El país lidia con su peor crisis desde 2006
Luego del intento de golpe de Estado en Bolivia, YPFB busca inversionistas para sostener su estructura de petróleo y gas en crisis.
Según explicó Reuters, en una entrevista , pocos días después del fallido intento de golpe de Estado del 26 de junio, el presidente de YPFB, Armin Dorgathen, admitió el domingo que los errores políticos de los últimos años habían desanimado a los inversores y perjudicado la producción.
"Lo que estamos trabajando es buscar financiamiento desde diferentes perspectivas. Y buscar también socios", dijo Dorgathen, citando problemas con los pagos, la legislación y la regulación bajo el liderazgo mayoritariamente socialista del país en los últimos años que dificultaron las cosas para las empresas privadas, algo que YPFB ahora estaba intentando cambiar.
"Estamos trabajando con los socios que tenemos ya acá en Bolivia igual, Repsol con Total para que se puedan hacer inversiones adicionales, con Petrobras", afirmó.
Según afirmó El Diario, consultoras internacionales proyectan que sí Bolivia no logra nuevos descubrimientos en los siguientes años, a partir de 2030 empezará a importar gas y combustibles a precios internacionales, y la subvención aplicada a la fecha, será difícil de sostener.
Ahora mismo, la escasez de dólares en el país afecta a las importaciones de combustibles, y por ello se observa estaciones de servicio sin hidrocarburos, a pesar de los anuncios de las autoridades del sector, que aseguran normal abastecimiento.
Mientras tanto en los dos últimos meses, YPFB anunció inicios de trabajos a realizar para la perforación de nuevos pozos. Es así que, en mayo, informó que se ultiman detalles para iniciar el 14 de julio próximo la perforación del pozo exploratorio Villamontes-X7 (VMT-X7), con la finalidad de buscar gas y condensado. También en mayo, la petrolera estatal informó que se realizan las operaciones de perforación de los pozos Iñau-X3D (IÑA-X3D) y Yapucaiti-X1 (YAP-X1), que permitirán explorar el potencial hidrocarburífero existente en los reservorios de las formaciones Huamampampa, Icla y Santa Rosa.
La producción de gas llegó a su más alto dato en 2013 con 60 millones de metros cúbicos día (MMmcd), pero a lo largo de los últimos meses, el volumen fue cayendo hasta llegar a 2023 a 39 MMmcd y para este 2024, YPFB estima que llegaría a 31 MMmcd.
El agotamiento de los megacampos repercutió en la producción, también en la caída de los ingresos, lo que provocó escasez de la divisa estadounidense en el mercado y el Gobierno ya no tiene los 6.000 millones de dólares por la venta del energético a países vecinos.
En su presupuesto 2024, se observa una caída de los ingresos provenientes del gas y se refleja en una reducción del presupuesto para las alcaldías, gobernaciones y universidades.