiene que estar cubierto, sobre todo con climas extremos, con nieve. 150.000 metros cúbicos de edificios, estructuras metálicas".
Y reforzó al cerrar "El mundo necesita sumar en los próximos años 10 millones de toneladas. Muy difícil de lograrlo. Argentina tiene el potencial, tiene la ley".