La reciente designación de Alejandro Narváez como presidente del Directorio de Petroperú ha generado preocupación en el sector empresarial del Perú.

En un comunicado, la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (CONFIEP), junto con otros gremios empresariales, manifestó su rechazo a este nombramiento, argumentando que el perfil de Narváez es predominantemente político y carece de la experiencia técnica necesaria para la gestión de la empresa estatal.

Narváez ha sostenido públicamente que Petroperú no atraviesa una crisis, pese a las millonarias inyecciones de fondos estatales que la compañía ha requerido para evitar la insolvencia. Esta visión, según los gremios, evidencia una "gestión irresponsable" con los recursos fiscales. Además, el nombramiento ha causado divisiones dentro de la propia directiva de Petroperú, provocando la renuncia de dos de sus miembros, lo que incrementa la incertidumbre sobre el futuro de la empresa.

La situación se agrava con el reciente nombramiento de Óscar Vera como gerente general, decisión que, para el sector privado, indica una falta de voluntad del Ejecutivo para llevar a cabo una reestructuración profunda de Petroperú.

La CONFIEP y los gremios señalan que estos nombramientos envían un mensaje negativo a los mercados y la ciudadanía, especialmente en un contexto en el que Petroperú reportó pérdidas de US$ 745 millones en el tercer trimestre de 2024. Advierten que la continuidad de esta estrategia podría comprometer el cierre de brechas en sectores prioritarios del país.

EL COMUNICADO OFICIAL