LUCIANA PAZ
La energía nuclear vuelve estar en tendencia en el mundo y Argentina tiene una ventana de oportunidad que está desaprovechando. Tanto en el desarrollo de proyectos mineros de uranio como en el avance de centrales nucleares pendientes.
En el marco de la celebración del aniversario de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), su presidente Germán Guido Lavalle remarcó que, "hace falta energía nuclear para la transición hacia las energías renovables”. “Hay una mayor demanda de energía eléctrica por los autos eléctricos y la inteligencia artificial. Es el momento de la oportunidad nuclear: tenemos una ventana de tiempo y hay que aprovecharla".
Y agregó: "El cambio climático, los problemas que tienen otras fuentes de generación de energía eléctrica, nos dan una oportunidad. Esa oportunidad implica que, en el mundo, y también en la Argentina, estemos viendo la construcción de nuevos reactores nucleares para generación nuclear eléctrica. Esto hace que se requiera ciencia, desarrollo tecnológico, fabricación de combustible nuclear, transformar el uranio, producir agua pesada, gestionar los residuos radioactivos. Y el sector nuclear argentino tiene la capacidad para responder a esas demandas".
La oportunidad no sólo apunta al sectore energético sino que aplica también a la producción de los radioisótopos y las radiaciones en la industria y en la salud. "En esa oportunidad, en Argentina tenemos lo que hay que tener, que es la gente necesaria para aprovechar esa oportunidad. Porque la continuidad de todos estos años de desarrollo tecnológico, en las buenas y en las malas épocas, nos trajo a este lugar, donde el mundo nos está dando una oportunidad. Tenemos la gente y las capacidades para aprovecharla y devolverle a la sociedad argentina, que sigue creyendo en nosotros y nos sigue dando un presupuesto para que redunde en un beneficio para la sociedad toda. Estamos convencidos que podemos responder a esa confianza".
Lavalle explicó que Argentina está construyendo dos reactores nucleares: el RA-10 y el CAREM y además está avanzado el Centro de Protonterapia y las aplicaciones nucleares, en particular en medicina, usando la tecnología y la inteligencia de los argentinos para mejorar la salud. "Tenemos una oportunidad, tenemos la gente. Ahora debe estar nuestra inteligencia para cumplir con lo que sociedad nos pide".
El presidente de Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA), Luis Fasanella repasó los "proyectos en conjunto en marcha y otros por delante, como la extensión de vida de Atucha I, el almacenamiento en seco de combustibles gastados II, el CAREM y la utilización de uranio levemente enriquecido en Atucha II, que requerirán de soluciones creativas en un contexto político, económico y social desafiante. El compromiso desde nuestro lugar sigue siendo el mismo de los pioneros que 50 años atrás conectaban Atucha I al SAE, generar energía de base, segura, limpia, confiable y competitiva. El sector nuclear es, y debe seguir siendo, motivo de orgullo nacional, pero no como un premio en una vitrina, sino por todo lo que nos aporta a los argentinos en las aplicaciones que mejoran nuestra vida día a día".
El presidente del Directorio de INVAP, Hugo Albani, invitó a los organismos y empresas del sector trabajar en conjunto para que "la apuesta a que continúe el avance en los grandes proyectos como el Centro de Protonterapia, el RA-10 y especialmente el CAREM, sea para bien del país y también como estímulo y reconocimiento al talento y dedicación de los hombres y mujeres de la Comisión Nacional de Energía Atómica".
El presidente de Dioxitek SA, Julián Gadano, señaló que "hay 74 años de pasado sobre los cuales estamos parados", lo que conlleva una responsabilidad y, al mismo tiempo, un desafío: "Enfrentar el futuro desde esos 74 años, pero también desde el presente y desde las posibilidades reales que se nos abren hoy. Por eso seremos evaluados en el futuro".
El gerente general de CONUAR, Rodolfo Kramer, puso de relieve como "la energía nuclear desempeña un papel crucial en la diversificación de la matriz energética y es un vector clave hacia una energía más limpia". Kramer puntualizó que "a través de la innovación, el compromiso con la seguridad y la excelencia operativa, estamos construyendo un futuro energético más limpio y seguro".
LOS PROYECTOS NUCLEARES
La central argentina CAREM se enmarca en el nuevo tipo de centrales nucleares conocidas como Small Modular Reactors o Reactores Modulares Pequeños (SMRs). Este concepto abarca el diseño y desarrollo de centrales nucleoeléctricas de menor tamaño y potencia eléctrica que las tradicionales, que cuentan con diseños simplificados, esquemas de seguridad optimizados, tiempos de construcción más cortos y costos de inversión menores y más eficientes.
Además, la simpleza relativa del diseño de este tipo de reactores permite ofrecer una serie de beneficios que incluyen la optimización de los métodos de fabricación, la versatilidad para instalarse en sitios lejanos o sin sistema de interconexión eléctrica, y la flexibilidad para adaptarse a diferentes usos (eléctricos y no eléctricos).
Entre casi un centenar de diseños de SMRs que existen en la actualidad a nivel internacional, la central argentina CAREM se destaca como una de las pocas que se encuentra efectivamente en construcción, posicionando al país entre los principales desarrolladores y -en consecuencia- como uno de los líderes mundiales de esta clase de tecnología.
Reactor multipropósito RA-10. El Proyecto RA-10 se localiza en el Centro Atómico Ezeiza (Provincia de Buenos Aires) e incluye el diseño, construcción, montaje, puesta en marcha y entrega para la operación de un reactor nuclear multipropósito, con un aporte de más del 80% de empresas e instituciones locales en tecnología y servicios asociados.
La instalación asegurará el autoabastecimiento de radioisótopos de uso médico, contando con capacidad para atender buena parte de la demanda de América Latina. Consolidará las capacidades para desarrollos tecnológicos de punta en la industria nuclear y convencional, y abrirá un nuevo horizonte de investigaciones en ciencias básicas y aplicaciones basadas en el uso de técnicas neutrónicas avanzadas.
El RA-10 está desarrollado íntegramente en Argentina. La CNEA e INVAP trabajan en forma conjunta en la construcción de la nueva instalación, integrando y desarrollando capacidades nacionales en distintas áreas específicas de la pequeña y mediana industria.
Paralelamente a su construcción, iniciada en el año 2016, la CNEA también avanzó en el proceso de formación del plantel de operaciones y en el desarrollo de futuros usuarios para garantizar la plena utilización de la instalación.
De esta forma, con el RA-10, nuestro país se pondrá al tope de los desarrollos de este tipo de reactores siguiendo una línea de evolución tecnológica cuya referencia inmediata es el Proyecto OPAL, el moderno reactor de producción de radioisótopos que Argentina -a través de INVAP- construyó para Australia en el año 2007, reafirmando su lugar como referente mundial en tecnología nuclear.
Centro de Protonterapia. La protonterapia se considera la forma más avanzada de radioterapia que utiliza haces de protones para el tratamiento de cáncer porque permite concentrar la entrega de la dosis terapéutica en el volumen tumoral, reduciendo los efectos secundarios sobre tejidos sanos.
La literatura científica mundial es ahora suficientemente abundante como para justificar el uso del tratamiento con protones para una serie de indicaciones basadas en evidencia, estimándose que globalmente 120 pacientes por millón de habitantes por año, como mínimo, se beneficiarían sustancialmente con la protonterapia. Una proporción importante de éstos son niños, en quienes se pueden lograr mejoras importantes en el tratamiento y efectos secundarios reducidos a largo plazo.