RICARDO N. ALONSO *
El petróleo del norte argentino atrajo a un gran número de estudiosos que a la postre se convirtieron en referentes internacionales de las ciencias geológicas. Las dos figuras relevantes a fines del siglo XIX fueron los doctores Luis Brackebusch y Rodolfo Zuber.
El alemán Brackebusch, como miembro de la Academia de Ciencias de Córdoba, reconoció por primera vez las rocas calcáreas con esquistos bituminosos y restos de petróleo a la que llamó “Formación Petrolífera” y que actualmente se conoce como Formación Yacoraite. Visitó Laguna de la Brea y el manantial de asfalto de Garrapatal, ambos en Jujuy, publicando numerosos artículos sobre el tema.
El polaco Zuber visitó también Laguna de la Brea, aunque su mayor actividad fue en Mendoza. Un análisis detallado de las exploraciones petrolíferas de la segunda mitad del siglo XIX y primera década del siglo XX se encuentra en mi libro: “Historia del petróleo del norte argentino: desde Pablo Sardicat de Soria a Francisco Tobar” (Prólogo de Dr. Guillermo E. Ottone, Mundo Gráfico Editorial, 160 p., 2016, Salta). En la segunda década del siglo XX comienza la edad de oro de las exploraciones petrolíferas en Salta y Jujuy. El país carecía entonces de geólogos argentinos y por tanto las investigaciones eran llevadas a cabo por científicos extranjeros. Muchos de ellos son hoy figuras notables para la historia de la ciencia. Los dos primeros geólogos argentinos, egresados de la Universidad de Buenos Aires, fueron Franco Pastore y Juan José Nágera. Ninguno de ellos trabajó en petróleo.
El otro egresado fue José María Sobral, pero éste se doctoró en Suecia luego de haber renunciado a la marina y de haber sido un héroe antártico en la misión de Otto Nordenskiold que invernó dos años en el continente. Vuelto al país, Sobral tuvo destacada act
uación en el petróleo de Comodoro Rivadavia e incluso llegó a ocupar un alto cargo en la vieja YPF. Tal era el atractivo del norte argentino entonces que llegaron grandes académicos italianos, alemanes, suecos y norteamericanos, estos últimos ligados especialmente a Standard Oil Co de Nueva Jersey.
Entre los italianos destaca el conde Guido de Bonarelli (1871-1951). Este científico de la nobleza italiana llegó a nuestro país en 1911 y desarrolló una vasta tarea en el norte argentino. Fue él quien dio el nombre de Sierras Subandinas a la provincia geológica que se encuentra en el margen oriental andino y contiene los importantes yacimientos de petróleo de Argentina y Bolivia. Entre sus contribuciones más notables se cuentan “Las sierras subandinas del Alto y Aguaragüe y los yacimientos petrolíferos de Tartagal”, publicado en 1913 en los Anales del Ministerio de Agricultura, donde describe 17 manantiales de petróleo con su ubicación y relación a estructuras anticlinales que son las que contienen en profundidad los hidrocarburos; “Exploración de la región petrolífera de Salta” que publicó en 1913 en los Anales de la Sociedad Científica Argentina donde, entre las estructuras que estudia y menciona, aparece Campo Durán que al ser perforada a mediados del siglo XX resultó en un hallazgo hidrocarburífero de clase mundial. En 1914 y en 1919 publicó otros dos trabajos importantes sobre los yacimientos petrolíferos del distrito de Orán y sobre el origen geológico del petróleo salteño.
Pero su obra maestra fue la “Tercera contribución al conocimiento geológico de las regiones petrolíferas subandinas” en los Anales del Ministerio de Agricultura (1921). Su último trabajo sobre el norte lo publicó en la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba y versó sobre los fósiles que se encuentran en las formaciones cretácicas, especialmente los gasterópodos de su “Horizonte Calcáreo Dolomítico”, hoy conocido como Formación Yacoraite. Bonarelli fue sin dudas una de las grandes figuras del petróleo salteño.
Hay una anécdota donde se cuenta que un colega italiano, Giovanni Cecione, le envió una carta para informarle del gran hallazgo de Campo Durán, pero la recibió la viuda; el conde había fallecido unos días antes y jamás se enteró de que se habían confirmado sus teorías.
La vida de Bonarelli trascendió todas las fronteras cuando se dio su nombre a un evento global de anoxia del planeta Tierra llamado “Horizonte o Nivel Bonarelli”, técnicamente el "Evento Anóxico Oceánico Cenomaniano-Turoniano (OAE 2)".
Otros dos grandes científicos italianos continuaron en el tiempo la obra de Bonarelli: Egidio Feruglio (1897-1954) y Enrique Fossa Mancini (1884-1950). Tuve la fortuna personal de que la biografía que escribí sobre Bonarelli fuese rescatada y publicada por Vicente Osvaldo Cutolo en el “Novísimo Diccionario Biográfico Argentino” (Buenos Aires, 2004, p. 279).
Tal vez la mayor cantidad de científicos comprometidos con el petróleo salteño fueron los académicos alemanes. Estos llegaron al país para hacerse cargo de la enseñanza de las ciencias naturales en Córdoba, Buenos Aires y La Plata. Sin embargo el boom exploratorio del norte argentino los fue atrayendo y vinieron a realizar diferentes trabajos específicos de acuerdo a sus especialidades. Vamos a citarlos de acuerdo a la fecha en que publicaron sus trabajos.
Guillermo Bodenbender (1857-1941) fue un gran científico alemán que llegó a la Argentina para trabajar en la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba. Realizó una obra extraordinaria estudiando las Sierras Pampeanas y los Nevados del Famatina. Menos conocido es que en 1905 llegó a Salta para estudiar la geología de Orán, especialmente lo que hoy es el Parque Nacional Baritú. En sus estudios mencionó fósiles, aguas termales sulfurosas, carbones y vertientes de petróleo. Publicó sus observaciones en el boletín del Ministerio de Agricultura en 1906.
Walter Schiller (1879-1944) tuvo una destacada actuación como profesor en la Universidad Nacional de La Plata y como estudioso del Aconcagua al cual escaló numerosas veces hasta que falleció cerca de su cumbre. En 1910 viajó al norte del país y estudió el sistema subandino en el límite argentino-boliviano. Reconoció las formaciones geológicas, especialmente las que son roca madre de hidrocarburos. En 1913 publicó un importante trabajo sobre el tema en la Revista del Museo de La Plata.
El doctor Anselmo Windhausen (1882-1932) fue un geólogo alemán que se radicó en el país y dejó una obra enciclopédica sobre la geología argentina. En 1915 publicó en alemán un trabajo sobre el petróleo argentino en general y sobre el norte argentino en particular en la revista “Petroleum” de Berlín. Sus investigaciones tuvieron mucho que ver con los hallazgos de petróleo en la Patagonia. Se involucró en el estudio de los yacimientos de Comodoro Rivadavia y fue el descubridor de Plaza Huincul. Tuvo serias diferencias de criterio con Enrique Mosconi. Aplicó a la Argentina las ideas pioneras de la deriva continental de Alfred Wegener. Realizó una obra erudita monumental en la Academia de Ciencias y Universidad de Córdoba. Falleció muy joven a los 49 años de edad.
Juan Rassmuss (1886-1971) fue un geólogo de amplio espectro que realizó estudios muy importantes en el norte argentino, principalmente en las rocas cristalinas antiguas de Tucumán. También dejó un prolijo estudio de las aguas termales de Rosario de la Frontera y varias publicaciones referidas al petróleo del norte argentino. Estuvo a cargo de la perforación de Capiazuti en la región petrolífera de Tartagal y publicó los detalles de un pozo de 630 m de profundidad, que cortó tres reservorios de gas, en el Boletín de la Dirección General de Minas en 1922. Publicó en alemán otro trabajo sobre la región petrolífera en un boletín de Berlín en 1930.
Ricardo Stappenbeck (1880-1963) llegó a trabajar a Comodoro Rivadavia pero pronto se interesó por el agua y las perforaciones que se realizaban a lo largo y ancho del país, especialmente por el trazado del ferrocarril. Abordó el tema del petróleo del norte en un trabajo de 135 páginas que publicó en 1921 en los Anales del Ministerio de Agricultura.
Otro gran sabio alemán que se involucró en el petróleo salteño fue el mineralogista Roberto Beder (1888-1930) de la Universidad de Córdoba. Beder quedó inscripto en las páginas de la ciencia internacional a raíz de un mineral de fosfato en pegmatitas encontrado en el Nevado de Cachi en Salta que fue bautizado con su nombre: Bederita. Beder publicó un trabajo en 1921, en la Dirección General de Minas, donde se refiere a los yacimientos de petróleo de Salta y Jujuy con mención a 27 localidades. Observa el autor que “los petróleos de Salta y Jujuy son productos muy líquidos, los unos de color amarillos, ricos en aceites iluminantes, otros, algo más densos, de color rojos parduscos, con fluorescencia verdosa y con abundancia en aceites lubrificantes”.
Uno de los últimos alemanes en realizar estudios profundos sobre el tema fue el Dr. Otto Schlawintweit (1881-1956). También hicieron aportes sobre el petróleo salteño el químico ruso Moise Abramovich Rakusin, el rumano T. Serghiescu y el sueco Tor Hagerman. Queda aún por investigar el aporte de jóvenes geólogos norteamericanos de la Standard Oil que al final de sus vidas se convirtieron en referentes científicos internacionales, caso de Kirtley F. Mather y Eugene Stebinger, entre muchos otros. La década de 1920 fue así la época dorada de las investigaciones y publicaciones de grandes sabios internacionales sobre el petróleo salteño.
* Doctor en Ciencias Geológicas