La organización internacional lanzó una plataforma digital donde resaltan casos de éxito de países para reducir riesgos y propiciar fuentes de financiamiento en el sector energético
En el marco de la reunión ministerial de las iniciativas Clean Energy Ministerial y Mission Innovation (CEM15/MI9), celebrada recientemente en Foz de Iguazú, Brasil, se realizó el lanzamiento oficial del "Playbook of Solutions to Mobilize Investment for Clean Energy in the Global South", documento elaborado por el World Economic Forum.
Este trabajo reúne en una plataforma digital 100 buenas prácticas y casos de éxito de diversos países que han logrado desbloquear inversiones en energía limpia en mercados emergentes y en desarrollo.
La plataforma tiene como objetivo ser una herramienta práctica y accesible para los tomadores de decisiones, inversionistas y actores clave del sector energético, promoviendo la replicabilidad de estas soluciones en otras regiones del mundo.
Además, busca acelerar la transición hacia fuentes de energía limpias, alineándose con los compromisos globales de mitigación del cambio climático y desarrollo sostenible.
Uno de estos ejemplos es el de Chile, en donde se destaca cómo el país ha atraído inversión extranjera para energías renovables mediante un enfoque estructurado que combina políticas públicas favorables, cooperación internacional y el apoyo de actores privados para el impulso de proyectos de energía solar y eólica, consolidando a nuestro país como líder regional en la transición energética.
Chile cuenta con abundantes recursos renovables: el desierto de Atacama, fuertes vientos y corrientes costeras y actividad volcánica.
Desde la década de 2000, el Gobierno de Chile ha perseguido el objetivo de aprovechar estos recursos y desarrollar un sector energético sostenible y competitivo. Entre 2000 y 2020 se crearon leyes, políticas, programas e instituciones de energía renovable (ER) de apoyo para integrar más energía limpia a la red eléctrica de Chile, reducir las emisiones de carbono y fomentar la inclusión en el mercado energético.
Chile ha desarrollado un marco legal integral para promover las energías renovables en su matriz energética nacional. El país ha sido pionero en la liberalización de su sector eléctrico desde la Ley General de Servicios Eléctricos de 1982, que permitió la inversión privada en generación, transmisión y distribución, y sentó las bases para un mercado energético competitivo.
En 2004, la “Ley Corta I” (Ley 19940) facilitó el acceso no discriminatorio a la red, eximió a los productores de energías renovables de menos de 9 MW de las tarifas de transmisión y estableció tarifas reducidas para aquellos entre 9 y 20 MW.
La “Ley Corta II” (Ley 20018) de 2005 mejoró las condiciones competitivas en las actividades de generación al exigir a las empresas de distribución eléctrica que adquieran energía a través de subastas no discriminatorias.
Además de la energía solar y eólica tradicionales, Chile brindó apoyo y regulaciones tecnológicas específicas para diversos tipos de energías renovables. Esto incluye la Ley 19657 sobre Concesiones de Energía Geotérmica, que proporciona un marco regulatorio para la exploración y el desarrollo de energía geotérmica.
El Centro Nacional de Energía Marina de Chile realiza investigaciones y exploraciones de energía maremotriz, mientras que los ingresos de la producción de cobre se utilizan para financiar la producción de hidrógeno verde. Finalmente, la Ley de Transmisión de 2016 se promulgó para mejorar el papel del Estado en la planificación energética, introducir medidas no discriminatorias, acceso abierto a la red y mejorar la interconectividad de las redes de transmisión.
Respecto a los acuerdos bilaterales, una larga tradición (con Alemania, Suiza, EE.UU., UE…) ha proporcionado apoyo conceptual y financiero al desarrollo de programas de energía renovable y captura de metano en sectores como la electromovilidad, la gestión de residuos, la eficiencia energética o el almacenamiento de energía, y ha contribuido a acelerar la descarbonización de la matriz energética de Chile.
A lo largo de los años, el mercado chileno de energías renovables ha crecido sustancialmente, atrayendo más del 50% de la inversión total en energías renovables en América Latina y el Caribe en 2015.
Chile ha consolidado una base sólida sobre la cual establecer objetivos ambiciosos, como aumentar la participación de la electricidad proveniente de fuentes de energías renovables del 43% en 2015 al 80% en 2030, con una generación de electricidad 100% libre de emisiones para 2050.
En 2021, Chile atrajo US$ 3.400 millones en inversiones renovables y, en 2022, las energías renovables representaron el 55,1% de la generación eléctrica del país. Este rápido crecimiento del mercado posiciona a Chile como un destino de primer nivel para la inversión en energías renovables.
Con esta iniciativa, Chile refuerza su liderazgo en la adopción de soluciones innovadoras y sostenibles, reafirmando su compromiso con la acción climática y el desarrollo de un ecosistema energético más inclusivo y resiliente.