LUCIANA PAZ
Con el foco en Estados Unidos, S&P analizó cuánto tarda un proyecto minero desde su descubrimiento hasta la puesta en producción y Argentina entró entre los que más demoran mientras que Perú y Chile encuentran su lugar a mitad de tabla
El informe "Mine Development Times: The US in Perspective", realizado por S&P, descubrió que se necesitan un promedio de 29 años para que las minas pasen del descubrimiento a la producción en Estados Unidos, le sigue Canadá con 26 y Argentina con 25. El primer puesto lo tiene Zambia con 34 años. En un mejor panorama (no tanto como España, El Congo o Laos), en promedio Chile demora 18 años y Perú 20.
Estudios anteriores de S&P Global concluyeron que la demanda mundial de cobre tendría que casi duplicarse durante la próxima década para implementar las tecnologías críticas para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas para 2050 y que la demanda estadounidense de litio, níquel y cobalto relacionada con la transición energética será 23 veces mayor en 2035 que en 2021. De ahí la importancia en apurar el pasaje del desarrollo a la producción.
S&P Global realizó un análisis de los tiempos de desarrollo citado con frecuencia en 2023 en todo el mundo y mostró que los tiempos de desarrollo desde el descubrimiento hasta la producción son en promedio 15,7 años. Por lo general, casi 12 años de esto se dedican a las etapas de descubrimiento, exploración y los diversos estudios necesarios. Un artículo posterior consideró una muestra mucho más pequeña de minas que comenzaron a operar en 2020-2023. Los tiempos de desarrollo para estos fueron incluso más largos, con 17,9 años en promedio.
Las minas de oro son las que se desarrollan más rápidamente, con una media de 20 años a nivel mundial. Cobre: el “metal de la electrificación”, fundamental para la transición energética – es una de las más lentas en desarrollarse, tardando 24 años. En Argentina la realidad parece responder a las proyecciones. Mientras en la actualidad no hay ninguna mina de cobre en producción la realidad del oro no se muestra mucho más alentadora entre el fin de la vida útil y la falta de nuevos proyectos.
La reciente sanción de la Ley Bases y su Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones en Argentina pone el foco en dar a los inversores la confianza necesaria para apostar a los proyectos en el país. En el caso del cobre a poner en marcha los proyectos que esperan. Hoy el país tiene cinco proyectos de clase mundial en estadíos avanzados pero ninguno en producción.
Con la normalización macroeconómica, moderación de la carga tributaria sobre el sector y resolución de las problemáticas crónicas, la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) estimó las fechas de inicio de producción de los proyectos de cobre: Josemaría (2024); San Jorge (2025); Taca Taca (2025); Los Azules (2026); El Pachón (2027) y MARA (2027).
Las minas de oro representaron más de la mitad de las 127 minas incluidas en este análisis. Las minas de oro son las que más rápido entran en funcionamiento, con un promedio de 15 años. Las minas de níquel son las que tardan más en general, casi 18 años. Pero las fases de descubrimiento, exploración y estudios suelen ser más largas para el cobre y normalmente representan 12 de los 16 años que lleva poner en funcionamiento una de estas minas.
En el caso del oro, en Argentina, la balanza se mueve entre un mercado favorable que con altos precios lo llevó a ser la principal exportación del país que se encuentra cuarto a nivel de reservas en América Latina, pero el agotamiento de las minas impacta en las cifras actuales, y sí no se llevan adelante las medidas necesarias en las futuras.
En 2023 la producción de oro cayó un 5% respecto al mismo período del año anterior y un 39% respecto a 2015. Mientras que las exportaciones subieron un 6% impulsadas por los precios internacionales.
El presidente de CAEM, Roberto Cacciola, explicó que "la mayoría de los proyectos de oro y plata tienen una vida de mina de entre 3 y 4 años, más allá de la extensión a costo de menor calidad, por eso es importante impulsar los proyectos que están porque no existe ninguno que reemplace a alguno que pueda desaparecer en menos de cuatro o cinco años, asumiendo la existencia de alguno conocido".